El ministro de Desarrollo Productivo de la Nación está en Salta en el marco de una intensa agenda vinculada al sector minero. Durante una entrevista exclusiva con El Tribuno, destacó el trabajo que se viene haciendo para recuperar a los sectores productivos del país luego de años difíciles marcados por la recesión económica y la pandemia. Hoy, pese a que el Gobierno atraviesa una crisis institucional generada por los embates internos de los sectores que responden a la vicepresidenta Cristina Kirchner, quien se erigió como oposición dentro del Gobierno, Kulfas sostiene que se debe dejar de lado esa discusión para concentrarse en la gestión.
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El ministro de Desarrollo Productivo de la Nación está en Salta en el marco de una intensa agenda vinculada al sector minero. Durante una entrevista exclusiva con El Tribuno, destacó el trabajo que se viene haciendo para recuperar a los sectores productivos del país luego de años difíciles marcados por la recesión económica y la pandemia. Hoy, pese a que el Gobierno atraviesa una crisis institucional generada por los embates internos de los sectores que responden a la vicepresidenta Cristina Kirchner, quien se erigió como oposición dentro del Gobierno, Kulfas sostiene que se debe dejar de lado esa discusión para concentrarse en la gestión.
Está en Salta para participar de actividades vinculadas a la minería. Qué nos puede comentar sobre su visita?
Estamos acompañando el desarrollo de la Mesa del Litio, que es una iniciativa muy importante para la Argentina, porque las tres provincias productoras de litio, Salta Jujuy y Catamarca, se han unido y han entendido de manera muy inteligente que es mucho más importante en esta instancia cooperar que competir por las inversiones, porque hay mucho por desarrollar en común, como infraestructura y desarrollo de proveedores, así que esta iniciativa que arrancó hace aproximadamente un año y está funcionando muy bien, tiene comisiones de trabajo y resultados concretos.
Además estamos acompañando el desarrollo minero de Salta, con el lanzamiento también del proyecto minero lindero, que mañana ( por hoy) vamos a visitar y trabajando con el gobernador (Gustavo) Sáenz y todo su equipo de trabajo, con quien tenemos una muy buena relación, para fortalecer inversiones y más producción en la provincia de Salta.
Si bien el litio es hoy la vedette del sector, en Salta hay otras producciones importantes, como el cobre y oro, que ahora se inaugura el proyecto Lindero. Salta tiene mucho potencial en la materia. ¿Cómo lo ven desde Nación?
La vemos excelente. Salta tiene una oportunidad enorme de pegar un salto productivo muy importante. No tengo ninguna duda de que lo va a hacer, entendiendo que la minería de litio por ahí es hoy lo más llamativo, por lo novedoso, pero están los casos del cobre, con Taca Taca, que es un proyecto que está avanzado y esperamos que muy pronto pueda terminar los análisis y anunciarse su construcción. Tenemos mucha expectativa ahí, también hay minería de oro, como el caso de Lindero.
De cada 100 pesos que una minera factura, 50 se los gasta en proveedores locales, con lo cual hay un impacto muy significativo. Asimismo, de cada 100 pesos que una minera factura, 80 quedan en el país, por los proveedores, los pagos de salarios, los impuestos que paga. Todo esto hace que tengamos muchas expectativas con este boom minero que se está registrando y va a dejar muy buenos resultados para Salta y para toda la Argentina.
Las inversiones siempre son necesarias, sobre todo en provincias como Salta y las del norte en general, que sufren un atraso histórico en esta materia. ¿Hay inversiones previstas en el corto o mediano plazo?
Ese es un tema que se trabaja muchísimo en la Mesa del Litio, por dar un ejemplo. Primero porque está claro que el desarrollo de estas tres provincias necesariamente va a implicar infraestructuras en común, con lo cual se van a coordinar y vamos a empezar a ver cada vez más caminos, puentes, infraestructura en salud, educación… Vamos a ver un desarrollo importante asociado a todo el movimiento de la minería y al trabajo de los gobiernos en aprovechar los recursos y regalías e invertirlas en obras. Esto se va a ver muy pronto, de manera cotidiana, y de Nación vamos a acompañar ayudando en la planificación y volcando recursos nacionales para el desarrollo de la infraestructura.
