La intensidad de los combates en Ucrania no disminuye, a casi cuatro meses de iniciado el conflicto. Las tropas rusas controlan el 70% de Severodonetsk, en el este ucraniano, cuyas autoridades volvieron a pedir armas a Occidente para intentar ganar la guerra.
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La intensidad de los combates en Ucrania no disminuye, a casi cuatro meses de iniciado el conflicto. Las tropas rusas controlan el 70% de Severodonetsk, en el este ucraniano, cuyas autoridades volvieron a pedir armas a Occidente para intentar ganar la guerra.
En Severodonetsk no hay posibilidad de evacuación de la población, mientras Ucrania está negociando la salida de civiles de la planta química Azot, aseguró el jefe de la Administración Militar de Lugansk, Serhiy Haidai. "Los rusos tienen el control total de la mayor parte de Severodonetsk. Los combates son tan intensos que la lucha puede durar veinticuatro horas", dijo.
En redes sociales agregó que los rusos controlan el 70% de Severodonetsk y que "la evacuación masiva y el suministro de ayuda humanitaria son imposibles por los bombardeos".
Señaló que en la planta Azot permanecen alrededor de quinientos civiles, entre ellos cuarenta niños, y que "la zona industrial está siendo bombardeada con fuerza por artillería enemiga de gran calibre".
Ucrania necesita al menos mil obuses, quinientos tanques, trescientos sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple y 2.000 vehículos blindados para lograr la paridad de armas pesadas con la Federación Rusa.
El asesor de la Oficina del presidente de Ucrania, Mykhailo Podolyak, precisó que "para poner fin a la guerra necesitamos paridad de armas pesadas", e hizo alusión a la próxima reunión que los ministros de Defensa de los países aliados de Ucrania celebrarán en Bruselas el próximo 15 de junio donde "estamos esperando una decisión", subrayó.
Mientras Kiev espera la ayuda, Moscú informó que el Ejército ruso destruyó un importante lote de armas ucranianas en la región de Donetsk, que incluía armamento suministrado por EEUU y Europa.
"En las cercanías de la estación ferroviaria Udachnoye, de la república popular de Donetsk, fue destruida con misiles de alta precisión una gran cantidad de armas y equipamiento bélico, incluyendo armas de EEUU y Europa, destinadas a las fuerzas de los nacionalistas ucranianos", según el mando ruso.
El portavoz de Defensa, Igor Konasénkov, añadió que la aviación rusa destruyó un centro de emplazamiento temporal de mercenarios extranjeros en la región de Lugansk y dos baterías de lanzaderas múltiples en las regiones de Járkov y Lugansk. También destruyó otras infraestructuras y a consecuencia de sus ataques murieron más de 120 militares ucranianos.
Cerrando el cerco
Los separatistas prorrusos de la autoproclamada República Popular de Lugansk se preparan para cerrar el cerco en torno a Lisichansk, el último bastión ucraniano en esta región.
"El principal ataque a Lisichansk probablemente se lleve a cabo junto al ataque a Siversk para no permitir a nadie la retirada del cerco en dirección a Sloviansk. Se trata de algo que sucederá en breve", señaló el embajador en Rusia de la región separatista, Rodión Miroshnik.
Miroshnik añadió que fueron destruidas también varias posiciones ucranianas al oeste de Azot, en la dirección de Novodruzhesk y Pryvilia.
"Parte de las fuerzas ucranianas salieron de Pryvilia rumbo a Novodruzhevsk. Algunos intentaron esconderse en los sembrados y en una cantera caliza entre Novodruzhevsk y Bilohorivka. Les atacamos. Nadie ya les dará la posibilidad de cambiar de posiciones", dijo.
Miles de muertos
Rusia habría tenido en junio más de 40.000 soldados muertos, unas cifras que superan a las de cualquier otra guerra en la que ha participado Moscú, aseguró el presidente de Ucrania, Volodímir Zelensky.
"Las pérdidas rusas en junio podrían superar los 40.000 militares. No han perdido tantos soldados en ninguna otra guerra en décadas", precisó.
El Donbás, en el este de Ucrania y que incluye a las regiones prorrusas de Donestk y Lugansk, es el foco actual de los ataques rusos donde son ayudados por guerrillas afines a Moscú.
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