El seleccionado femenino de Inglaterra recibirá hoy a Alemania en la final de la Eurocopa, en el mítico estadio Wembley, que promete récord de espectadores (se vendieron las 87.000 entradas disponibles).
El récord absoluto en la Euro -masculina y femenina- lo tenía hasta ahora la final masculina de 1964 entre España y la Unión Soviética, jugada en el Santiago Bernabéu de Madrid ante 79.115 espectadores.
El registro de hoy va a superar a la última final masculina (Inglaterra-Italia), que se realizó también en Wembley pero tuvo 60.000 espectadores en las gradas ya que la pandemia de coronavirus impidió que se vendiera todo el aforo por las medidas de distanciamiento.
Una victoria de Inglaterra sería también una revancha simbólica, más de 100 años después de que se prohibiera a las mujeres practicar este deporte en 1921, sin que les fuera permitido de nuevo hasta 1971.
Las “Lionesses” están causando sensación en esta Eurocopa. Por caso, en el encuentro inaugural entre Inglaterra y Austria, ya se batió el récord de asistencia en un partido de la Eurocopa femenina: 68.871 personas acudieron a Old Trafford.
En la Champions League femenina, Barcelona FC pulverizó todos los récords de público en su emblemático Camp Nou en dos ocasiones este año: en la vuelta de cuartos de final, el 30 de marzo ante el Real Madrid (91.553), y menos de un mes después para la ida de semifinales del mismo torneo, el 22 de abril ante el Wolfsburgo (91.648 espectadores).
El equipo nacional femenino de Inglaterra viene jugando bien y sus figuras Beth Mead y Leah Williamson, y la técnica neerlandesa Sarina Wiegman pasaron a ser nombres conocidos en el Reino Unido.
Desde la llegada de Wiegman, quien fue contratada por la selección inglesa con el objetivo de ganar la competición después de haberlo hecho con Países Bajos hace cinco años, Inglaterra lleva una racha de 14 partidos sin derrotas.
Enfrente estarán las alemanas, con experiencia suficiente como para pelear por la novena corona después de haber conquistado ocho títulos europeos, seis de ellos de manera consecutiva entre 1995 y 2013.
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El seleccionado femenino de Inglaterra recibirá hoy a Alemania en la final de la Eurocopa, en el mítico estadio Wembley, que promete récord de espectadores (se vendieron las 87.000 entradas disponibles).
El récord absoluto en la Euro -masculina y femenina- lo tenía hasta ahora la final masculina de 1964 entre España y la Unión Soviética, jugada en el Santiago Bernabéu de Madrid ante 79.115 espectadores.
El registro de hoy va a superar a la última final masculina (Inglaterra-Italia), que se realizó también en Wembley pero tuvo 60.000 espectadores en las gradas ya que la pandemia de coronavirus impidió que se vendiera todo el aforo por las medidas de distanciamiento.
Una victoria de Inglaterra sería también una revancha simbólica, más de 100 años después de que se prohibiera a las mujeres practicar este deporte en 1921, sin que les fuera permitido de nuevo hasta 1971.
Las “Lionesses” están causando sensación en esta Eurocopa. Por caso, en el encuentro inaugural entre Inglaterra y Austria, ya se batió el récord de asistencia en un partido de la Eurocopa femenina: 68.871 personas acudieron a Old Trafford.
En la Champions League femenina, Barcelona FC pulverizó todos los récords de público en su emblemático Camp Nou en dos ocasiones este año: en la vuelta de cuartos de final, el 30 de marzo ante el Real Madrid (91.553), y menos de un mes después para la ida de semifinales del mismo torneo, el 22 de abril ante el Wolfsburgo (91.648 espectadores).
El equipo nacional femenino de Inglaterra viene jugando bien y sus figuras Beth Mead y Leah Williamson, y la técnica neerlandesa Sarina Wiegman pasaron a ser nombres conocidos en el Reino Unido.
Desde la llegada de Wiegman, quien fue contratada por la selección inglesa con el objetivo de ganar la competición después de haberlo hecho con Países Bajos hace cinco años, Inglaterra lleva una racha de 14 partidos sin derrotas.
Enfrente estarán las alemanas, con experiencia suficiente como para pelear por la novena corona después de haber conquistado ocho títulos europeos, seis de ellos de manera consecutiva entre 1995 y 2013.