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“Sueño de juguetes” recupera piezas de una fabricante argentina

En la muestra hay juguetes de Top Toys de los 80, que con los años se han vuelto la principal ambición de coleccionistas del mundo. 
Jueves, 01 de septiembre de 2022 21:26

Uno de los objetivos de la exposición “Sueño de juguetes”, que se inauguró recientemente en la Casa de Arias Rengel (La Florida 20), fue difundir el coleccionismo de juguetes, actividad a la que algunas personas se dedican en Salta. 
En la primera y segunda salas pueden verse piezas fabricadas en Argentina por Top Toys en los años 80 y que se han convertido en objeto de culto de los coleccionistas del país y en la principal ambición de sus congéneres internacionales. 
Según consigna el sitio nacionjuguetes.com, Héctor Mondrik fundó Erreakaese Top Toys en 1977. Previo a esto había hecho una visita a la juguetera Hamleys, en Inglaterra, donde se había inspirado para arriesgarse en el rubro de la fabricación de juguetes. En su mente pergeñó una juguetera con modernos procesos de fabricación y acabó por revolucionar el concepto de empresa juguetera en la región. Además, obtuvo la licencia demarcas icónicas como Master of the Universe, Barbie, My Little Pony, Star Wars, El juego de la vida, Twister, Jenga, entre otras. En su momento, para poder cumplir los altos estándares de calidad solicitados por Mattel, Hasbro o Milton Bradley (que después se transformaría en una subdivisión de Hasbro), hizo capacitar a ingenieros nacionales en el extranjero. En la actualidad las figuras de acción, muñecos, accesorios y sets fabricados por Top Toys en los 80 están catalogados como “hard to find”, difíciles de hallar, tanto por su calidad como por sus versiones libres o por sus versiones propias. 

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Uno de los objetivos de la exposición “Sueño de juguetes”, que se inauguró recientemente en la Casa de Arias Rengel (La Florida 20), fue difundir el coleccionismo de juguetes, actividad a la que algunas personas se dedican en Salta. 
En la primera y segunda salas pueden verse piezas fabricadas en Argentina por Top Toys en los años 80 y que se han convertido en objeto de culto de los coleccionistas del país y en la principal ambición de sus congéneres internacionales. 
Según consigna el sitio nacionjuguetes.com, Héctor Mondrik fundó Erreakaese Top Toys en 1977. Previo a esto había hecho una visita a la juguetera Hamleys, en Inglaterra, donde se había inspirado para arriesgarse en el rubro de la fabricación de juguetes. En su mente pergeñó una juguetera con modernos procesos de fabricación y acabó por revolucionar el concepto de empresa juguetera en la región. Además, obtuvo la licencia demarcas icónicas como Master of the Universe, Barbie, My Little Pony, Star Wars, El juego de la vida, Twister, Jenga, entre otras. En su momento, para poder cumplir los altos estándares de calidad solicitados por Mattel, Hasbro o Milton Bradley (que después se transformaría en una subdivisión de Hasbro), hizo capacitar a ingenieros nacionales en el extranjero. En la actualidad las figuras de acción, muñecos, accesorios y sets fabricados por Top Toys en los 80 están catalogados como “hard to find”, difíciles de hallar, tanto por su calidad como por sus versiones libres o por sus versiones propias. 

Mi Pequeño Pony
De acuerdo con la coleccionista María de los Ángeles Rojas, los ponies fabricados por Top Toys se destacan entre los del resto del mundo por sus singulares y alegres combinaciones de colores. “Aunque no me reconozco una especialista en Top Toys, como otros que conocen en detalle cada catálogo que se ha hecho aquí, inclusive los prototipos que nunca salieron de fábrica, sí puedo decir que los juguetes fabricados por ellos son la plataforma de mi colección de Barbie y la casi totalidad de la colección cápsula de Mi Pequeño Pony, que tenemos con mi hermana, María José Rojas. Para mí significan tardes enteras de juegos compartidos y la ansiedad de ver qué nos había traído mi abuela de sus recurrentes viajes a Buenos Aires, porque en Salta casi no se conseguían”, contó. 
Añadió que aquí se fabricaron seis sets: el establo, la nursery, la heladería (expuestas en la muestra), el baby buggy, la cascada y la boutique, además de una línea de outfits denominada “Mi Pequeño Pony y sus trapitos”. “Estos pertenecen a la denominada primera generación G1 (la marca My Little Pony va por la G5) y son tan valiosos que hasta hice restaurar unos cuantos en Buenos Aires con la reconocida artista Analía Ameglio”, comentó. Agregó que volverse un coleccionista de Mi Pequeño Pony G1 de fabricación argentina actualmente es bastante difícil. “Tendrían que haber conservado los que los acompañaron en la niñez, como fue nuestro caso, o hallar a algún coleccionista que quiera desprenderse parcial o íntegralmente de sus preciados objetos”, precisó. 

