El planeta atraviesa una crisis ambiental sin precedentes. Como muchos otros temas, en educación y en términos de decisiones políticas y económicas, es momento de un gran cambio de paradigma con respecto al medio ambiente y las energías sustentables.
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El planeta atraviesa una crisis ambiental sin precedentes. Como muchos otros temas, en educación y en términos de decisiones políticas y económicas, es momento de un gran cambio de paradigma con respecto al medio ambiente y las energías sustentables.
El lugar que habitamos requiere volver a mirarlo y resignificarlo, entendiendo que la crisis ambiental es una crisis social y que es necesario un cambio de paradigma hacia la sustentabilidad otro debe ser nuestro dialogo y otro nuestro modo de hacer. Palabras claves como solidaridad, responsabilidad, compromiso y cooperación deben ir acompañadas de propuestas que transformen, en presente, la mirada cultural sobre el ambiente, pensando el camino posible hacia esa sustentabilidad. Pensar que relación establece la sociedad moderna con la naturaleza es, también, promover el encuentro intercultural de diálogos científicos y populares para discutir problemáticas ambientales y buscar propuestas de acción. Somos con el otro.
Dentro de este panorama la educación constituye la alternativa posible a la hora de abordar las problemáticas ambientales para el desarrollo y los estilos de vida sostenibles. En el aula y fuera de ella, debemos alentar a repensar nuestros modos de habitar nuestro planeta. Porque tenemos que conocer para cuidar y aprender para actuar. El mundo ya cambió, sus necesidades también, la pregunta es ¿qué hacemos nosotros frente a esto? Enseñar para motivar a ser auténticos y comprometidos protagonistas.
El 14 de mayo del 2021 fue sancionada la ley N§ 27.621, para la Educación Ambiental Integral en la República Argentina.
Educación Ambiental Integral (EAI): es un proceso educativo permanente con contenidos temáticos específicos y transversales, que tiene como propósito general la formación de una conciencia ambiental, a la que articulan e impulsan procesos educativos integrales orientados a la construcción de una racionalidad, en la cual distintos conocimientos, saberes, valores y prácticas confluyan y aporten a la formación ciudadana y al ejercicio del derecho a un ambiente sano, digno y diverso. Se trata de un proceso que defiende la sustentabilidad como proyecto social, el desarrollo con justicia social, la distribución de la riqueza, preservación de la naturaleza, igualdad de género, protección de la salud, democracia participativa y respeto por la diversidad cultural. Busca el equilibrio entre diversas dimensiones como la social, la ecológica, la política y la económica, en el marco de una ética que promueve una nueva forma de habitar nuestra casa común (art, 2).
La Educación Ambiental Integral nos interpela y nos sensibiliza, esta nueva manera de mirar el mundo exige situarnos con autonomía, responsabilidad, imaginación y propuestas concretas en espacios de encuentros y aprendizajes, tomando conciencia sobre nuestra manera de concebir el mundo y las acciones que ejercemos en él. Es necesario un cambio cultural para responder a los desafíos ambientales y favorecer la construcción de sociedades sustentables y equitativas.
Entendiendo los procesos educativos permanentes, cuyo propósito es la formación de la conciencia ambiental, no podemos quedarnos solo en la selección de contenidos y el abordaje desde el reconocimiento de una problemática y nada más. Para cambiar la conciencia ambiental tendremos que indagar como nos relacionamos con el medio ambiente y qué implica para nosotros habitar un ambiente saludable.
La complejidad del mundo de hoy y del mundo que se viene exige modificar nuestro modo de pensar y actuar. Hace falta vencer el miedo a la incertidumbre, transitar este camino exige organizarnos para entender el paradigma de la sustentabilidad y cambiar nuestra participación y nuestro compromiso con el medio ambiente. Mientras se toman las decisiones políticas y económicas pertinentes necesitamos reaccionar de modo urgente. Y en esta reacción la educación tiene protagonismo, en la selección de contenidos pertinentes, en la capacitación de sus agentes educativos, en promover la toma de conciencia reconociendo la pluralidad y diversidad. Superar un paradigma y pararnos en el presente no es un deseo, es una necesidad.
Un nuevo desafío ya está instalado, no se trata del futuro, se trata del presente, las decisiones a tomar y las líneas de acción. Repensar nuestras prácticas y a partir de allí construir la alternativa posible.