Hay momentos en el deporte que han quedado atrás en los años, pero que no se olvidan. La gran definición de la Fórmula 1 de 1981 es uno de esos acontecimientos que siempre estarán latentes por lo cerca que estuvo el santafesino Carlos "Lole" Reutemann de ser campeón de la máxima categoría automovilística, solo un punto lo privó de alcanzar la gloria en el Gran Premio de Las Vegas. A más de 40 años de ese episodio el hecho vuelve a estar latente en la actualidad a partir de las impactantes y escandalosas declaraciones que realizó Bernie Ecclestone, en las que confiesa haber pagado sobornos para perjudicar al piloto argentino y favorecer al brasileño Nelson Piquet, el ganador del título de esa temporada.
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Hay momentos en el deporte que han quedado atrás en los años, pero que no se olvidan. La gran definición de la Fórmula 1 de 1981 es uno de esos acontecimientos que siempre estarán latentes por lo cerca que estuvo el santafesino Carlos "Lole" Reutemann de ser campeón de la máxima categoría automovilística, solo un punto lo privó de alcanzar la gloria en el Gran Premio de Las Vegas. A más de 40 años de ese episodio el hecho vuelve a estar latente en la actualidad a partir de las impactantes y escandalosas declaraciones que realizó Bernie Ecclestone, en las que confiesa haber pagado sobornos para perjudicar al piloto argentino y favorecer al brasileño Nelson Piquet, el ganador del título de esa temporada.
Ecclestone era en 1981 el dueño de la escudería Brabham, que tenía a Piquet como su piloto estrella; el poder del británico no solo se centraba en el equipo del Reino Unido, sino que a esa altura ya era el dueño de la F-1. Transitaba apenas el primero de los 35 años de su reinado en la categoría.
El expresidente de la F-1 dejó impactantes declaraciones en el documental "Lucky!", que repasa su trayectoria como mandamás. Allí, el británico aseguró que pagó mucho dinero para perjudicar a Reutemann en el campeonato de 1981. En la última jornada de aquella temporada el santafesino llegó al Gran Premio de Las Vegas como puntero por delante de Nelson Piquet. Como si fuera poco, Lole se quedó con la pole position por lo que partía con ventaja para sellar el título.
Sin embargo, Ecclestone lo impidió: "Después del primer día de prácticas, era obvio que los pilotos iban a tener problemas con todo el dolor de cuello. Carlos habló con la masajista que se encontraba en boxes. Yo fui a ver a esta persona y, después de una discusión financiera, decidieron favorecer a Nelson", expresó el exdirigente.
"Ganamos el campeonato de 1981 y fue el final para Carlos, que dejó de correr ese año", cerró. La carrera terminaría con Reutemann octavo y el brasileño quinto, quedándose así con su único campeonato del mundo. El dato sobre el final de la participación de Reutemann es inexacto, ya que el santafesino se retiró recién en 1982, tras disputar las dos primeras fechas de ese calendario.
La confesión de Ecclestone se suma a una serie de hechos sospechosos que se unieron en contra de las aspiraciones de Reutemanm, que por entonces era el segundo piloto de la escudería Williams. El primero, y por el cual el equipo hizo mayores esfuerzos, era el australiano Alan Jones.
Las cuestiones ajenas a la pista pesaron, y mucho. Siempre se creyó que Lole no contaba con todo el apoyo de Williams porque había desobedecido órdenes de su equipo durante una carrera en Brasil y eso no cayó para nada bien. En esa carrera la escudería le pidió a Reutemann que fuera Jones el ganador, orden que el argentino ignoró al cruzar la línea de meta en primera lugar. Allí se produjo un quiebre en la relación entre el santafesino en el equipo que lideraba Frank Williams.
El Gran Premio de Las Vegas se disputó en un circuito improvisado en el estacionamiento del Ceasars Palace. No era el tradicional circuito de Estados Unidos puesto que por muchos años la F-1 corrió en Nueva York, pero problemas económicos trasladaron la sede de la carrera a la Ciudad del Pecado. A pesar de esto, Reutemann había logrado el mejor tiempo en el primer día de actividad, que ratificó al día siguiente quedándose con la pole. La jornada no terminaría bien debido a un roce que tuvo con Piquet en uno de los entrenamientos al mando del Williams con el chasis número 12, su preferido.
"El auto fue reparado inmediatamente, pero cuando vuelvo a salir advierto que no era la máquina obediente que yo tenía. No era el auto que me había hecho agradable la conducción. Contra mi idea original, no me quedó más remedio que hacerme cargo del 17, que no me gustaba nada", reconoció el santafesino en el libro "Los días de Reutemann".
Un día después de la carrera Reutemann se refirió a las razones por las que perdió el título e hizo hincapié en la decisión que tomó Williams de correr con el auto que llevaba el chasis 17 y no el 12. "Personalmente tenía pensado correr con el 12, que era con el que había hecho el tiempo en el primer día de actividad . Pero la gente del equipo me indicó que era preferible hacerlo con el 17 porque era un chasis nuevo y además el 12 tenía muchos kilómetros encima", precisó.
El Williams de Reutemann largó desde la pole, pero apenas llegó en el 8° lugar, con un rendimiento paupérrimo, y el brasileño Piquet con un pálido 5° lugar se consagró campeón por apenas un punto. La carrera la ganó Alan Jones con ventaja de veinte segundos sobre el francés Alain Prost.
La confesión de Ecclestone llega 41 años tarde y ratifica que lo sucedido en aquella semana de octubre de 1981 en Las Vegas no solo eran sospechas. La fuerza del sobornó dejó a un piloto impecable (en lo deportivo y humano) como Carlos Reutemann sin la gloria del título de la Fórmula 1.
"Le pedí que dijera la verdad"
Tras la revelación de Bernie Ecclestone, Cora Reutemann, hija del corredor y exgobernador de Santa Fe, habló y se refirió a las polémicas declaraciones.
Cora reveló un hecho que no se conocía hasta el momento y que, según ella, podría ser el motivo de la confesión de Ecclestone. "El día antes de que muera papá le mandé un audio a Bernie pidiéndole que sea sincero con él y le diga que es el verdadero campeón de 1981. Lamentablemente al otro día murió papá y ese audio quedó dando vueltas en el aire", señaló.
La hija de Reutemann insistió y volvió a escribirle al exdirigente: "Dos meses después del fallecimiento de papá, le volví a mandar un audio y Ecclestone me respondió que le pidiera cualquier cosa que necesitara. Entonces le pedí que dijera la verdad".