"Los hombres se rompían quietos/ como sal abandonada/ eran papeles sudados/ despegándose de la pared del mundo". Leopoldo "Teuco" Castilla inicia con estos versos "Mantequilla", uno de los poemas que abriga el calor de su voz en "Como si hubiera pasado una garza", una de sus últimas publicaciones hecha en la Editorial Nudista, proyecto que lleva adelante otro salteño, Martín Maigua.
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"Los hombres se rompían quietos/ como sal abandonada/ eran papeles sudados/ despegándose de la pared del mundo". Leopoldo "Teuco" Castilla inicia con estos versos "Mantequilla", uno de los poemas que abriga el calor de su voz en "Como si hubiera pasado una garza", una de sus últimas publicaciones hecha en la Editorial Nudista, proyecto que lleva adelante otro salteño, Martín Maigua.
"El movimiento para la creación de los Bosques de la Poesía y por una ley que declare a la naturaleza sujeto de derechos, cuyo proyecto presentaremos apenas comiencen las sesiones en el Congreso de la Nación, abraza a todos los poetas, artistas y amigos, a los intendentes y encargados de cultura en las comunas argentinas y a los alcaldes de América Latina y España, que con un maravilloso empuje y entusiasmo han creado y siguen creando estos bosques que todavía pueden salvar la tierra", dice el poeta en un mensaje por fin de año. "¡Por tan altos dones, por tan hermosa y desinteresada solidaridad que el año que viene sea dichoso para todos ellos y bienaventurado para la humanidad!", augura para este 2023.
Leopoldo Castilla escribió poesía, narrativa y ensayos. Traducido a más de diez idiomas, recibió premios internacionales y nacionales, y es una de las voces más destacadas de la poesía latinoamericana contemporánea.
"Su poética es una celebración a la tierra y al universo, donde se funden la belleza, lo sagrado y también lo atroz de la geografía, la física y lo humano. 'Como si hubiera pasado una garza' pertenece a una serie, dentro de su producción, cuyo eje central es la humanidad", dice la contratapa de la edición publicada por Nudista.
Formas de cifrar mundos
Hablar con el Teuco supone ingresar en un tiempo de belleza que cifra el mundo desde un lugar muy próximo, el propio, si de hombres, de tierras y pertenencias se trata.
En su poesía, el constante andar es una respiración más. "He comenzado viajando desde muy chico, a los 18 años ha sido mi primer viaje solo al Perú, y desde entonces no he parado hasta hace un año, dos años, de viajar sin interrupción", le dijo el poeta a este cronista en febrero del 2021, cuando estuvo en la creación del Bosque de la Poesía Walter Adet, en barrio Portezuelo Sur, en un homenaje a metros de la casa donde viviera ese poeta y periodista que escribiera "El memorial de Jonás". Era el primer bosque de la poesía que se inauguraba en la ciudad de Salta.
"Y, bueno, andando he ido escribiendo lo que iba viviendo y lo que iba sintiendo y tratando de que los mundos, los pueblos, la gente, todos… todo fuera expresado por ellos, por el ánima de esos lugares, no que fuera yo el que comentara eso, sino que transmitiera el ánima de esos lugares en el poema", agregaba entonces el Teuco.
"Y así fue que de tantos años andando ha salido esta suerte de canto al planeta que son una docena de libros, o algo así, de andar por los cinco continentes", decía a propósito de ese canto que convoca a la vida, dejando bosques y poesía en el camino dentro de un movimiento que aúna belleza y reflexión sobre la condición del planeta y de quienes lo habitamos.
Todo camina
"Bueno, los árboles también caminan a su manera, ¿no? Y la poesía también camina y todo camina. Y lo que no camina a veces es el entendimiento de estos codiciosos que están haciendo pedazos el planeta ¿no? Eso no camina…", reflexionaba el poeta, e informaba: "Los bosques de la poesía son un gesto real y simbólico para difundir esta defensa contra la devastación del planeta que se está haciendo. Y, además, no sólo eso porque los mismos poetas que son Aldo Parfeniuk y Pedro Solans y yo, que hemos iniciado esto del bosque de la poesía, estamos proponiendo que se dicte una ley que declare a la naturaleza sujeto de derechos, aquí en Argentina como se ha hecho en otros países del mundo, y en Latinoamérica en Bolivia, en Ecuador, por ejemplo".
