Una tarde ideal para compartir mates calentitos, un buen café, un libro, buena compañía y, aunque parezca difícil de creer, una manta liviana, pero manta al fin para estar tibios y cómodos. Así sorprendió febrero a los salteños y a los miles de turistas que no dudaron en ir a comprarse un par de camperas abrigadas.
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Una tarde ideal para compartir mates calentitos, un buen café, un libro, buena compañía y, aunque parezca difícil de creer, una manta liviana, pero manta al fin para estar tibios y cómodos. Así sorprendió febrero a los salteños y a los miles de turistas que no dudaron en ir a comprarse un par de camperas abrigadas.
Y es que la jornada comenzó bien helada. Cerca de las 8 de la mañana, a temperatura no superaba los 7 grados y el viento frío se hacia sentir. Esto obligó a estudiantes y trabajadores que salieron en la primera hora de la mañana, a volverse de la puerta de casa a buscar un camperón. Sí, así como lee. Un camperón, zapatillas abrigadas y un paraguas también porque dependiendo de hacia donde se dirigían o desde donde salían, la llovizna -leve- los mojaba y dejaba penetrar el frío.
En diálogo con El Tribuno, Ignacio Nieva, especialista en el clima, ya había adelantado hace un par de días, que Salta estaba por recibir al otoño meteorológico. "Algunas veces se adelanta y otras se atrasa. Por lo general, esta estación llega para especialistas en el clima, en la primera semana de marzo. Pero esta vez, como ocurre algunas veces, se adelantó", expresó Nieva.
Edgardo Escobar, meteorólogo, también le confirmó a este medio, que después de 30 años, febrero vuelve a tener en Salta, temperaturas polares. Esto ocurrió el 9 de febrero de 1993, cuando el termómetro alcanzó en Salta, apenas 4,8°C.
Esto ya se esperaba
Como ya había adelantado Ignacio Nieva, el clima de estos días ya se "veía venir".
"Los fuerte vientos fríos que ingresaron desde el sur fueron los que generaron esta situación en casi todo el país. En este caso se trata de vientos provenientes de la Antártida. Ahí se armó un centro de alta presión y comenzó generar viento sur, desde hace varios días. El miércoles o jueves a la mañana ya se podía ver el ingreso de aire muy frío desde la Patagonia. Este viento sur avanza al norte, y progresivamente comienza a transportar aire muy frío, y hasta que finalmente, tuvimos un marcado descenso en horas de noche y en la mañana de hoy estuvo peor", detalló.
En cuanto a cómo sigue el fin de semana y el inicio de la próxima, se estima que este sábado estará muy similar a hoy, con una temperatura máxima que oscilará los 17 grados, mientras que la mínima será de entre 7 y 9 grados.
Pocas lluvias todavía
Si bien este fin de semana se marcó un fuerte descenso en la temperatura, hay que recordar que los últimos meses las temperaturas superaron con facilidad los 30 grados en la ciudad de Salta y llegaron a más de 40º en otras localidades. En lo que respecta a las lluvias, la región se mantiene lejos de los valores medios de otros años. Durante octubre el milimetraje de lluvias fue de 0. En noviembre se bien se registró el último día frío antes de el de la jornada, las lluvias no se dieron como se esperaba. Enero tuvo un perfil de lluvias mejores pero, "si se analiza el día a día, se puede ver que hubo jornada sin una gota de agua y otros que superaron las mediciones esperadas". "Esto hace que -pese a la sumatoria- las lluvias todavía estén lejos de los esperado", expresó Nieva.
Cerros nevados
Nieva también advirtió que la semana pasada, se presentaron en nevadas en algunas localidades de la Puna e incluso también en cerros cercanos, como es el caso de El Manzano, en Campo Quijano que amaneció cubierto de nieve, dando un espectáculo único de nuestros paisajes.
En lo que resta de febrero, y luego de este ingreso de frente frío, las temperaturas ya no van a superar los 30 grados y comenzarán a presentarse días de lloviznas prolongadas pero de poca caída de agua. "Si bien no es algo que se estudia y se analiza, el tiempo de cuaresma que ya comienza el próximo miércoles en Salta se caracteriza por tener días nublados, con temperaturas más bajas y lloviznas constantes.