Pudo haber sido una tragedia, pero la suerte quiso que nadie estuviera cerca del eucalipto, de más de 30 metros de altura, que en la tarde del domingo se precipitó al suelo. Esto ocurrió en las cercanía de la calesita, que está siendo furor en las visitas el parque Del Bicentenario.
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Pudo haber sido una tragedia, pero la suerte quiso que nadie estuviera cerca del eucalipto, de más de 30 metros de altura, que en la tarde del domingo se precipitó al suelo. Esto ocurrió en las cercanía de la calesita, que está siendo furor en las visitas el parque Del Bicentenario.
Durante la tarde de este domingo, cientos de familias llegaron hasta zona norte, a disfrutar de una tarde de sol y espacio verde en la parque Del Bicentenario. Además de los circuitos de caminata y para andar en bicicleta, el parque cuenta además con un espacio de juegos de plaza, donde desde hace unos días, ya funciona la calesita que tantos recuerdos le traer a los más grandes y que emociona a los pequeños.
En la jornada de este domingo, una fila de más de 50 personas esperaba su turno para adquirir los boletos se ingreso y poder dar una vuelta en la calesita, cuando se escuchó el estremecedor ruido de la caída de una árbol.
El frío fue el factor que influyó para que el sector en donde se encuentra el árbol no estuviera repleto de personas, que gustan de tomar unos mates sentados en el pasto.
El viento frío de pasadas las 18, hizo que los visitantes y sus mates se trasladaran a los espacios que los cubren de las bajas temperaturas que hace sentir el viento. Fue en esos momentos cuando el eucalipto se precipitó y dejó al descubierto un enorme hormiguera, que habría comido todo el interior del árbol. Este ejemplar se encontraba acompañado por otros dos, de la misma época, por lo que lo ocurrido esta tarde, advierte sobre la necesidad de relevar el estado de los árboles en la zona del parque.
Pese a esta eventualidad, el éxito de la calesita es indiscutido, ya que aún con frío, padres y chicos hicieron filas de más de 30 minutos para esperar su turno y subir a dar una vuelta.
Tanto pequeños como grandes disfrutan de la vuelta en el carrusel, que al final de la tarde se luce con todas las luminaria encendidas.