Tomás Domínguez tiene 12 años y la robótica le fascina. Con mucha paciencia y de forma minuciosa manipulaba pequeños cables y piezas para terminar de armar un mini robot ayer durante el primer encuentro presencial y virtual de escuelas con jornada extendida que se llevó a cabo en la Usina Cultural, bajo el lema "Más tiempo, mejor escuela".
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Tomás Domínguez tiene 12 años y la robótica le fascina. Con mucha paciencia y de forma minuciosa manipulaba pequeños cables y piezas para terminar de armar un mini robot ayer durante el primer encuentro presencial y virtual de escuelas con jornada extendida que se llevó a cabo en la Usina Cultural, bajo el lema "Más tiempo, mejor escuela".
Un total de 12.621 estudiantes salteños asisten a escuelas con esta modalidad. Hay 45 instituciones en el interior y 21 en la capital salteña, es decir, un total de 66. Los docentes talleristas a cargo son 149 y los niños tienen una jornada escolar de alrededor de ocho horas.
"Me gusta mucho la robótica porque es muy divertido. Cuando sea grande quiero ser ingeniero o aprender programación", contó Tomás, alumno de séptimo año de la escuela Camino del Inca, en Vaqueros.
Su compañera de curso, Catalina Pérez, realizaba idéntica labor. "Esta es una experiencia muy linda. Lo que más me gusta es hacer los led, ir aprendiendo más cosas para armar robots. Yo también quiero estudiar ingeniería", expresó con entusiasmo la adolescente.
Tomas y Catalina son dos de los 28 alumnos que aprenden robótica en un taller de la institución de jornada extendida. Su docente, Mirta Fresco, contó que se dicta esta rama de la ingeniería mecánica desde 2018 y que los niños pueden trabajar con placas Arduino, de desarrollo de hardware para construir dispositivos digitales e interactivos que puedan detectar y controlar objetos del mundo real.
La docente explicó que compraron a pulmón cuatro kits para la escuela, pero que este año el Ministerio de Educación les proporcionó tres kits más. Además trabajan de forma articulada con la escuela técnica 1100 República de la India en los talleres. Actualmente los chicos trabajan en la creación de un semáforo y la finalización de un robot. "Faltan unas cuantas clases para poder activar el robot mediante bluetooth, que requiere un programa especial. Estamos a full", expresó Fresco.
Una dificultad con la que tienen que lidiar es la falta de conectividad en la zona, en algunas ocasiones. Sin embargo, siguen adelante en su labor.
"La alfabetización tecnológica es primordial en estos tiempos. Los niños no solo aprenden a trabajar con la computadora sino con Arduino, electrónica y aprenden a soldar, entre otros conocimientos", finalizó la docente.
Artes visuales
Colores y diversas técnicas y texturas se visualizaban en los salones de la Usina Cultural, donde se expusieron las producciones de los alumnos. Se exhibieron desde dibujos con el método zentangle, que consiste en la creación a partir de patrones abstractos, objetos reciclados, títeres y letras tridimensionales decoradas, hasta lámparas colgantes hechas con cartapesta y figuras realizadas con origami modular.
Mabel Falleta, profesora de Artes Visuales, de la escuela Brown, explicó que es fundamental que los niños puedan trabajar la motricidad fina de sus manos y sus emociones a través del arte. "Cuando llega la hora del taller se ponen recontentos. Disfrutamos al máximo el tiempo. Ahora estamos realizando murales", manifestó.
Destacó que el hecho de que los chicos permanezcan más tiempo en la escuela contribuye a su contención, bienestar y formación.
Hace nueve años
La jornada extendida se implementa en la provincia desde 2013, en el marco de la ley de educación nacional 26.206. Abarca desde cuarto año, hasta séptimo. El turno mañana va desde las 8 hasta las 15.30 y el tarde va desde las 10.45 hasta las 18.15.
Carmen Rosa Virrios, supervisora de nivel primario, sostuvo que el objetivo de la jornada es visibilizar las experiencias y los resultados de los talleres. Participaron del encuentro tanto las escuelas de la capital salteña, como las del interior mediante enlace virtual.
"Buscamos sostener a esa comunidad educativa que ya habíamos conformado hace nueve años, cuando se lanzó esta propuesta", señaló Virrios.
Los espacios y las opciones son variadas como idiomas, deportes, oratoria, organización de eventos, autoestima, expresión, nutrición, cultura, protección del ambiente y también hay un taller de acompañamiento al estudio dos veces a la semana para reforzar los contenidos como matemática y lengua.
"Otro objetivo fundamental es formar al alumno como futuro estudiante del nivel secundario, donde la deserción tiene un índice alto. Buscamos proporcionarles herramientas que le van a permitir a futuro cierta autonomía para desempeñarse. Queremos generar condiciones justas de acceso al conocimiento, la profundización de temáticas y otros modos de abordaje de los saberes", finalizó.