Al margen de la minería, Salta tiene otras producciones, como la agropecuaria o la industrial. ¿Cómo está en estos sectores Salta y cómo se la puede ayudar a crecer?
Salta está muy bien posicionada porque tiene una industria que está levantando bien, hemos acompañado con aportes en parques industriales, como el caso de General Güemes, hemos acompañado con 16.500 millones de pesos de apoyo en materia de créditos con tasas subsidiadas, aportes no reembolsables, economía del conocimiento y, también, lo que en su momento fue el ATP.
Vemos un desarrollo interesante en el sector agroindustrial, como el caso de los vinos, alimentos, frutas tropicales, que es un sector que nos interesa muchísimo y vemos un desarrollo interesante que lo vamos a acompañar. Lo que vemos hacia adelante es la posibilidad de sustituir importaciones, porque productos que se consumen muchísimo en Argentina y Salta puede proveerlos con calidad y, al mismo tiempo, generar puestos de trabajo.
Hablando del sector agropecuario, últimamente viene más complicada la relación del campo con el Gobierno nacional, un poco por las retenciones que acá golpean más por incidencia del gasto en flete. ¿Eso complica la vinculación cuando tienen que dialogar con el sector?
Hay una relación que no vamos a negar que tiene mucha tensión, pero a la vez hay mucho diálogo. El ministro (de Agricultura Julián) Domínguez está haciendo un gran trabajo de acercamiento al sector, con propuestas, con planes que creo que van a dar muy buenos resultados. Tenemos un plan ganadero en camino, diferentes políticas para las economías regionales… hicimos muchas cosas. Las economías regionales tienen derechos de exportación cero en muchos casos, se han reducido o se han adecuado en muchas cosas. Por ahí se cuentan las que menos gustan, pero las que han sido beneficiosas se cuentan menos. No es cierto que hemos subido todos los impuestos. Sí es cierto que hemos trabajado con un esquema de derechos de exportación que lo hemos presentado con la Ley de solidaridad con la soja, trigo, maíz y girasol pero el resto hemos hecho adecuaciones y hemos trabajado para fortalecer la cadena vitivinícola, mejorando los reintegros a la exportación. Creo que se han hecho un montón de cosas, la tensión existe, hay una parte que es netamente político-partidaria, ya lo hemos dicho, un sector que es un brazo político de Juntos por el Cambio y eso no tiene nada de malo, pero a veces lo que hace es confundir lo que son los genuinos reclamos sectoriales, que se pueden atender y discutir en busca de puntos de encuentro, de lo que son proclamas políticas, como lo vimos en la última manifestación donde prácticamente no existían demandas sectoriales sino que era el recetario del sector más radicalizado de Juntos por el cambio.
Productivamente, ¿Cómo está la Argentina en general?
Argentina viene de crecer el 10,3% en el año 2021 y de crecer 7% en el primer bimestre del año y la recaudación que vimos en marzo y abril nos muestra que está firme la recaudación, que continúa en un crecimiento importante. Básicamente lo que hay es un cambio de modelo productivo. Salimos del modelo de especulación financiera y bajamos las tasas de interés; tenemos otro escenario financiero y pusimos en marcha 150 medidas de política industrial y productiva.
Tenemos hoy industria muy pujante y dinámica, completamente diferente a la que encontramos cuando llegamos al Gobierno: estaban fundidos, no podían pagar sueldos, las tasas de interés estaban por las nubes. Hoy vemos y los empresarios nos piden más insumos, quieren importar más, quieren capacitar personal porque tienen mucha demanda y les falta personal calificado, es un escenario totalmente distinto.
La inflación al sector del argentino de a pie ya se sabe cómo le afecta. ¿Pero cómo impacta en el sector productivo?