Este movimiento y legislación implicarían respeto por la diversidad y la naturaleza, por la vida. El poeta ilustraba: "Se acabaría el vandalismo que lo único que trae es desgracia". Y concluía: "Es la brutalidad con alcancía".
"Yo ya había fundado bosques de la poesía años antes en Venezuela, en Perú, y cuando vi los incendios estos en Córdoba les dije a estos dos poetas amigos que sería lindo fundar un bosque de la poesía como una respuesta. Y bueno, el primer bosque fue en Carlos Paz. A causa de los incendios lo fundamos allí", contó.
Ese movimiento en estos dos años se fue replicando en muchos lugares del país y del mundo. "Es imparable y hermoso, porque además la gente se da cuenta de que sin nada puede hacer una cosa hermosa, dejar algo para su pueblo para siempre y, encima, defender la naturaleza y hacerlo con poesía, y sin ninguna cosa fea, ninguna degradación, bajo ningún punto de vista. Un acto de pura generosidad, solidaridad y belleza".
El hombre en todos lados
El poeta Ramón Vera tenía en su casa libros impecables, de tapas negras, editados en España, poesía de Leopoldo Castilla. Ramón contaba que el Teuco era un viajero que había visto mucho mundo, y que la poesía le servía para decirlo.
Castilla, en esa charla del 2021, demandaba: "Hay que verlo al hombre en todos lados. El hombre en el fondo es el mismo, pero hay que verlo en todos lados, porque si no uno se queda desconociendo muchas claves de su espíritu, muchas claves de su cosmogonía que está tan llena de cosas hermosas y locuras… locuras bellísimas que suceden en todos los pueblos del mundo, así como suceden desgracias terribles e imperdonables ¿no?".
Publicar
Terminar un poema, un libro, publicar... el poeta contaba: "Uno siente cuando los poemas ya no dan más y han llegado hasta donde han podido y, entonces, se publica. Se pública para poder seguir escribiendo porque si no eso pesa mucho, el material guardado… Y yo produzco creo que demasiado material. No debería escribir tanto… (risas)".
Lo hermoso de la poesía es que llega y de muy diversas formas. La labor de los editores es valiosa, acerca a los escritores, los cuida y recupera su voz para que sea oída por muchos. Martín Maigua, de Editorial Nudista, está en eso hace unos años y habló con El Tribuno sobre la experiencia de editar al Teuco, quien contaba: "Yo, la verdad, es que escribo pensando en el poema que tengo que escribir en el futuro, a futuro, y con la suerte de que ya los poemas, cuando son publicados, se defienden solos, hacen su otro viaje, su camino".
Pertenencia
No por nacer en este lugar
ni por los días que lo abandonan
ni por su nombre
que lo vela
ausente,
sabe el hombre
que estuvo alguna vez en planeta.
Sino por esa tristeza
sin razón
que siente.
Pena de no estar
estando
llama de arena,
él mismo
esa florcita
que le ha puesto
a la tierra donde duerme.
La admiración, el compromiso y el trabajo de un editor
Martín Maigua habla desde la emoción de un lector de poesía.
"Antes de tener la editorial, ya lo leía al Teuco y ya me emocionaba su poesía. Estaba estudiando en Córdoba y aquí no se conseguían sus libros y cuando viajaba a Salta, iba a las librerías a buscar libros nuevos del Teuco. Así conocí 'Bambú', 'El amanecido', 'Manada', 'Línea de fuga'… y cada uno de esos libros me emocionaba y me enamoraba más de su poesía", dice Martín vía telefónica desde Córdoba, donde reside y despliega su trabajo en Editorial Nudista.
