Han pasado siete meses desde que el abogado de Mayra Rodas, una joven de 33 años de la localidad de Embarcación, presentó ante la Justicia un pedido formal para que se avance con un estudio de ADN que confirme que su nena de 8 años de edad es hija también de Matías Romera, actual concejal de esa localidad del norte. En realidad no es la primera vez que Mayra presenta este pedido, aunque no tiene ninguna certeza de que antes la abogada que la patrocinaba haya formulado el mismo pedido ante la jueza de familia Claudia Viviana Yance. "Esto es una pelea de muchos años contra gente que tiene poder político y económico, pero yo quiero ir hasta el final por dos razones. Para que mi hija sepa que nunca le mentí quien es su padre y para que este hombre que es finquero y actualmente concejal se haga cargo de la manutención de mi nena. Nosotras no queremos más nada ni pretendemos que después de 8 años que no la reconoció venga a ocupar su rol de padre porque, de hecho, el ya tiene otra familia. Pero mi hija tiene el derecho por ley y yo quiero tener la paz y la tranquilidad de que todo lo que se dijo de mí por parte de su familia es falso".
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Han pasado siete meses desde que el abogado de Mayra Rodas, una joven de 33 años de la localidad de Embarcación, presentó ante la Justicia un pedido formal para que se avance con un estudio de ADN que confirme que su nena de 8 años de edad es hija también de Matías Romera, actual concejal de esa localidad del norte. En realidad no es la primera vez que Mayra presenta este pedido, aunque no tiene ninguna certeza de que antes la abogada que la patrocinaba haya formulado el mismo pedido ante la jueza de familia Claudia Viviana Yance. "Esto es una pelea de muchos años contra gente que tiene poder político y económico, pero yo quiero ir hasta el final por dos razones. Para que mi hija sepa que nunca le mentí quien es su padre y para que este hombre que es finquero y actualmente concejal se haga cargo de la manutención de mi nena. Nosotras no queremos más nada ni pretendemos que después de 8 años que no la reconoció venga a ocupar su rol de padre porque, de hecho, el ya tiene otra familia. Pero mi hija tiene el derecho por ley y yo quiero tener la paz y la tranquilidad de que todo lo que se dijo de mí por parte de su familia es falso".
Agravios, insultos y temor
Mayra recuerda que al padre biológico de su hija lo conoce "desde siempre porque comenzamos siendo amigos desde que tenemos 15 años. Los dos hoy tenemos 33 y hace unos 10 años comenzamos una relación de pareja. Yo me quedé embarazada y él no quería saber nada, pero yo desde el primer momento le dije que no estaba dispuesta a abortar. Para reconocerla quería que me hiciera un ADN para estar seguro si era el padre, me dijo cosas muy hirientes; en ese momento le dije que yo tenía que dedicarme a mi hija porque eso era lo más importante para que naciera bien y después ocuparme de criarla. Pasé todo el embarazo sin él y, como le sucede a tantas mujeres, fue muy duro. Pero felizmente mi hija nació sanita".
Mayra recuerda que desde que nació su hija, que hoy tiene 8 años, "hice de todo para mantenerla, para que no le faltara nada. Vivimos con mi mamá y ella fue la persona que más me ayudó porque yo tenía que salir a entregar productos porque vendo por cartilla, hice peluquería y manicuría y tengo mis clientas; la madre de mi ex pareja era funcionaria municipal y ella me autorizaba los bolsones alimentarios que a mi hija le correspondían. Para mí ir a la Municipalidad a pedir esa ayuda no era humillante porque realmente la necesitábamos".
La joven recuerda que antes de eso, "cuando mi nena cumplió cinco meses, un día se apareció la madre de él diciendo que quería conocerla, tener un vínculo con mi hija. A mí me pareció bien. En la segunda visita me dijo que quería llevarla a la plaza a dar un paseo y después no volvió más. Un día me lo crucé en la calle a él y me dijo que los dejara de molestar porque su mamá le había hecho hacer un estudio de ADN a la bebé y que había salido que ellos no tenían ningún parentesco con mi hija. Ahí me di cuenta que la intención era tomarle una muestra a mi hija, por eso la abuela paterna se acercó a la nena. Ellos me mandaron una copia pero a ese papel le faltan todos los datos de mi hija, del padre, de la abuela y tampoco tiene firma de algún profesional que haya hecho el estudio. Pero como ellos son gente de mucha plata me dijeron que lo habían pagado de forma particular y que estaban seguros que mi nena no era hija de él".
Mayra asegura que desde entonces "he recibido agravios e insultos por parte de él. Una vez me tiró la camioneta encima, en la calle me gritaba "sos una puta, no servís para mierda' . Mi nena cuando andamos en la calle y ve una camioneta roja me dice, "mami cuidado ahí viene ese hombre' porque le tiene terror. Hace algunos años comencé a pensar que mi hija tiene todo el derecho a saber quién es su padre y que él tiene la obligación de darle lo que ella necesita, así que contraté a una abogada. Pero ellos son gente muy poderosa y la abogada me tuvo más de un año para que el juzgado ordene una medida y le exija que se ocupe de darle los alimentos; en realidad él nunca le dio nada".
Mayra buscó a otro letrado que le dijo que ya había presentado todos los escritos y que estaba esperando que la jueza Claudia Yance ordene el pedido de muestras de ADN y que eso puede demorar un mes más. "Lo que creo es que ellos, el concejal y su madre, la exsecretaria de Hacienda del municipio, tienen mucho que ver en la demora de mi caso porque el pedido para el ADN dice mi abogado que lo hizo en diciembre del año pasado".
La joven explicó: "Incluso fui al Concejo para pedirle que nos manejemos con serenidad y que esperemos que la Justicia dictamine. Pero no me quiso atender. Hoy salgo a los medios a exponer la situación porque sospecho que esta gente es capaz de presionar a los mismos jueces para que no actúen. Si ellos le hicieron un ADN a mi nena y aseguran que no es hija de él, no sé cuál es el temor que tienen ahora", expresó la joven.
Utilización política del caso
El edil que Mayra asegura es el padre biológico de su hija pertenece a la bancada opositora a la gestión del actual intendente Carlos Funes y como su madre siempre se desempeñó en las filas del exintendente Alfredo Llaya. Y como en todo pueblo chico la pelea política con vistas al 2023 es durísima y se apela a cualquier recurso para criticar el opositor. “Justamente, el Día del Padre, los políticos que son contrarios al papá de mi hija le hicieron escraches en las redes sociales diciendo que tiene una demanda de filiación y no tuvieron problemas en exponer la foto de mi nena. Ella tiene 8 años, pero se da cuenta de todo y los compañeros en la escuela también por eso le hacen comentarios. Los políticos con tal de llevar adelante sus peleas no han tenido consideración de mi hija. Nosotros estamos al margen de la política y lo mío es una pelea judicial”.
CORRESPONSALÍA TARTAGAL