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Más complicados que Trump

Lunes, 09 de enero de 2023 01:31

Coser y cantar, un juego de niños, un paseo por el campo: cualquiera de estas frases utilizadas normalmente para referirse a algo que es muy fácil debería haber servido para describir lo que tenía que hacer esta semana el Partido Republicano para escoger entre sus filas al próximo presidente de la Cámara de Representantes de EEUU.

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Coser y cantar, un juego de niños, un paseo por el campo: cualquiera de estas frases utilizadas normalmente para referirse a algo que es muy fácil debería haber servido para describir lo que tenía que hacer esta semana el Partido Republicano para escoger entre sus filas al próximo presidente de la Cámara de Representantes de EEUU.

Los resultados de las elecciones legislativas de noviembre de 2022 dieron a los republicanos una pequeña pero clara mayoría en este cuerpo legislativo, en el que ocupan 222 escaños, lo que significa que contaban con cuatro votos más de los necesarios para garantizar los 218 requeridos para escoger a su nuevo presidente.

También tenían un candidato natural para el puesto: Kevin McCarthy, quien desde 2019 había sido líder de la minoría conservadora en la Cámara Baja.

Pese a ello, McCarthy necesitó quince votaciones para ocupar una de las posiciones de mayor poder de la política estadounidense.

Es la primera vez desde 1923 que el partido con mayoría en la Cámara de Representantes no logra elegir al presidente de la misma en el primer día de votaciones.

Detrás de esa demora hay una rebelión de una veintena de congresistas republicanos que se resisten a votar por McCarthy.

¿Quiénes son? Casi todos son miembros del Freedom Caucus.

Creado en 2015, el Freedom Caucus es considerado como el bloque más a la derecha dentro del Partido Republicano, al que se le atribuye haber jugado un rol decisivo en forzar ese año la renuncia de John Boehner como presidente de la Cámara de Representantes.

Otra característica que tienen en común es que la mayoría de ellos han cuestionado los resultados de las elecciones presidenciales de 2020, en las que resultó ganador Joe Biden.

Entre estos 20 parlamentarios hay cinco que fueron electos por primera vez en noviembre pasado y 15 están repitiendo en su curul. Casi todos (14) los de este último grupo votaron el 6 de enero de 2021 a favor de desconocer los resultados de los colegios electorales para intentar evitar la certificación de la victoria electoral de Biden.

Una última característica que comparten es el hecho de que 17 de ellos contaron con el espaldarazo de Trump durante la campaña electoral de 2022.

Esto, sin embargo, no quiere decir necesariamente que sean siempre fieles a la línea política que marque el exmandatario republicano como quedó manifiesto este miércoles cuando, pese a un llamamiento expreso de Trump para que votaran a favor de McCarthy, estos congresistas mantuvieron su negativa a respaldarle.

La resistencia de los 20 congresistas republicanos a votar por McCarthy surge no solamente de un rechazo contra él, sino que también responde a una agenda política concreta.

Entre sus ideas se incluye el establecimiento de un presupuesto federal balanceado, que no incurra en gastos deficitarios; la eliminación del impuesto sobre la renta y en su lugar establecer únicamente un impuesto al consumo; y la fortificación de la frontera con México.

En cuanto al funcionamiento del Congreso, abogan por reformar sus procedimientos para dar más influencia a los parlamentarios y restar poder a figuras como el presidente de la Cámara, quien ejerce gran control sobre su funcionamiento, así como sobre la agenda legislativa.

La republicana Nancy Mace acusó al Freedom Caucus de haber tomado la agenda conservadora como "rehén". "Esto no es sobre políticas. Esto no se trata de avanzar nuestra agenda conservadora. Esto es sobre ego y recaudación de fondos y de un montón de otra basura", apuntó.

Durante los próximos dos años, McCarthy tendrá por delante una labor extremadamente complicada para adelantar el trabajo en un parlamento ya no solamente marcado por la profunda polarización entre demócratas y republicanos, sino ahora también por las divisiones manifiestas entre estos últimos.

Por BBC News Mundo

 

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