El informe es elocuente: el mapa con las emisiones y absorciones netas medias de dióxido de carbono de 2015 a 2020, en base a las mediciones del satélite OCO-2 de la NASA, demuestra que la Argentina es uno de los pocos países del mundo con balance positivo de carbono. Es decir, se destruye el mito (instalado desde organismos internacionales) de que la ganadería argentina es un factor decisivo en los factores que aceleran el cambio climático. Las vacas argentinas se alimentan mayoritariamente de pasturas, con pastos naturales. Esta alfombra vegetal, así como los follajes de los bosques, absorben dióxido de carbono a través de la fotosíntesis. Las vacas digieren el carbono y eliminan metano a la atmósfera. Ese metano, a la larga, se transforma en agua y dióxido de carbono, que nuevamente es absorbido por las pasturas y follajes.
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El informe es elocuente: el mapa con las emisiones y absorciones netas medias de dióxido de carbono de 2015 a 2020, en base a las mediciones del satélite OCO-2 de la NASA, demuestra que la Argentina es uno de los pocos países del mundo con balance positivo de carbono. Es decir, se destruye el mito (instalado desde organismos internacionales) de que la ganadería argentina es un factor decisivo en los factores que aceleran el cambio climático. Las vacas argentinas se alimentan mayoritariamente de pasturas, con pastos naturales. Esta alfombra vegetal, así como los follajes de los bosques, absorben dióxido de carbono a través de la fotosíntesis. Las vacas digieren el carbono y eliminan metano a la atmósfera. Ese metano, a la larga, se transforma en agua y dióxido de carbono, que nuevamente es absorbido por las pasturas y follajes.
Los datos de la ciencia detectan un crecimiento acelerado de la temperatura media de la tierra y de los mares. Lo atribuyen al exceso de dióxido de carbono en la atmósfera. Consideran que una razón decisiva sería la actividad humana, ya que asocian este calentamiento con la revolución industrial.
Claramente, el uso predominante de combustibles fósiles, es decir, hidrocarburos y carbón, produce una emisión de dióxido creciente que la capa verde no puede absorber. Si realmente el calentamiento global es antropogénico, el factor decisivo sería el combustible. No las vacas.
El informe de la NASA invita a que se empiecen a corregir las políticas antiproductivas, que en Salta paralizaron el desarrollo sustentable agrícola y ganadero. La desinformación y las presiones de ONG con intereses sesgados han derivado en un ordenamiento territorial que ignora la realidad de la provincia, del país y del mundo.
Para el NOA y el NEA la actividad rural es indispensable. La misma FAO, que en 2006 afirmaba que "el ganado es uno de los principales responsables de los graves problemas medioambientales", hoy sostiene que "la ganadería es un factor clave para el desarrollo sostenible… contribuye a la seguridad alimentaria, la nutrición, el alivio de la pobreza y el crecimiento económico".
El hambre
Hay una necesidad planetaria: en el informe 2022 sobre seguridad alimentaria y nutrición la ONU deja constancia de que 828 millones de personas padecieron hambre en el año 2021. Esto significa que el mundo se está alejando de su objetivo de acabar con el hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición de aquí a 2030.
Frente a este escenario, y a la creciente demanda alimentaria del mundo, la FAO aboga por "sistemas ganaderos sostenibles, productivos y resilientes".
Nuestra provincia sancionó en 2000 una ley ambiental, la 7070, que contemplaba todos los aspectos para el desarrollo sustentable de la ganadería y la agricultura, acotando el desmonte, preservando las fuentes de agua y con previsiones de reforestación con flora nativa en los bosques degradados. Posteriormente las veleidades llevaron a un ordenamiento territorial ajeno a las necesidades de la gente.
Aquella ley aún vigente debería ser el criterio rector para que Salta amplíe las áreas verdes disponibles para la producción rural, los presupuestos para recuperación del bosque nativo (que son una deuda del poder central acumulada desde la sanción de la ley de bosques) y que incorpore las producciones familiares de los habitantes del Chaco salteño a la tecnología y la economía modernas.