Sin dudas que la inflación es un problema, dentro del conjunto de problemas, que es uno de los más complicados que tenemos en la Argentina, sobre todo porque esa inflación ya está muy instalada, lleva más de 15 años en niveles altos. Estamos luchando para estabilizarla y que vuelva a un sendero hacia la baja. Además se agravó el problema por efecto de la suba de los commodities primero por la pandemia y después por efecto de la guerra en Ucrania. En el mundo productivo, esto trae problemas de planificación, de movimientos permanentes de precios relativos. Es un problema importante.
Hay un programa macroeconómico en cabeza del ministro de Economía (Martín Guzmán), que justamente busca ir ordenando esas dificultades; creemos que estamos en un escenario muchísimo mejor para enfrentar el problema, pero la complicación externa genera inconvenientes.
Esa complicación externa, que es la guerra por la invasión a Ucrania, también generó oportunidades para algunos sectores y a partir de ahí el Gobierno impulsa el impuesto a la renta inesperada. Eso generó alguna polémica. ¿Cómo lo defienden a ese impuesto?
Todavía no hay un proyecto en curso, es un tema que lo está manejando el Ministerio de Economía, que tiene que ver con buscar algún mecanismo que de alguna manera permita compensar esa renta inesperada que se generó como resultado de la guerra. Tengamos en cuenta, por ejemplo, que la tonelada de trigo costaba menos de 300 dólares en febrero de este año y, pocos días después, costaba 450. Son temas que no son habituales, que son extrañas.
¿Se complica la gestión cuando hay fricciones dentro del Gobierno? Puntualmente respecto del distanciamiento entre el Presidente y la vicepresidenta...
No. Nosotros en el Ministerio de Desarrollo Productivo tenemos la cabeza y todas las fuerzas cien por ciento puestas en la reactivación y en fortalecer las inversiones y el crecimiento del empleo. La verdad que yo no me engancho en ningún tipo de estas polémicas. No tengo ningún problema en conversar con cualquier persona, compañero de manera directa, alguna crítica o comentario que quiera hacer, pero me parece que la gente hoy necesita ver a todo el Gobierno, lo mismo que a los provinciales, trabajando para sacar el país adelante. La gente está cansada de discusiones que no son su agenda. La agenda de la gente es el trabajo, la Pyme quiere créditos para crecer más, quiere más ingresos, el que tiene un plan social quiere un trabajo genuino… esa es nuestra agenda. Lo otro no es un tema que esté en nuestro interés conversar.
¿Trabajan para que Alberto Fernández sea Presidente nuevamente en 2023?
Ese es un tema que hoy no es parte de la agenda, insisto. Hoy estamos en un año en el que todo el foco está puesto en reactivar la economía. Yo trabajo con Alberto Fernández desde febrero de 2018, lo acompañé en su campaña a Presidente, fui parte de su equipo incluso antes de que sea candidato. Obviamente que voy a trabajar con él y, si él tomara la decisión el año que viene de ser candidato a la reelección, voy a hacer todo el esfuerzo para que sea. Y sin dudas, creo que si todo el esfuerzo que estamos haciendo sigue dando buenos resultados, va a estar fuerte para esta batalla.
Suponiendo que se termine de concretar el quiebre con el ala dura del kirchnerismo y Cristina Fernández decide salir con lista propia. ¿Qué haría el Presidente? ¿Buscaría solo la reelección?
Me parece que es una discusión que está totalmente fuera de momento...
Está fuera de momento, pero ocupa todas las conversaciones...
Es cierto, pero me parece que no es bueno para el país. Hoy la gente está muy golpeada. Hay gente que todavía no recuperó el trabajo perdido o tiene un trabajo que no le alcanza la plata, hay empresarios Pymes que están saliendo adelante. Yo quiero ser empático con ellos y esa gente lo que necesita es que hablemos de cómo crecer, cómo invertir más, cómo solucionarle problemas.
No estamos en año electoral y falta muchísimo para empezar el calendario electoral presidencial. Me parece que no corresponde esa discusión. Yo estoy trabajando cotidianamente en la reactivación, en fortalecer, que las Pymes crezcan más, que Argentina genere inversiones y generar un país federal en serio.