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Los mercenarios de Wagner, la milicia privada de Putin

Miércoles, 08 de febrero de 2023 02:19

La decisión del gobierno estadounidense de declarar "organización criminal internacional" al Grupo Wagner y aplicar sanciones a funcionarios y compañías privadas rusas acusadas de facilitar sus actividades implicó un reconocimiento de la relevancia adquirida en la guerra de Ucrania por la corporación privada rusa, que contrata efectivos mercenarios para realizar operaciones militares clandestinas por encargo directo del Kremlin. La inteligencia británica estima que actualmente hay 50.000 milicianos del Grupo Wagner combatiendo en Ucrania

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La decisión del gobierno estadounidense de declarar "organización criminal internacional" al Grupo Wagner y aplicar sanciones a funcionarios y compañías privadas rusas acusadas de facilitar sus actividades implicó un reconocimiento de la relevancia adquirida en la guerra de Ucrania por la corporación privada rusa, que contrata efectivos mercenarios para realizar operaciones militares clandestinas por encargo directo del Kremlin. La inteligencia británica estima que actualmente hay 50.000 milicianos del Grupo Wagner combatiendo en Ucrania

El Departamento del Tesoro destacó que "Putin ha recurrido al grupo Wagner para continuar su guerra. El Grupo Wagner también se ha inmiscuido y ha desestabilizado países de África, cometiendo abusos generalizados contra los derechos humanos". John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad de la Casa Blanca, señaló que "estas acciones reconocen la amenaza transcontinental que plantea Wagner".

Las empresas sancionadas incluyen a Changsha Tianyi Space Science and Technology Research Institute Co, una compañía china acusada de proveer de imágenes satelitales de Ucrania a los soldados de la organización. Esta revelación confirma las presunciones sobre la cooperación subterránea de Beijing con Moscú en el conflicto ucraniano, encubierta tras la máscara de un acuerdo comercial entre dos compañías privadas.

El titular del Wagner Group es Yevgeni Prigozhin, un multimillonario estrechamente vinculado con el presidente Vladimir Putin. El empresario, que estuvo preso bajo el comunismo por sus actividades en el mercado negro y recomenzó su carrera con un puesto de venta de salchichas calientes en San Peterburgo, cuando el actual mandatario ruso era el alcalde de esa ciudad, es conocido como el "chef de Putin" porque amasó su fortuna en el rubro de las comidas rápidas. Su jefe de operaciones es Dmitri Utkin, un ex oficial del Servicio de Inteligencia del Ejército (GRU) que combatió en las fuerzas especiales rusas en la guerra de Chechenia.

La gravitación del Grupo Wagner en el conflicto ucraniano quedó reflejada en su reciente victoria en Soledar, una localidad de la región del Donetsk ocupada por el Ejército ruso, recuperada luego por las fuerzas ucranianas y finalmente reconquistada por los mercenarios financiados por Prigozhin. Por primera vez, la información oficial de Moscú reconoció que "En lo concerniente al asalto de la zona urbana de Soledar, ocupada por el Ejército ucraniano, esta misión fue realizada de manera valerosa y desinteresada por las acciones de los voluntarios de las unidades de asalto de la compañía militar privada Wagner".

Prigozhin preside también la Agencia de Investigación de Internet (IRA por su sigla en idioma ruso), que maneja la célebre "granja de trolls de San Petersburgo", una unidad operativa de ciberguerra que tomó estado público por su intervención en las elecciones presidenciales estadounidenses de noviembre de 2016, cuando Donald Trump derrotó a Hillary Clinton, cuya dirección electrónica privada fue "hackeada" y su contenido más comprometedor expuesto a la consideración pública.

El empresario patrocina al Grupo Wagner desde que en 2013 otra compañía militar privada, denominada Moran Security Group, registrada en Hong Kong, fracasara en una misión en Siria y sus fundadores fueran encarcelados. Utkin, un admirador del Tercer Reich, era uno de los directivos de esa firma y reclutó a muchos de esos ex combatientes para iniciar un nuevo emprendimiento, al que bautizó con el nombre de Wagner en homenaje al compositor alemán favorito de Hitler. En diciembre de 2016 fue condecorado por Putin con la Orden al Coraje en una ceremonia oficial en homenaje a los "héroes de Siria".

