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“La dificultad para internar a un paciente no está en la ley sino en la disponibilidad de recursos”

Jueves, 02 de junio de 2022 02:10

En días en que se vuelve a debatir sobre la eficacia de la ley nacional de salud mental, el psiquiatra salteño Ignacio Crespo consideró que la norma puede ser “perfectible” pero destacó que lo principal es desarrollar planes y proyectos para el abordaje de los pacientes.
El tratamiento de la salud mental quedó en el centro de debate luego de que la madre del cantante Chano Charpentier hablara de la necesidad de revisar la ley que rige en la materia. El artista sufre adicción, tiene constantes recaídas y hace días debió quedar alojado en un centro de rehabilitación. Su mamá, Marina Charpentier, pidió modificar el artículo de la ley que establece que la internación en contra de la voluntad debe ser “excepcional”. La mujer planteó que las personas con adicción tienen la “voluntad tomada” y no pueden decidir por sí mismos si deben internarse.
Consultado sobre el tema, Ignacio Crespo, presidente de la Asociación de Psiquiatría de Salta, consideró que la ley no es el problema y dijo que la norma permite la internación en los casos necesarios.
El profesional, que también es especialista en salud pública, habló del tema en la previa a las jornadas nacionales de psiquiatría que se realizarán en Salta este viernes y sábado.
“La ley no está mal. Lo que pasa que es que no se siguieron diseñando políticas para aplicarla. No se siguieron armando marcos regulatorios que permitan que esa ley se pueda plasmar en proyectos, programas y planes”, afirmó.
El 3 y 4 de junio, se llevarán a cabo en Salta las jornadas “Actualización en el Diagnóstico y Abordaje de los Trastornos Mentales Severos”, organizadas por la Asociación de Psiquiatras de Argentina, con apoyo de la Asociaciones de Salta y Jujuy. La actividad se realizará en las aulas del hospital San Bernardo. Disertarán especialistas reconocidos a nivel nacional como Exequiel Scartezzini, Gabriela Orzuza, Carlos Benavente Pino, Guillermo Jemar, José Ibarra y Astrid Teme. Se abordarán trastornos complejos, como la esquizofrenia y los trastornos bipolares y de personalidad.

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En días en que se vuelve a debatir sobre la eficacia de la ley nacional de salud mental, el psiquiatra salteño Ignacio Crespo consideró que la norma puede ser “perfectible” pero destacó que lo principal es desarrollar planes y proyectos para el abordaje de los pacientes.
El tratamiento de la salud mental quedó en el centro de debate luego de que la madre del cantante Chano Charpentier hablara de la necesidad de revisar la ley que rige en la materia. El artista sufre adicción, tiene constantes recaídas y hace días debió quedar alojado en un centro de rehabilitación. Su mamá, Marina Charpentier, pidió modificar el artículo de la ley que establece que la internación en contra de la voluntad debe ser “excepcional”. La mujer planteó que las personas con adicción tienen la “voluntad tomada” y no pueden decidir por sí mismos si deben internarse.
Consultado sobre el tema, Ignacio Crespo, presidente de la Asociación de Psiquiatría de Salta, consideró que la ley no es el problema y dijo que la norma permite la internación en los casos necesarios.
El profesional, que también es especialista en salud pública, habló del tema en la previa a las jornadas nacionales de psiquiatría que se realizarán en Salta este viernes y sábado.
“La ley no está mal. Lo que pasa que es que no se siguieron diseñando políticas para aplicarla. No se siguieron armando marcos regulatorios que permitan que esa ley se pueda plasmar en proyectos, programas y planes”, afirmó.
El 3 y 4 de junio, se llevarán a cabo en Salta las jornadas “Actualización en el Diagnóstico y Abordaje de los Trastornos Mentales Severos”, organizadas por la Asociación de Psiquiatras de Argentina, con apoyo de la Asociaciones de Salta y Jujuy. La actividad se realizará en las aulas del hospital San Bernardo. Disertarán especialistas reconocidos a nivel nacional como Exequiel Scartezzini, Gabriela Orzuza, Carlos Benavente Pino, Guillermo Jemar, José Ibarra y Astrid Teme. Se abordarán trastornos complejos, como la esquizofrenia y los trastornos bipolares y de personalidad.

¿Crecieron los problemas de salud mental con la pandemia?

Por un lado, tenemos algunos problemas que crecieron con la pandemia, como los trastornos de ansiedad, los trastornos depresivos, el trastorno por estrés postraumático, que no es lo que englobamos en general cuando hablamos de trastornos mentales severos. Son trastornos que en general tienen tratamiento y buena evolución.
En el caso de los trastornos mentales severos, lo que pasó tuvo que ver con la discontinuidad en los procesos de atención porque estaba todo cerrado, los pacientes tenían dificultades para llegar a las consultas y había dilaciones para conseguir la medicación.
En adicciones, tenemos grupos en los que creció el consumo y otros en los que disminuyó. Fue bastante hetérogeno el impacto. En grupos de adolescentes que tenían episodios de consumo y un patrón de abuso los fines de semana, mejoró la situación al haber tantas restricciones. Bajó el consumo.
Las personas que ya tenían un patrón adictivo, de dependencia, la pasaron bastante mal. Muchos hicieron cuadros de abstinencia. Estuvieron sujetos a situaciones de mucha vulnerabilidad porque estaban en la calle y no estaban bien contenidos. Con las políticas que se implementaron en ese momento no se llegó a contener del todo y son grupos supermarginales. Estuvieron excluidos y desprotegidos.
Uno a veces hace foco en los problemas de salud y no en las personas. Creo que para tener políticas más atinadas hay que hacer foco en las personas.

