Hoy es el Día Mundial del Peatón. La fecha fue instaurada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en memoria del primer accidente entre un automóvil y un peatón, registrado en 1897. En aquella ocasión Bridget Driscoll, una ciudadana de Londres, murió atropellada por un vehículo a motor.
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Hoy es el Día Mundial del Peatón. La fecha fue instaurada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en memoria del primer accidente entre un automóvil y un peatón, registrado en 1897. En aquella ocasión Bridget Driscoll, una ciudadana de Londres, murió atropellada por un vehículo a motor.
Esta fecha se conmemora con la finalidad de difundir una cultura vial, reforzar el uso de los espacios peatonales, promover el respeto, así como recordar las obligaciones que implica la circulación a pie.
Todas las personas, independientemente de si tienen vehículo o no, son peatones, caminan por la vía pública diariamente. Para tener en cuenta casi el 60% de nuestra vida transcurre en la vía pública, y como ciudadanos caminan, se trasladan, sin pensar demasiado en que se trata de una acción que requiere de atención, conciencia y responsabilidad.
Cuando se analizan los roles de los integrantes del tránsito se suele escuchar que el peatón es referido como aquel ciudadano distinto del conductor, el chofer, el ciclista o automovilista. Sin embargo, pese a que todos son peatones, muchas veces al usar un vehículo determinado la gente se olvida que debe respetar a los caminantes. Y en ese entrecruzamiento de fuerzas también se encuentra el respeto del peatón a sí mismo, y a los demás.
Quien camina debe respetar las normas de transito, en un entorno que no le proporciona seguridad, estabilidad, espacio, educación ni concientización. Tampoco le exige mediante sanciones que respete sus espacios y roles, lo que propicia que el peatón se auto describe como el actor más vulnerable del sistema y abuse de una auto victimización al intentar justificar por qué no respeta sus obligaciones.
Y en un círculo vicioso de desconocimiento y relación de fuerza entre caminantes y conductores, el no respeto mutuo es lo que predomina. Por eso, es fundamental recordar que todos somos peatones y necesitamos ser respetados por los demás.
Como caminantes se deben respetar los cruces especiales y esperar el paso de vehículos en la salida de garaje y estacionamientos, a menos que el conductor nos ceda el paso. Si se está esperando el colectivo, un taxi o remís, debe hacerse arriba de la vereda, lejos del borde o cordón, sin obstruir el paso de otros peatones y sin bajarse a la calzada.
Es fundamental también respetar el cruce por las sendas peatonales o esquinas, cuando el semáforo habilite al caminante y sin distracciones como celulares o auriculares.
Sobre estos puntos hizo hincapié el periodista especialista en seguridad vial, Rodrigo Sauma.
Las estadísticas
Según una serie de encuestas, el 35% de los peatones se auto percibe que cruza la calle cuando el semáforo no lo habilita; el 20% asume que camina por la calzada o en medio de autos mal estacionados; el 27% reconoce que cruza la calle por lugares no habilitados ni seguros; y sólo el 18% que cruza las calles mirando el celular, usando auriculares u otros dispositivos.
Sin embargo, el 95% de los encuestados reconoce todas estas actividades como muy peligrosas y que no deberían hacerse bajo ningún motivo. Además, según un estudio del CESVI agrega que 1 de cada 2 personas cruza la calle distraída.
Datos a tener en cuenta: Un peatón observa su celular 10 segundos y avanza 20 metros sin prestar atención a su entorno.
Los peatones reconocen que incumplen las normas por pensarse exentos de sanción y por considerarse los más frágiles del sistema.
Las proporciones
Según datos de la División Criminalistica de la Policía de Salta, protagonizaron siniestros viales en el área de capital el año pasado, un 43,13% de motocicletas, automóviles 32,15%, camionetas 10,27%, bicicletas 3,96%, transporte de pasajeros 3,09% y peatones 3,05%.