Siempre pasa lo mismo en este bendito país, cuando el periodismo no tiene nada que decir recurre al dólar y en las pantallas de los diferentes canales abruman con el urgente. El dólar alcanzó los 330 pesos, en tres días subió 40 pesos, logró un nuevo récord y así le hacen juego a los especuladores. Son los mismos que aparecen cuando estamos próximos a una devaluación, desconocen que perdemos todos. Cada peldaño que sube el dólar, más pobres no sumamos a la marcha de argentinos, que dejaron de creer en los gobernantes y en el valor de la moneda, que es más preocupante y entonces van al dólar como refugio de valor. En otros países, el caso de Brasil, Uruguay, Perú, Bolivia, Chile, que devaluó fuerte su moneda, nadie se preocupa por el dólar, todos priorizan su moneda, situación que no sucede en el país.
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Siempre pasa lo mismo en este bendito país, cuando el periodismo no tiene nada que decir recurre al dólar y en las pantallas de los diferentes canales abruman con el urgente. El dólar alcanzó los 330 pesos, en tres días subió 40 pesos, logró un nuevo récord y así le hacen juego a los especuladores. Son los mismos que aparecen cuando estamos próximos a una devaluación, desconocen que perdemos todos. Cada peldaño que sube el dólar, más pobres no sumamos a la marcha de argentinos, que dejaron de creer en los gobernantes y en el valor de la moneda, que es más preocupante y entonces van al dólar como refugio de valor. En otros países, el caso de Brasil, Uruguay, Perú, Bolivia, Chile, que devaluó fuerte su moneda, nadie se preocupa por el dólar, todos priorizan su moneda, situación que no sucede en el país.
Más alto el dólar más alta la inflación, por más que digan que el mercado paralelo es muy chico y no influye en el resto de la economía. No es verdad, porque los pícaros, aparecen en estos momentos y todo se remarca al compás de la divisa. Curiosamente, en un país productor, pareciera que cada mercadería tiene un componente dolarizado. En Salta también todos están pendientes de la suba. Destacó dos ejemplos como una clara postal de la incertidumbre, desconcierto y especulación que en estos momentos, en cada rincón del país desvela a los argentinos. Un productor con una pequeña finca en Chicoana se quejaba, con una resignación que me conmovió. “Vengo hasta aquí porque no consigo gasoil. No sé qué voy a hacer, creo que voy a malvender la finca; para un tractor no encuentro repuesto hace seis meses, otro no me quieren vender por el dólar; además no consigo gente que quiera trabajar, porque todos tienen planes del Gobierno”. La otra cara, aprovechando el sol de la mañana aprovecho para lustrarme los zapatos, que ya necesitan una caricia, imposible cambiarlos porque los precios ya se dispararon en las vidrieras. Mi amigo lustrabota me ofrece el diario, destacando el título principal: Récord histórico alcanzó el dólar. Al frente mío la pizarra del restaurante intenta seducir al turista, aunque seguramente con precios actualizados. Cuando voy a pagar me sorprenden: “Usted es mi amigo son cuatrocientos pesos”, entonces alcanzo a preguntar: “Otra vez subió”,
“Y que quiere jefe... la tinta viene de afuera”.