En las jornadas nacionales que se harán en Salta va a exponer sobre el marco legal en materia de salud mental, ¿cómo lo ve?

En Salta tenemos cosas que, por ahí, en otras provincias están arrancando, que es el desarrollo de normativas y resoluciones para que la ley nacional de salud mental se pueda implementar. 
En cuando a la ley de salud mental, si bien tiene algunas cosas que son perfectibles, no está mal. El tema es todo lo que surge a partir de eso.
Creo que hay grupos ortodoxos envueltos en pujas sectoriales. Habitualmente cuando hay situaciones de ese tipo, son grupos que están enfrentados por motivos que van más allá del tema que tratan. La ley de salud mental no está mal. Lo que pasa que es que no se siguieron diseñando políticas para aplicarla. No se siguieron armando marcos regulatorios que permitan que esa ley se pueda plasmar en proyectos, programas y planes.
Estuve como gerente del hospital de salud mental Miguel Ragone hasta diciembre. En Salta pudimos desarrollar bastante. De hecho, hay una resolución que da base a un sistema de atención en salud mental, de inserción comunitaria, con un sistema de referencia y contrarreferencia. Ese trabajo llevó casi dos años. Otra normativa da lugar a un grupo de coordinación que articula acciones dentro del Ejecutivo. Acá se hacen cosas, está faltando dar el paso hacia la inversión concreta o avanzar en el desarrollo. Me fui en diciembre del hospital y no sé qué más pasó.

Cuando dice que hay discrepancias en torno de la ley de salud mental, ¿se refiere al tema de la internación de los pacientes en contra de su voluntad?

La realidad es que hoy la ley no te impide internar. La mayor dificultad para la internación de un paciente no estriba en la ley sino en la disponibilidad de recursos. Hay que avanzar en el desarrollo de programas y proyectos para que el Ejecutivo destine los fondos para hacer lo que la ley pide. Si se pudiera avanzar en eso, no habría problemas de camas. Está faltando esa parte del trabajo.
La puja real ... son pujas de poder entre grupos de profesionales que están ubicados de manera polarizada. Hay gente de la psiquiatría con una postura muy ortodoxa, que dicen que la ley está mal. La ley no está mal. 
Hay otra gente, del lado de la psicología o la sociología, que dice que la ley está perfecta y no hay que tocarla. Eso también está mal porque todo es perfectible. La ley tiene 10 años y en 10 años hubo muchos cambios.

La ley siempre se vuelve a poner en debate con casos como el de Chano o Felipe Pettinato, (que quedó internado luego del incendio de su departamento, en el que murió un amigo suyo en circunstancias que se investigan).

La ley plantea que la internación se hace en situaciones de riesgo. Si hay riesgo, se puede internar. Hay gente que requiere un tipo de contención más importante que un tratamiento ambulatorio en un consultorio.
La ley dispone que esas cosas se desarrollen. No se pudo avanzar porque no se avanzó en lo más elemental, que es el desarrollo de planes proyectos y programas para que se hagan las inversiones y para los presupuestos.
Sé que el Ejecutivo hace esfuerzos, pero el Ejecutivo puede invertir en la medida en que los desarrollos de normativas están y eso depende muchas veces de una secretaría o una asociación profesional. En el hospital hicimos mucho. Incluso hay un programa para el desarrollo de un programa de atención infanto juvenil. Sé que eso está en vías de desarrollo. 

En la atención de salud mental en la infancia y adolescencia hay una falencia desde hace mucho en Salta.

Está en vías de desarrollo un espacio. De hecho, el proyecto está presentado y sé que se están buscando los fondos para hacerlo. Cuando uno desarrolla los programas, la cosa avanza. Si los cálculos de costos están bien hechos, el presupuesto se busca. Hay que hacer un proyecto claro de lo que se va a hacer. Las cosas tienen que estar escritas. Si no, es muy difícil. Creo que la ley está bien pero faltan desarrollos serios: ni uno que pida abrir 10 hospitales para la internación ni otro que pida que no haya ninguno. Hay que buscar un equilibrio y pensar en lo que le hace mejor a la gente

¿A qué se refiere cuando habla de grupos ortodoxos?

A sectores que quieren abrir un hospital de 200 camas y llenarlo. Y Salta no necesita eso. Soy especialista en salud pública y estuve en otros países. Salta necesita de 40 a 50 camas para pacientes agudos. Pueden estar, unas cuantas, en lo que es el hospital Ragone hoy y otras en hospitales generales. 

¿Se lograron desarrollar los espacios de tratamientos alternativos a la internación que preveía la ley de salud mental, como las casas de medio camino?

En determinado momento teníamos dos casas de medio camino. Lógicamente eso está distante de lo que hace falta. Con la pandemia se cerró una y entiendo que la intención es volver a abrirla. Pero no hay un dispositivo unívoco, hay que apuntar a una multiplicidad de dispositivos para la contención. 

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