Cansados de no encontrar solución a sus diferentes pedidos de informes y al advertir obras inconclusas o directamente inexistentes, dos de los tres concejales de Iruya , Gloria Herrera, presidenta del Concejo, y Felipe Velázquez, vicepresidente, llevaron el caso a la Justicia en su momento y ahora insisten con la investigación.
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Cansados de no encontrar solución a sus diferentes pedidos de informes y al advertir obras inconclusas o directamente inexistentes, dos de los tres concejales de Iruya , Gloria Herrera, presidenta del Concejo, y Felipe Velázquez, vicepresidente, llevaron el caso a la Justicia en su momento y ahora insisten con la investigación.
Hace dos meses denunciaron al intendente Eugenio Herrera por incumplimiento de deberes de funcionario público y estafa en contra de la administración pública.
Herrera resulta el segundo intendente denunciado, ya que el anterior a su gestión, Alfredo Soto, ya fue imputado por la fiscal Ana Inés Salinas Odorisio por el delito de peculado por un faltante de 7 millones, que surgió luego de que dejara su gestión. Dicha denuncia la radicó, luego de una auditoría, la apoderada de la actual gestión que ahora también quedó bajo la lupa .
Los concejales denunciantes integran el segundo Concejo durante la gestión de Herrera y son de la oposición. "Se votó eso porque se veía que venía mal, para tener control del intendente. Seguimos con todas las ganas, pero seguimos sin respuestas", indicó el concejal Felipe Velázquez.
Las irregularidades que se señalan son varias, pero una que llama la atención es la referida a la cuestión habitacional, pese a los programas que se desarrollaron en el lugar por parte del Instituto Provincial de Viviendas (IPV). Según los ediles, hay 8 viviendas que quedaron sin entregar de la anterior gestión y que por estar sin habitar ya habrían sufrido algunos daños por las lluvias. "Pedimos saber por qué pasó eso. Son 2 años y medio ya, pero siguen sin entregarse", precisó el edil quien aseveró que Gustavo Carrizo, el presidente del IPV, se acercó a constatar la situación y aseguró que se arreglarían los daños para su entrega.
De acuerdo a lo expresado por los ediles, por la falta de entrega de dichas viviendas hay dos familias que viven en el Concejo Deliberante. "Están viviendo hace más de 5 años en el mismo predio del Concejo Deliberante, abajo de nuestra oficina", indicó Velázquez. El Concejo consta de una oficina ubicada en un pequeño predio que comparte con el juez de Paz y la delegación del correo. Todos usan un mismo baño y un mismo patio. La tarea administrativa de dichos organismos se entrecruza entre ropa tendida y las necesidades de estas familias, una de las cuales tiene entre sus integrantes a una niña discapacitada.
Mientras, la oficina del Concejo también es reflejo de la desidia, la fachada y las instalaciones eléctricas muestran pésimas condiciones de seguridad. "Los revoques se están cayendo, tenemos una sola computadora, una Windows 97 que se vive clavando y sin impresora. Los cables están por afuera, hace un mes le agarró la corriente a la presidenta" , contó el concejal. La oficina tampoco cuenta con WiFi para que los ediles puedan realizar su labor.
Obras bajo sospechas
Entre las obras sospechadas está la defensa del río Milmahuasi. "En una rendición el intendente hizo figurar la construcción de una defensa. Yo soy de acá y nunca vi una defensa", advirtió Velázquez. "El muro Medalla Milagrosa es para que sea más fácil acceder por el camino carretero. Ahí habían más de $5 millones. Según el intendente, la obra terminó pero quedó a medio construir y pedimos saber qué pasó. En principio dijo que había comprado las piedras a finca Potrero, pero nos entrevistamos con la gente de allí y nunca vendieron piedras ni áridos ni nada", dijo.
No cierran números
Los ediles aseguraron que hicieron analizar la magra información oficial con contadores que aseveraron que "las cuentas no cierran".
Entre las denuncias aparecen las rendiciones de cuenta de lo que ingresa y egresa en el municipio. Según Velázquez, del primer trimestre no obtuvieron respuesta, mientras que el segundo venció en agosto y se presentaron planillas con números, sin comprobantes.