Cuando llega la noche y el frío se mete en el cuerpo, las personas en situación de calle tienen dos espacios públicos en la ciudad a los que acudir por un plato caliente y una cama con frazadas.
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Cuando llega la noche y el frío se mete en el cuerpo, las personas en situación de calle tienen dos espacios públicos en la ciudad a los que acudir por un plato caliente y una cama con frazadas.
Las últimas semanas, más de 40 personas por noche buscaron cobijo en estos lugares.
El refugio municipal está ubicado en la calle Buenos Aires 930, esquina Zabala. Desde hace unos meses, este trabaja con la modalidad de hospedería y está abierto todos los días, fines de semana y feriados inclusive, de 20 a 8. Solo reciben a varones.
El refugio provincial, que está en avenida Entre Ríos 1075, abre también de 20 a 8 y recibe tanto a varones como a mujeres mayores de 18 años de edad.
En ambos lugares, desde las 20 reciben a las personas que quieran dormir allí. Les ofrecen una ducha caliente, si se quieren bañar, y una muda de ropa por si no tienen. Les brindan elementos de limpieza y una cena caliente que aseguraron es "sustanciosa", con carne, cereales y verdura. Luego, pueden dormir en una cama con frazadas.
A las 8 se les da el desayuno, que consiste en un té o un mate cocido con pan fresco. Luego se retiran del refugio y se realizan las tareas de limpieza para la noche siguiente.
En estos espacios, el número de gente varía, sobre todo, de acuerdo con el frío que hace. Mencionaron que, por ejemplo, para la fiesta de Sumalao no quedó casi nadie en la ciudad.
Al refugio municipal van entre 15 y 20 personas, en promedio, por noche. Son todos varones entre los 35 y los 60 años. Tiene una capacidad para 25 camas y siempre dejan un lugar por si surge una emergencia. Como trabajan con el 105 o el 911, si surge algo a última hora o si hace mucho frío, a veces llegan más personas durante la noche.
La hospedería municipal se mantiene con los insumos que le brinda la Secretaría de Desarrollo Humano de la comuna.
Cuando abrió, durante la pandemia, este espacio era un albergue de 24 horas. Desde hace dos meses y medio funciona como hospedería.
El encargado del refugio, Segundo Casabella, mencionó que decidieron "innovar" con esta modalidad que era "la necesidad del momento".
Desde que abrieron la hospedería empezó a aumentar la demanda a medida que progresó el frío. Antes iban 5,6 u 8 personas y ahora llegan a 20.
Muchos de los que van al refugio viven en la calle desde hace mucho tiempo. Otros están allí porque no pueden pagar un alquiler o porque son del interior, buscan trabajo y no tienen dónde dormir.
Desde la hospedería creen que no llegaron al tope de la capacidad porque "el peor frío todavía no llegó".
Los vecinos que están en situación de calle o que ven a alguien allí pueden llamar al 105 o al 911. Si la persona quiere, es trasladada al refugio. Allí trabajan tres empleados municipales y tres guardias permanentes.
Un espacio más
El refugio provincial abrió el año pasado por primera vez y volvió a hacerlo hace tres semanas. Desde entonces, los días hábiles llegaron a tener la capacidad colmada, con 26 personas.
Este fin de semana largo, hubo un promedio de 10 varones cada noche. Hace varios días que no llegan mujeres.
Muchas de las personas que van ya son conocidas porque son las mismas del año pasado. Algunas están en situación de calle desde hace 15 años.
Revelaron que muchas personas no tienen documento. Sin embargo, desde el refugio no les ayudan para resolver este asunto. "No tenemos tiempo para hacer un trabajo más profundo", mencionó la directora de Asistencia Crítica de la Provincia, Luz Arévalo.
El censo para personas en situación de calle arrojó que en Salta capital hay 214 personas que pasan la noche en espacios públicos.