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29 de Marzo,  Salta, Centro, Argentina
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Con ocupación plena, los turistas destacan el trato que reciben en Salta

Amabilidad, buena comida y paisajes mágicos son las razones que hacen que la provincia esté llena de visitantes. Muchos recorren los atractivos de la ciudad y siguen camino a los valles.
Sabado, 18 de junio de 2022 23:41

Turistas de diferentes puntos del país y del mundo se movilizan por toda la provincia durante este fin de semana extra largo. En la capital salteña se registra un 90 por ciento de ocupación hotelera y en los valles, el porcentaje es mayor: 95%. Desde el sector turístico explicaron que el balance es sumamente positivo. 
En una esquina de la plaza 9 de Julio, frente al Cabildo Histórico, la familia Sarmiento, proveniente de Mendoza, se tomaba un selfie con un celular, con gran entusiasmo. 
“Llegamos el jueves porque queríamos ver todo el desfile de Güemes ayer (por el viernes). Viajamos en auto exclusivamente para esto. Soñábamos con ver los fogones y toda la guardia. También fuimos al museo de Güemes”, dijo Bárbara, 43 años, profesora de inglés. 
Pero no es la primera vez que la familia, compuesta por la mujer, su esposo Carlos y sus tres hijos visita la capital salteña. “Esta es la segunda vez. Ahora queremos conocer bien Salta capital. La primera vez que vinimos conocimos los alrededores y los valles”, expresó, mientras aguardaban para entrar al Cabildo Histórico. Luego de esa visita planeaban subir al Teleférico. 
“Nos encantan las tradiciones de Salta, su naturaleza, su estilo colonial, antiguo en la arquitectura de la ciudad. Realmente nos fascina. Los nenes están contentos”, sostuvo Carlos. 

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Turistas de diferentes puntos del país y del mundo se movilizan por toda la provincia durante este fin de semana extra largo. En la capital salteña se registra un 90 por ciento de ocupación hotelera y en los valles, el porcentaje es mayor: 95%. Desde el sector turístico explicaron que el balance es sumamente positivo. 
En una esquina de la plaza 9 de Julio, frente al Cabildo Histórico, la familia Sarmiento, proveniente de Mendoza, se tomaba un selfie con un celular, con gran entusiasmo. 
“Llegamos el jueves porque queríamos ver todo el desfile de Güemes ayer (por el viernes). Viajamos en auto exclusivamente para esto. Soñábamos con ver los fogones y toda la guardia. También fuimos al museo de Güemes”, dijo Bárbara, 43 años, profesora de inglés. 
Pero no es la primera vez que la familia, compuesta por la mujer, su esposo Carlos y sus tres hijos visita la capital salteña. “Esta es la segunda vez. Ahora queremos conocer bien Salta capital. La primera vez que vinimos conocimos los alrededores y los valles”, expresó, mientras aguardaban para entrar al Cabildo Histórico. Luego de esa visita planeaban subir al Teleférico. 
“Nos encantan las tradiciones de Salta, su naturaleza, su estilo colonial, antiguo en la arquitectura de la ciudad. Realmente nos fascina. Los nenes están contentos”, sostuvo Carlos. 

Felices

Doris y Dora, de 76 años, son amigas de toda la vida. La primera vive en España y la segunda en Buenos Aires. “Doris es guía de turismo y siempre nos llevaba a pasear en grupos. Ahora volvió de visita. Esta es la primera vez que venimos juntas a Salta. Este viaje lo planeamos hace cuatro años”, contó Dora, mientras estaba sentada en un banquito de la plaza. 
Es que algunos imprevistos, a los que se les sumó la pandemia, dilataron el proyecto. “Por fin lo pudimos concretar. Estamos felices”, expresaron las mujeres, quienes arribaron en colectivo el viernes, a las 18.30. El ómnibus llegó completo, con un total de 60 turistas. 
Precisaron que realizarán diferentes excursiones como tours por los museos, el Cabildo Histórico, el complejo museológico y cultural Explora Salta, una visita a la Quebrada de las Conchas y la ruta del vino, con el punto clave en Cafayate.
“Hoy (por ayer) vamos a disfrutar de empanadas en el almuerzo. Son una delicia. Los paisajes también son uno más lindo que el otro”, manifestó Doris. 
La mujer se definió como una “amante de los árboles”. “Donde fuimos encontré árboles maravillosos, como el molle. Me saqué un montón de fotos lindas”, dijo. 
Ambas contaron que valoran mucho la tranquilidad de la ciudad. “Aquí hay menos estrés. Nosotras vivimos aceleradas donde vivimos y aquí nos atienden muy bien en el hotel”, contaron. 

Añadieron que “los salteños y salteñas son superamables en todo. Nos recomiendan dónde ir, qué hacer. Aquí se atiende muy bien a los turistas y eso es importante, porque los que se sienten bien recibidos y atendidos después vuelven y también recomiendan a otros venir”. 
En la zona de la plazoleta IV Siglos, promotores de la Municipalidad de Salta guiaban a los turistas. “Son excepcionales”, dijeron las mujeres.
Valeria, de 38 años, y su familia, compuesta por 10 personas, la mayoría docentes, todos de Córdoba capital llegaron a la ciudad el viernes por la noche. Acostumbran a vacacionar en Salta, ya que sus tíos viven aquí, en la zona céntrica. 
Ayer, la familia visitó la iglesia San Francisco, luego se sentaron a tomar mate en el centro de la plaza y planeaban subir el cerro San Bernardo. 
“Salta es bonita en todo aspecto. Amamos el folclore, el patrimonio arquitectónico, como se conserva y la tranquilidad, porque Córdoba es más intensa”, comentaron. 

Cachi

Agustina Peuchot es médica y vive en la provincia de Buenos Aires. Junto a su familia, integrada por su esposo y sus hijos llegaron a Salta por cuarta vez, en avión. “Nos encanta el norte. Es bello. Nos tratan superbien. Recién salimos del Museo Arqueológico de Alta Montaña y mañana (por hoy) nos vamos a Cachi, porque queremos que los chicos conozcan. También vamos a ir a la quebrada de San Lorenzo y al Teleférico”, contó. 

Amigas

“Somos como hermanas, desde hace 40 años. Yo conocí Salta antes de la pandemia y quedé enamorada. Quería volver y las chicas se prendieron enseguida conmigo en el viaje”, contó Rosa, entre risas. Ella forma parte un grupo de cuatro amigas que lo completan Mónica, Sandra y Patricia, son docentes y residen en Merlo, Buenos Aires. 
Las mujeres viajaron en avión y contaron que todo les maravilló: desde las historias que les contaron los guías de turismo sobre pueblos originarios y los artesanos hasta las piezas de cerámica, la bijouterie y los tejidos. “Cada rincón guarda historias. No nos alcanza el tiempo para conocer todo, por eso vamos a volver”, dijo Patricia. 
Contentas, exhibieron a El Tribuno collares con piedras y cristales que se habían comprado, objetos de cerámica y mochilas tejidas. 
“Aquí no hay tanto caos vehicular. No hay bocinazos todo el tiempo. Nos impresiona el nivel de calma que existe y la limpieza. La gente es muy respetuosa de su ciudad y a cada rato la Municipalidad limpia las calles. Ya visitamos Cafayate y probamos el vinito torrontés blanco. Es riquísimo. Nos trajimos varios”, comentó Rosa. 
 

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