"Sabía que era el hijo de Manuel J. Castilla, y me pasaba lo mismo con su poesía… Cuando puse la editorial aquí en Córdoba, quería conocerlo, encontrarlo y en el mejor de los casos proponerle publicar algo. Y en el 2016 se hace un festival de poesía en Córdoba, y vino el Teuco, yo vivía en Cosquín en ese momento y me vine. Él estaba con dos amigos que le habían publicado el libro 'Gong', y sabían que yo quería conocerlo y me lo presentaron", recuerda Maigua.
"Y le manifesté -como un fanático cuando conoce a su ídolo- que me encantaba su poesía, que lo leía, que yo también era salteño. Y le regalé unos libros y le dije que tenía una editorial y quedó el contacto ahí", dice. "Ahora que lo conozco bien y soy su amigo, sé cómo es con todo el mundo. Es abierto, tiene muy buen humor, muy buena onda, es difícil que a alguien no le caiga bien. Tiene una energía que te envuelve y te hace quererlo desde el primer minuto. A mí me pasó eso", dice el editor.
"Pasaron meses y no lo volví a contactar. Pensaba que sí alguna vez le podíamos publicar algo se dé naturalmente... Y una noche recibo un llamado, atiendo y me dice 'Hola, Martincito' como si ya nos conociéramos de toda la vida. '¿Cómo andás?'. Y yo digo quién habla, y me dice 'El Teuco'. Y fue una emoción muy linda. Y me dice: 'Sin compromiso, Martincito, ¿te animás a publicarme un libro?'. Imagínate, me llamó para preguntarme si le quería publicar ¡y yo toda la vida quise publicar sus libros! Y le dije que sí. Y, de hecho, no fue un libro fueron dos los primeros que editamos, 'Viento Caribe' y 'Anzoología', que salieron juntos".
El año pasado Nudista publicó "Como si hubiera pasado una garza" y "Jerusalén, el tigre de Dios", sumándose a los seis títulos ya editados. Martín continúa: "Esa vez, todo lo hicimos a la distancia, él vive en Buenos Aires y yo vivía en Cosquín. Imprimí en Buenos Aires los libros y él fue a retirarlos. Cuando salió me llamó por teléfono y me dijo: 'Me encanta cómo han quedado, así que estoy seguro que vamos a seguir haciendo cosas juntos'. Y ahí comenzó todo. Hicimos presentaciones, nos vimos más seguido y siempre en algún momento del año nos vemos. Y surgió una hermosa amistad".
La poesía de Castilla
"Me sigue pasando lo mismo que me pasaba cuando conocí su poesía. Me produce una emoción por lo sensible que es, por su mirada, por su poética. Yo me reconozco y reconozco la sensibilidad en la admiración que hay por el mundo y también por el temor que hay por los desastres que se producen en el mundo. Esa celebración de la vida, del planeta con todas sus cosas bellas y sus cosas tremendas. Es un poeta salteño en su nacimiento, en su raíz, pero su poesía es universal. En los versos de Leopoldo Castilla la poesía está presente todo el tiempo", cuenta, y agrega: "Participé en presentaciones de libros del Teuco en Córdoba, en Salta, en Buenos Aires y cada vez me quedo sin palabras por toda la admiración que siento por él. Obviamente, soy el editor de los libros, pero en realidad sigo siendo el admirador y cada vez que me ha tocado estar al lado suyo soy eso: un lector, un admirador. A mí me interesa que la poesía del Teuco se difunda. Yo sé que muchos sienten lo mismo que yo sentí ese primer día que lo descubrí".
Obra reunida
"Tenemos la poesía reunida del Teuco en unos 20 libros que van a salir en enero o a principios de febrero", cuenta Martín Maigua, y agrega: "Además de los 8 libros físicos, va a estar toda la poesía reunida del Teuco en formato e-books". La colección Leopoldo Castilla tiene tres líneas. "Canto al planeta", libros que ha escrito en base a sus viajes por el mundo. "Poesía de la física y del universo", libros cósmicos dedicados a las ciencias y a la naturaleza. Y la última línea poética de esta colección se llama "Los días humanos", con libros más íntimos, están "Baltasar", "El amanecido", entre otros, nos informa el editor.