El cuento “Tema del traidor y del héroe”, de Jorge Luis Borges, contiene un párrafo a todas luces genial y que llama a la reflexión, especialmente en un mundo de constantes tensiones, de campañas globales, de temores y de fake news: “Que la historia hubiera copiado a la historia ya era suficientemente pasmoso; que la historia copie a la literatura es inconcebible”.
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El cuento “Tema del traidor y del héroe”, de Jorge Luis Borges, contiene un párrafo a todas luces genial y que llama a la reflexión, especialmente en un mundo de constantes tensiones, de campañas globales, de temores y de fake news: “Que la historia hubiera copiado a la historia ya era suficientemente pasmoso; que la historia copie a la literatura es inconcebible”.
Precisamente, la historia de un globo chino sobrevolando Estados Unidos a la vista de todos,con supuestas intensiones de espiar una base nuclear de la superpotencia es al menos llamativa, no por los planes que pudiera o no tener el gigante asiático, sino por lo vetusto del sistema.
Lejos de pasar desapercibida, la trayectoria de la esfera blanca y radiante como una luna llena fue transmitida en directo por todas las cadenas de televisión del planeta y hasta un niño con binoculares pudo ver en detalle su estructura.
Un periodista comentó en la redacción de un medio gráfico: “Pensar que se trata de un arma de espionaje es bajarle el precio a la tecnología que maneja cualquier país del mundo, mucho más si se trata de una potencia bélica y/o económica”.
Pero, ¿cuál es el parangón con la frase de Borges? ¿En qué momento la historia le copió a la literatura?
En 1983 surgió en Alemania una canción pop de protesta, que rápidamente se ubicó en la cima de los ranking mundiales. Se trató de “99 Globos” (99 Luftballons), interpretado por la afamada banda germana "Nena". Más allá de su ritmo pegadizo y bailable, la letra contenía un mensaje aterrador, un verdadero drama de la Guerra Fría, que describía el miedo a un estallido nuclear. El mundo estaba dividido en dos grandes bloques y cualquier nimiedad podía desencadenar el apocalipsis.
La letra habla de 99 simples globos de cumpleaños que son lanzados al aire, pero las que fuerzas militares los confunden con aeronaves que invaden el espacio aéreo. La situación genera la reacción primero de un bando y luego del otro, desatando lun ataque nuclear devastador..
Cuentan que Carlo Karges, el guitarrista de la banda "Nena", se encontraba en un concierto de los Rolling Stones donde vio una suelta de globos. Al flotar hacia el horizonte notó como cambiaban la forma y, en lugar de parecer globos, le parecieron naves. Fue así que se preguntó qué pasaría si esos globos flotaran más allá del Muro de Berlín hacia el lado comunista de Alemania. Tras esta experiencia escribió “99 Luftballons”.
La letra dice algo así: “Te contaré la historia de 99 globos y de como una cosa lleva a la otra”... “En su camino al horizonte pensaron que eran naves... entonces un general envió un escuadrón detrás, para dar la alarma si así fuera”... “Fueron entonces 99 aviones a reacción... y hubo grandes fuegos artificiales”... “Los vecinos no entendieron nada... se molestaron y dispararon al horizonte... a los 99 globos”... “Aparecieron entonces 99 ministros de guerra, con fósforos y bidones de nafta... Se creían muy inteligentes e iniciaron una gran cacería... y gritaron ¿Guerra y Poder?”... “Por Dios, quien hubiera pensado que llegarían hasta allí por solo 99 globos... Vinieron luego 99 años de guerra y no hubo lugar para ganadores. Ya no hay ministros de guerra ni aviones a reacción, solo un mundo en ruinas”... “Hoy caminando encontré un globo... Piensa en tí, dejalo volar”.
Ayer, las fuerzas armadas de Estados Unidos derribaron un globo de origen chino que sobrevolaba su territorio, al considerarlo un presunto elemento de ‘espionaje‘. Desde el gobierno asiático dijeron que se trataba de un globo de investigaciones meteorológicas, desde el Pentágono que era utilizado para vigilar sitios militares estratégicos.
Este incidente con el globo blanco y radiante originó una tensión inesperada entre ambos países, a punto tal que el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, canceló su viaje a Pekín, donde iba a reunirse con el presidente chino, Xi Jinping, y otros funcionarios de su gobierno.
“Que la historia copie a la literatura es inconcebible”, afirmaba el maestro.