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Paul McCartney, ahora con 80 años

En el otoño de sus días, el “Beatle” saborea la última de sus revanchas reivindicado por los jóvenes y con mil proyectos entre manos.
Sabado, 18 de junio de 2022 20:13

Paul McCartney cumple 80 años y aquellos versos de When I’m sixty-four, que imaginaban su jubilación, parecen hoy sobrepasados por la asombrosa vitalidad de su autor: “Los domingos por la mañana dar un paseo hacer el jardín, cuidar la hierba, ¿quién podría pedir más? ¿Me seguirás necesitando, me seguirás alimentando cuando tenga sesenta y cuatro años?”.

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Paul McCartney cumple 80 años y aquellos versos de When I’m sixty-four, que imaginaban su jubilación, parecen hoy sobrepasados por la asombrosa vitalidad de su autor: “Los domingos por la mañana dar un paseo hacer el jardín, cuidar la hierba, ¿quién podría pedir más? ¿Me seguirás necesitando, me seguirás alimentando cuando tenga sesenta y cuatro años?”.

 


Durante demasiado tiempo, Macca fue considerado el menos interesante de los Beatles, el más burgués, pachanguero y acomodado, ¡el más (pongan cara de desprecio) comercial! Nada que ver con el aliento revolucionario de John, la espiritualidad de George o la simpatía de Ringo. Paul era gris, previsible y conservador, no molaba. Además, sus canciones siempre fueron las más simplonas de los Beatles, las más relamidas, ¿no?... ¡Ah!, pero el tiempo es tozudo y se empeña en restablecer el orden natural de casi todas las cosas: ahora todo el mundo sabe que Paul es quizá el único genio musical del pop del siglo XX, con Brian Wilson. ¿Por qué? ¿Qué ha ocurrido para que se produjera esa epifanía colectiva?


En 2021, su hija Mary difundió unas imágenes luminosas de un Paul más hogareño que nunca, tomadas en su granja de Sussex durante los meses de reclusión por la pandemia, para ilustrar una larga entrevista en la revista GQ en la que Macca se confesaba enamorado, feliz de cuidar su vida familiar y más ilusionado que nunca con el trabajo, con sus nuevos proyectos: la película de animación High in the clouds, basada en uno de sus cuentos y coproducida por Netflix, la flamante reedición de sus álbumes Flaming pie (1997) y McCartney (1970) y los toques finales del musical It’s a wonderful life, que llevaba preparando tres años como homenaje a la película homónima de Frank Capra (que aquí se tituló ¡Qué bello es vivir!). Además, en la entrevista, Paul reafirmaba su apoyo al movimiento Black Lives Matter y hacía profesión de fe de su militancia vegetariana, orgulloso de que los responsables de The Simpson le hubieran prometido mantener a Lisa como vegetariana a perpetuidad a cambio de contar con él como protagonista en uno de los episodios de la serie.

 

En junio de 2018 Macca causaba sensación como invitado especial del famoso Carpool Karaoke, la sección del programa The Late Late Show de James Corden emitida en Estados Unidos por la cadena CBS. Durante unas semanas que pasó en el Reino Unido, Corden aprovechó para grabar a McCartney en un recorrido al volante de su coche por distintos lugares de Liverpool relacionados con su vida, desde la casa donde vivió su infancia y adolescencia hasta un pub, donde tocó en directo y por sorpresa algunas viejas y nuevas canciones, emulando aquel famoso concierto del tejado inmortalizado en la película Let it be (1970), de Michael Lindsay-Hogg. 

 

 

Poco después, Paul aceptó la invitación del director Peter Jackson para embarcarse en la edición de una ambiciosa serie que documentara el proceso de grabación de aquel último álbum publicado por los Beatles, una empresa apoyada también por Ringo Starr, Yoko Ono y Olivia Harrison. Estrenada con todos los honores por Disney en noviembre de 2021, The Beatles: Get Back explica con cariño de fan el proceso de descomposición de los Fab Four y el papel protagonista que asumió McCartney aquellos meses finales, quizá el único beatle que apostaba en firme por la continuidad del grupo.

El año pasado, la productora Walt Disney comercializaba al fin la anunciada serie documental McCartney 3, 2, 1, donde Paul se reivindicaba orgulloso ante el productor Rick Rubin como el erudito melómano que siempre fue, recordando pequeños detalles de su vida artística y personal, desmenuzando el proceso de composición y grabación de algunos de sus discos con o sin los Beatles, asintiendo entusiasmado a los hallazgos y ocurrencias de su interlocutor, esa especie de cruce de hipster y oso amoroso que lo acompaña a lo largo de las más de tres horas de grabación, como el mayor de los fans, el más entregado y rendido ante su sentido del humor, su agudeza y su sabiduría y musical.


El próximo sábado, 23 de junio, Macca actuará en el prestigioso Festival de Glastonbury como cabeza de cartel, honor que comparte con Billie Eilish, una jovenzuela indie, y Kendrick Lamar, la última sensación del hip hop ilustrado. Solo Brian Wilson y Bob Dylan, otros dos grandes que pasaron su particular travesía del desierto, han sido venerados del mismo modo por las generaciones más jóvenes, que de repente han descubierto sin prejuicios al músico capaz de firmar en los últimos años cuatro de sus mejores álbumes, New (2013), Egypt Station (2018), McCartney III (2020) y el sorprendente McCartney III Imagined (2021), donde le secundan figuras como Beck, Damon Albarn, Phoebe Bridgers, St. Vincent o los tejanos Khruangbin. Con 80 años, Paul es hoy el más cool, el más simpático y el más moderno, y no, no tiene la memoria casi llena, como rezaba en 2007 el título de otro de sus discos memorables. Aun queda mucho espacio libre en su disco duro como para que nos preguntemos, atónitos, cuál será su próxima genialidad.

 

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