Florencia Frías es una madre tucumana que comenzó a movilizarse por la educación de sus hijos en la pandemia. Tiene cuatro, entre 7 y 15 años, y hoy forma parte de la red de Argentinos por la Educación.
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Florencia Frías es una madre tucumana que comenzó a movilizarse por la educación de sus hijos en la pandemia. Tiene cuatro, entre 7 y 15 años, y hoy forma parte de la red de Argentinos por la Educación.
Hasta hace no mucho era una persona totalmente anónima, ahora una madre movilizada por la educación, ¿qué pasó?
Me pasó lo que le pasó a muchos que fue una pandemia, y fue como un gran despertar porque pasaban los meses, todo seguía igual y comenzábamos a naturalizar la famosa nueva normalidad. De repente, tengo cuatro hijos, no estaban bien y me imaginaba que había otros chicos que estaban peor y decidí pasar a la acción.
Y, ¿con qué te encontraste?
Al principio es difícil, hay como mucha soledad, porque uno no sabe a quién acudir y cómo empezar. Hay mucho pesimismo, gente que te dice que esto no va a cambiar. Pero después empezás a conocer gente involucrada, que tenía más en claro que yo que la crisis educativa venía desde antes de la pandemia y claramente se profundizó. En este camino encontré gente muy comprometida, con ideas muy buenas y que ya estaban aportando, y en ese lugar de hacer algo me sentía mejor que quedándome en la queja.
¿Qué es lo que te sigue movilizando?
Cuando empezás a rascar un poco la superficie ves que es más que los días de clases, de si son 180 o 190, hay provincias como Neuquén que consiguieron 181 días en tres años, entonces, se genera un poco también esta solidaridad porque por ahí hoy mis hijos están muchísimo mejor que el año pasado, nosotras estamos en esta red, pero sé que hay gente que necesita apoyo y ayuda para ir cambiando ciertas cosas, no es solo la cantidad de días, también estamos viendo que los rendimientos no son buenos, que venimos mal.
¿Qué te generaron los resultados de Aprender y qué esperas de PISA?
Un montón de chicos estaban en situación vulnerable y, claramente, iba haber disparidad, lamentablemente no me sorprendió para nada. Para PISA espero lo mismo, una caída. Igual sigue estando bien hacer las pruebas, tomarlas, saber dónde estamos parados, es necesario, más allá que los resultados den mal, necesitamos saberlo.