Un crecimiento meteórico

Un estudio del Centro de Estudios de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), uno de los "thinks tanks" especializados en temas de seguridad más prestigiosos de Washington, revela que esta organización paramilitar tendría presencia en una treintena de países de cuatro continentes y permite a Putin "ejecutar sus objetivos políticos y hacer avanzar los intereses de seguridad rusos en todo el mundo".

El estreno de la organización ocurrió significativamente en 2014, en Ucrania, cuando Rusia anexó la península de Crimea. En ese conflicto, un grupo de mercenarios reclutados por el Wagner Group participó la proclamación de las repúblicas separatistas pro-rusas de Donetsk y Lugansk. Expertos estadounidenses consideran que "Ucrania sirvió como uno de los primeros campos de prueba de los ejércitos privados rusos a partir de 2014".

En sus primeros tiempos, el grupo estuvo particularmente activo en África y Medio Oriente especialmente en Siria, Libia y la República Centroafricana. Antes de ser enviados al extranjero, los reclutados reciben un entrenamiento especial. Según el informe del CSIS, hay dos campamentos instalados en Rusia en la región de Krasnodar junto a una base del servicio de inteligencia militar (GRU). La remuneración es tentadora. El sueldo básico es de 3.000 euros mensuales, una cifra muy elevada para la escala salarial rusa.

Las tareas asignadas varían según la situación en cada lugar. En África su cometido originario fue la custodia de yacimientos minerales, oleoductos, gasoductos, refinerías y plantas de gas claves para los gobiernos locales o para empresas rusas. Pero rápidamente se extendió al entrenamiento y equipamiento de las fuerzas de seguridad del país anfitrión, en el caso de gobiernos amigos, o de alguna milicia irregular, cuando se trata de promover la desestabilización de las autoridades locales.

La misión de estos efectivos incluye la capacitación en tareas de combate, entre ellas el uso de francotiradores o la defensa antiaérea. También proveen de servicios de guardaespaldas para los presidentes. A la inversa, puede consistir en la eliminación de adversarios políticos. El gobierno de Kiev denunció que un comando ruso tenía la misión de asesinar al presidente Volodimir Zelenski.

Venezuela fue la puerta de entrada para la organización en América Latina. Un contingente viajó en 2017 a Caracas para proteger las actividades de las empresas rusas, entre ellas la petrolera estatal Rosneft. Desde enero de 2019, un centenar de esos efectivos fue comisionado para sustituir a los efectivos de la inteligencia cubana que estaban a cargo de la protección del presidente Nicolás Maduro. Fuentes de inteligencia estadounidense aseguran que el Wagner Group empezó a colaborar también en Nicaragua con el régimen de Daniel Ortega.

Pero la guerra de Ucrania significó para el Grupo Wagner un punto de inflexión. Ante la necesidad imperiosa de Putin de renovar su personal militar por la prolongación del conflicto bélico y la renuencia de la población civil a alistarse en el Ejército, Prigozhin abandonó su criterio originario de contratar exclusivamente a ex combatientes con alta calificación profesional para empezar a reclutar delincuentes recluidos en las cárceles rusas bajo el compromiso de conseguir un indulto presidencial que los liberase de la condena.

En un discurso pronunciado ante la Duma (Parlamento) en 2012 el presidente ruso señaló que: "Un grupo de empresas militares privadas sería un instrumento eficiente para alcanzar objetivos nacionales sin implicar directamente al Estado ruso". El Grupo Wagner es la materialización de ese objetivo, pero su expansión parece haber generado también un foco de tensión con la cúpula militar rusa que ve reducida su cuota de poder en el Kremlin. Más aún cuando en círculos cercanos al Kremlin trascendió que Prigozhin barajaría la hipótesis de un lanzamiento político como líder de una corriente ultranacionalista asociada a Putin.

 

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