¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

13°
19 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Juventud Antoniana encontró oxígeno

Con goles de Julio Cáceres y Enzo Vargas, el santo venció a Crucero 2 a 1. El equipo de Pablo Martel, después de 5 partidos, recuperó la memoria de ganar
Lunes, 27 de junio de 2022 02:10

Vaya si Juventud Antoniana no necesitaba ese óxigeno que ayer consiguió para cerrar su participación en la primera rueda del Torneo Federal A, con una ajustada victoria por 2 a 1 frente a Crucero del Norte. El triunfo de los antoniano ante los misioneros sirvió para salir de una racha adversa de 5 partidos, y en la cual solo había conseguido un empate y se retiró derrotado en los restantes compromisos.
Esos tres valiosos puntos que sumó el santo en una nueva presentación en el estadio Padre Martearena le significaron una bocanada de aire fresco que le permite alejarse de los últimos lugares en la tabla de posiciones, logro que estuvo acompañado con la presentación entre los titulares de uno de los últimos refuerzos, Julio Cáceres, quien llegó para convertir goles y cumplió al pie de la letra. De entrada nomás el atacante mostró su olfato goleador y marcó el primero de cabeza luego de un tiro de esquina que ejecutó Matías Sproat, conectó el centro y decretó el 1 a 0 parcial.
Hasta allí el mejor juego lo estaba desarrollando el 11 que dirige Pablo Martel, copando la zona media, con movimientos acertados de Julián Acosta en la contención, y el despliegue de Matías Pato en la función de enganche y en la creación, por lo que el “Demonio” Enzo Vargas, con rotación permanente en la zona de ataque dejaba desairados a sus marcadores. Pero como el acierto estaba en que Cáceres siga “peinando” los tiros por elevación que se le abastecía, no necesariamente Matías Sproat, el encargado del juego con pelota que desempeña ese rol, sino que los demás compañeros asociaban el juego de esa manera. En otra jugada donde Cáceres le ganó al rival en el juego aéreo, el arquero Guillermo Bachke no pudo controlar la pelota y ante la desinteligencia del uno del colectivero Enzo Vargas aprovechó el descuido y amplió las diferencias para el local.
Fiesta en la tribunas y las sonrisas de oreja a oreja para los hinchas de Juventud. Por fin el equipo mostraba una faceta distinta a la de partidos anteriores, pero quedaba por delante todo el segundo tiempo. Los hombres del santo sintieron el trajín de la primera parte y Crucero se dio cuenta y salió a presionar unos metros más adelante, logrando marcar el descuento por medio de Cristian Campozano, que se encontraba entre los relevos e ingresó por Osmar Fernández; este cambio favoreció para que Campozano ponga a su equipo al tiro de la igualdad.
Otra vez el sufrimiento antoniano como en otras ocasiones. En cada avance de Crucero el arquero Nicolás Sequeira trataba de asegurar cuanto balón aparecía por ese sector. Si bien el conjunto misionero buscó la forma de no quedarse con las manos vacías, se expuso a algunas contras que le podrían haber posibilitado al dueño de casa terminar más tranquilo el encuentro. Los 9 minutos adicionales que marcó el árbitro fueron para prolongar el sufrimiento, aunque el aliento incesante de los cuatro costados del Martearena se sostuvo en lo alto como señal de reencuentro con el triunfo.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Vaya si Juventud Antoniana no necesitaba ese óxigeno que ayer consiguió para cerrar su participación en la primera rueda del Torneo Federal A, con una ajustada victoria por 2 a 1 frente a Crucero del Norte. El triunfo de los antoniano ante los misioneros sirvió para salir de una racha adversa de 5 partidos, y en la cual solo había conseguido un empate y se retiró derrotado en los restantes compromisos.
Esos tres valiosos puntos que sumó el santo en una nueva presentación en el estadio Padre Martearena le significaron una bocanada de aire fresco que le permite alejarse de los últimos lugares en la tabla de posiciones, logro que estuvo acompañado con la presentación entre los titulares de uno de los últimos refuerzos, Julio Cáceres, quien llegó para convertir goles y cumplió al pie de la letra. De entrada nomás el atacante mostró su olfato goleador y marcó el primero de cabeza luego de un tiro de esquina que ejecutó Matías Sproat, conectó el centro y decretó el 1 a 0 parcial.
Hasta allí el mejor juego lo estaba desarrollando el 11 que dirige Pablo Martel, copando la zona media, con movimientos acertados de Julián Acosta en la contención, y el despliegue de Matías Pato en la función de enganche y en la creación, por lo que el “Demonio” Enzo Vargas, con rotación permanente en la zona de ataque dejaba desairados a sus marcadores. Pero como el acierto estaba en que Cáceres siga “peinando” los tiros por elevación que se le abastecía, no necesariamente Matías Sproat, el encargado del juego con pelota que desempeña ese rol, sino que los demás compañeros asociaban el juego de esa manera. En otra jugada donde Cáceres le ganó al rival en el juego aéreo, el arquero Guillermo Bachke no pudo controlar la pelota y ante la desinteligencia del uno del colectivero Enzo Vargas aprovechó el descuido y amplió las diferencias para el local.
Fiesta en la tribunas y las sonrisas de oreja a oreja para los hinchas de Juventud. Por fin el equipo mostraba una faceta distinta a la de partidos anteriores, pero quedaba por delante todo el segundo tiempo. Los hombres del santo sintieron el trajín de la primera parte y Crucero se dio cuenta y salió a presionar unos metros más adelante, logrando marcar el descuento por medio de Cristian Campozano, que se encontraba entre los relevos e ingresó por Osmar Fernández; este cambio favoreció para que Campozano ponga a su equipo al tiro de la igualdad.
Otra vez el sufrimiento antoniano como en otras ocasiones. En cada avance de Crucero el arquero Nicolás Sequeira trataba de asegurar cuanto balón aparecía por ese sector. Si bien el conjunto misionero buscó la forma de no quedarse con las manos vacías, se expuso a algunas contras que le podrían haber posibilitado al dueño de casa terminar más tranquilo el encuentro. Los 9 minutos adicionales que marcó el árbitro fueron para prolongar el sufrimiento, aunque el aliento incesante de los cuatro costados del Martearena se sostuvo en lo alto como señal de reencuentro con el triunfo.

 

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD