La Sala del Tribunal Impugnación II declaró nula una sentencia dictaminada contra cinco profesionales médicos pertenecientes al hospital Joaquín Castellanos de la ciudad de Gemes, por lo que deberán volver a enfrentar un juicio similar por el fallecimiento de un bebé ocurrido en el año 2015.
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La Sala del Tribunal Impugnación II declaró nula una sentencia dictaminada contra cinco profesionales médicos pertenecientes al hospital Joaquín Castellanos de la ciudad de Gemes, por lo que deberán volver a enfrentar un juicio similar por el fallecimiento de un bebé ocurrido en el año 2015.
Los papás de Lucas, quien no pudo nacer debido a que fue víctima de una supuesta mala praxis por parte del personal que se encontraba de guardia el 18 de junio del 2015, no aceptaron el fallo judicial dictaminado por la Sala I del Tribunal de Juicio, cuyos miembros solo aplicaron una condena de 1 año de prisión en suspenso, con dos años suspensión de la matrícula al médico anestesista de guardia, por no encontrarse en el lugar al momento de ser requerido para asistir a la parturienta y el resto de los acusados fueron absueltos.
"Nosotros, al igual que los fiscales Verónica Simensen de Bielke y el doctor González de la Fiscalía de Gemes, desde un principio estuvimos convencidos que hubo una cadena de responsabilidades. Desde el anestesista que se había retirado del hospital abandonando su puesto de trabajo, hasta el gerente por la falta de control y de una clara diagramación del personal en la guardia", manifestó Carlos Argañaraz, padre del bebe fallecido, aduciendo además que el anestesista no fue condenado por la muerte de Lucas, sino por salir del hospital estando de guardia, es decir que la muerte del bebé quedó totalmente de lado.
La apelación
La apelación fue presentada hace un año aproximadamente, logrando un fallo a favor de los demandantes, por lo que todo volverá a foja cero. "Para nosotros tener que volver a recordar y relatar esos duros momentos es volver a vivir un gran dolor. En varias oportunidades dijimos que era suficiente si no se pudo por algo será, sin embargo al otro día las fuerzas para seguir luchando regresaban, era como si nuestro hijo desde el cielo nos levantara para que pudiéramos hacer justicia y poder estar en paz", explicó Marta Braga, la madre del bebé malogrado.
El día del juicio, en plena pandemia, no permitieron que sea transmitido y tampoco permitían el ingreso de ninguna persona, los padres de Lucas insistieron hasta que los autorizaron a ingresar a la sala pero con la condición de no emitir opinión ni expresión de ningún tipo.
"Sentimos tanta impotencia al escuchar los alegatos de la defensa de los médicos acusados, dijeron cosas completamente ilógicas, al punto tal que llegaron a responsabilizarnos a nosotros como padres por la muerte de Lucas", recordaron.
En la sala hubo testigos que se contradijeron durante el relato, enmendando su error con una simple disculpa. "Todo estuvo viciado de muchos errores y acciones tan fuera de lugar, que al escucharlas solo podíamos mordernos los labios o descargar nuestra impotencia en llantos", dijo el padre.
Estas apreciaciones que tuvieron Marta y Carlos durante el juicio también las tuvo el Tribunal de Impugnación al estudiar los escritos, considerando que todo estuvo mal realizado, dando lugar a la medida de impugnación del fallo y ordenando un nuevo juicio. Sobre las denuncias presentadas, los padres de Lucas dejaron en claro que no buscan un resarcimiento económico.
"No queremos ningún resarcimiento económico, lo que buscamos es justicia, quienes tengan que pagar que paguen, solo queremos que todo termine y Lucas pueda descansar en paz", dijeron.