Los ponies de Top Toys se caracterizan por su gran colorido. Javier Corbalán


Añadió que en “Sueño de juguetes” hay muñecas que se han creado exclusivamente en Argentina, como la Felices Fiestas, de 1990, una línea de muñecas que continúa fabricando Mattel hasta hoy y que responden al concepto de llevar outfit navideño y de traer un adorno para el arbolito, que en aquella versión argentina era una caja de cartón para guardar deseos. También la pareja de Magic Blue, de 1985. 
Luego hay versiones de muñecas que se fabricaron en varios países como México, Venezuela y España, pero que no se ajustaron a la estética impuesta por la estadounidense Mattel como la rockera argentina (1989), la pink (1987) y la trenzas (1986). “En torno de Top Toys hay muchos mitos y realidades, como el impacto de lleno que le dio la hiperinflación en la segunda mitad de los 80 y la política de sustitución de importaciones que los obligó a no renovar las licencias. Eso es lo que me contó un muchacho sanjuanino que en marzo de 2019 me había contactado por Facebook para venderme unos pequeños remanentes que le habían quedado de la fábrica de San Juan, donde el papá de él había trabajado”, precisó. 

La rocker argentina en su auto también de industria nacional. Javier Corbalán

Los Amos del Universo
El coleccionista Pablo Chireno también seleccionó algunas piezas de Top Toys, pero de He-man. Él relató que “la piedra basal” de su collección la halló cuando era mánager de grupos folclóricos y en sus viajes a Buenos Aires recorriendo comiquerías y tiendas del rubro halló y compró a He-Man y Battle Cat intactos. 
“Ver esa figura en mis manos fue como recordar un momento cuando era chico, cuando recién mi papá me lo había traído en una bolsa de la juguetería El Duende Azul y me lo dio en el aeropuerto ni bien había llegado. Ha sido un momento mágico”, relató. 
Luego comentó que otra de los expositores Jmán Díaz Gómez le regaló uno de los villanos, Merman, y a partir de entonces no hubo vuelta atrás. “Empezó a nacer en mí la fiebre por coleccionar y buscar quién tenía juguetes viejos en su casa, quién todavía no los había desechado o regalado a primos, sobrinos o hermanos más chicos”, dijo. 
Sobre Top Toys comentó que las particularidades surgieron de la célebre viveza criolla para afrontar las sucesivas crisis. 
“Ante la imposibilidad de tener los mismos tintes de color para pintar los muñecos o la sobremanufactura de algunas piezas -que después no sabían qué hacer con ellas- lo que hicieron fue empezar a tapar agujeros. Entonces, por ejemplo, salieron algunas figuras de He-Man con el pelo naranja y otros con el torso más grande de lo que hubiera correspondido al personaje. Hoy estas rarezas son muy difíciles de conseguir”, explicó. 
Lo mismo ocurrió, agregó, con El Acertijo, de los Super Amigos, para el que utilizaron un molde de Linterna Verde. “Lo que hacía Argentina era eso: utilizar las pinturas y los moldes que tenía y hacer estos muñecos lo más parecidos posible a los que había. Incluso en aquel momento los vendían a precios irrisorios por el sobrante de stock que tenían”, acotó Chireno. 

Pablo precisó que hay una figura muy buscada y conocida como “el He-Man más caro del mundo”. Se trata del Kobra-Khan camuflado, de 1988. Según una reseña del sitio panampost.com, el muñeco era un híbrido de la cabeza del tradicional Kobra, pero con el pecho pintado y las tenazas de Buzz-Off a modo de brazos. Las piernas podían ser las de Skeletor o He-Man. De Kobra Khan camuflado hubo tres versiones: la primera con las tenazas y las piernas delgadas, la segunda con las piernas musculosas y la tercera con los brazos “comunes”. De hecho al no existir el nombre como tal en la línea de MOTU se lo pegaban con una etiqueta amarilla sobre otros cartones pertenecientes a las figuras de EEUU.

Charlas sobre coleccionismo

El ámbito del coleccionismo es muy interesante, porque detrás de cada juguete hay una historia de fabricación y un entorno social. Del 21 al 27 de septiembre se realizará un ciclo de charlas, según este cronograma: el miércoles 21, a las 16, “Marvel y DC Cómics”, por Marcos Jándula y Jmán Díaz Gómez. Jueves 22, a las 18, “The Beatles”, por Pablo Flores. Y el martes 27, a las 18, “Barbie, más allá del mundo en rosa”, por María de los Ángeles Rojas. 

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