¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

20°
23 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Una celebración de la diversidad

Con el "Jubilate Deo", de Dan Forrest, la Orquesta Sinfónica de Salta, el coro de la Ucasal y solistas celebraron el jueves pasado los 60 años de la Universidad Católica de Salta en un concierto pleno de emociones en la Catedral Basílica de la ciudad.
Domingo, 26 de marzo de 2023 11:47

Por Flavio Gerez, músico y Dr. en Física

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Por Flavio Gerez, músico y Dr. en Física

________

Toda universidad tiene sus propios objetivos fundacionales desde un punto de vista filosófico, y todos incluyen la búsqueda de la verdad, la formación integral de la persona, la promoción del bien común y la preservación y transmisión del conocimiento.

En el caso las universidades católicas, esos objetivos se complementan con la formación moral y espiritual de los estudiantes y la promoción de valores cristianos. Las personas que hace 60 años fundaron la Universidad Católica de Salta tenían muy claro que estos objetivos debían cumplirse de forma equilibrada para formar hombre y mujeres líderes, capaces de contribuir al bienestar de la sociedad.

El concierto que ha brindado la Orquesta Sinfónica de Salta, junto al coro de la Ucasal y a dos solistas invitadas, en nuestra Catedral Basílica, ha cumplido con éxito dos tareas al mismo tiempo: celebrar este aniversario y poner de manifiesto la vigencia de esos objetivos fundacionales a través de la elección de una obra que abraza, como pocas, la diversidad cultural de los pueblos, el "Jubilate Deo" de Dan Forrest.

Para el reconocido compositor estadounidense Dan Forrest (1978- ), toda belleza que encontramos en la vida proviene de Dios y tiene como fin último glorificarlo. Para él, aunque nuestro mundo esté manchado por el pecado, la belleza y la bondad prevalece y apuntan hacia la forma en que las cosas deben ser. En este sentido, Forrest construye sus composiciones desde una profunda humildad pero hacia la excelencia. Una guía que todos los músicos, compositores e intérpretes deberíamos tener. 

Su "Jubilate Deo" nos transporta en un viaje musical alrededor del mundo. Basándose en el tradicional Salmo 100 de la Biblia -"Aclamad alegremente al Señor, toda la tierra"-, Forrest nos ofrece una interpretación que abarca siete idiomas diferentes y una amplia variedad de influencias musicales.

Cada movimiento combina las características únicas de la cultura musical de cada idioma con el lenguaje musical propio del compositor.

El primer movimiento establece la traducción litúrgica latina antigua del Salmo en un estilo musical americano, con claras influencias de la música del país natal del compositor. Mientras que el segundo movimiento evoca la cultura del Medio Oriente, utilizando un texto en hebreo y árabe, y entrelazando intencionalmente los dos idiomas en un gesto simbólico de unidad.

El tercer movimiento, a su vez, utiliza el mandarín para crear una atmósfera tranquila en la que se establece la metáfora del pastor y las ovejas del texto, mientras que la orquesta evoca los sonidos de instrumentos tradicionales asiáticos. El cuarto movimiento nos transporta a África, con secciones de celebración del texto en zulú y utilizando la música vocal y de percusión tradicional de la región.

El quinto movimiento de la obra de Forrest representa a América Latina, con el texto en español y una melodía de estilo de canción folclórica, combinando los sonidos instrumentales folclóricos con texturas polifónicas de la tradición coral clásica.

El sexto movimiento, "Canción de la Tierra", retrata la propia Tierra cantando, sin palabras al principio, pero eventualmente encontrando su propia voz y llevando sin problemas al movimiento final. El último movimiento, como una culminación de todos los movimientos anteriores, une muchos de los temas y culturas clave, así como otros materiales tanto antiguos como nuevos, mientras que toda la tierra canta como uno solo, "¡omnis terra, jubilate!". 

"El concierto ha cumplido con éxito celebrar y poner de manifiesto la vigencia de objetivos a través de una obra que abraza la diversidad".

La lectura que Jorge Lhez, director invitado por la Orquesta, director del Coro Ucasal y miembro del directorio del Instituto de Música y Danza, hizo de esta partitura recibió, por su honestidad, el calor y los aplausos de un público que colmó la Catedral y que supo apreciar los momentos estelares de gran belleza sonora, tanto por parte del coro, los solistas y los instrumentistas, con mención especial para el conmovedor sonido de la flauta de Marina Tiburcio (otra vez) en el segundo movimiento, el arpa de Ana Carolina Varvará en el quinto, el erhu (un instrumento de cuerda tradicional chino) interpretado con una gran delicadeza y buen gusto por Aleksandre Urushadze en el tercero y todo el conjunto orquestal que, a pesar de los enormes desafíos acústicos que presenta la Catedral Basílica de Salta, supo transmitir el sentido tan profundo que esta obra posee.

Mi deseo para que un registro discográfico de esta obra interpretada por la Orquesta Sinfónica de Salta, con las garantías acústicas que corresponden, se haga realidad.

Temas de la nota

PUBLICIDAD