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Un padre y su búsqueda implacable de justicia para su hija abusada hace 14 años en Tartagal

Desde el Ministerio Público Fiscal confirmaron que la fiscal de Orán, Mariana Torres, fue designada para investigar el aberrante caso que tiene como presunta abusadora a una abogada que trabajaba en la Fiscalía de Tartagal.
Viernes, 03 de marzo de 2023 02:42

Una fiscal de Orán fue designada para investigar un caso de abuso de menores y trata de personas en Tartagal. Se trata de la doctora Mariana Torres, quien fue designada para investigar el caso. Esta designación de un fiscal de otro distrito se determinó porque los agentes fiscales de Tartagal fueron denunciados por el padre de la joven víctima.

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Una fiscal de Orán fue designada para investigar un caso de abuso de menores y trata de personas en Tartagal. Se trata de la doctora Mariana Torres, quien fue designada para investigar el caso. Esta designación de un fiscal de otro distrito se determinó porque los agentes fiscales de Tartagal fueron denunciados por el padre de la joven víctima.

Se trata de Darío Tejerina, un padre que no muestra miedo, dolor ni angustia y al expresarse lo hace en tono pausado como si lo que relatara le hubiera pasado a otro hombre. Solo en un momento se acomoda los anteojos, toma aire y dice: "Esta gente está buscando que yo me convierta en un delincuente, que cometa una locura. Pero yo soy un hombre de bien, un padre de familia y toda mi vida fui un trabajador. La gente me conoce y por más que los funcionarios judiciales se han portado tan mal conmigo, me han tratado de loco, de denunciador serial, no me voy a ir de este mundo sin lograr la justicia por la que peleo hace 14 años".

"Cualquier papá lo haría, y muchos quizás ya hubiesen perdido la cordura porque es demasiado para cualquier ser humano", aseguró sobre su padecimiento.

Tejerina se refiere así a lo que le tocó pasar a consecuencia -asegura- de un delito aberrante del que una de sus hijas, hoy de 27 años de edad, sufrió cuando tenía 13 años y que relata con algunos detalles que lo hieren una y otra vez.

"Mi hija era una nena normal, estaba haciendo el séptimo grado en la escuela Uriburu; yo trabajaba en una empresa petrolera en Ushuaia y tenía una confitería en la Diagonal República de Siria acá en Tartagal, así que iba y volvía desde el sur. A mi negocio iba una mujer, una abogada que trabajaba en la Fiscalía de Tartagal y siempre andaba con gente un poco extraña; lo digo así porque cuando uno tiene ese tipo de negocios aprende a mirar un poco más en detalle. Yo iba y volvía de Ushuaia y creo que fue en eso en que me descuidé de mis hijas por mi trabajo, que esta pedófila comenzó a contactarla a mi nena", detalló.

"Una vez que volví de Ushuaia me enteré que la habían visto juntas y una noche me las arreglé para sorprenderla. Esta mujer estaba en mi casa en Vespucio, con mi nena abusando de ella porque los niños no tienen relaciones sexuales, son víctimas de abuso sexual", aclara con toda la razón.

"La traíamos a casa pero igual volvía a irse porque las adicciones son terribles y solo quien tiene un hijo adicto, lo sabe. Una vez la fui a traer de Bolivia porque esta misma mujer que se mueve en ese mundo y que sometió a muchos niños y niñas la había llevado a un burdel".

Darío Tejerina recuerda: "Dios me alumbró para que yo no la matara en ese momento y logró escaparse. Mi hijita lloraba sin consuelo y comenzó a contarme de qué manera esta mujer la acosaba, la perseguía. A la mañana siguiente fui a hacerle la denuncia en la Fiscalía y ahí me enteré que ella era sumariante precisamente de la Fiscalía de Tartagal. No dudé un segundo, la denuncié esperando que se comenzara a investigar, que la detuvieran, que se dispusieran medidas de protección para mi hija y para nosotros los padres también, porque al final todos resultamos siendo víctimas de estos delincuentes. Pero pasó un mes, dos meses, un año, catorce años y a esta mujer jamás nadie la citó ni siquiera a declarar. Desde ese momento comenzó para nosotros un verdadero calvario, el mismo infierno".

Confirman la investigación

El Tribuno se comunicó con el Ministerio Público Fiscal de la Provincia y desde el organismo confirmaron que la fiscal de Orán, Mariana Torres, fue designada para investigar el caso.

Al encontrarse los agentes fiscales de Tartagal denunciados por el padre de la joven, se designó a un investigador de otro distrito. También confirmaron que la Dra. Mariana Torres dispuso que se localice a la joven, hija de Tejerina y se la traslade a Orán para tomarle declaración y comenzar, después de 14 años, con la investigación correspondiente.

"Si corresponde se investigará a los fiscales denunciados, pero resulta fundamental el testimonio de la supuesta victima, quien ya es mayor de edad", informaron fuentes oficiales.

Abusos y estupefacientes

El atribulado papá no duda de que su hija "cayó en lo más triste que puede caer una chica y fue todo a consecuencia de lo que vivió culpa de esta mujer. Ella abusaba sexualmente de mi nena, le hacía la guardia, se la llevaba, la tenía amenazada. Le daba pastillas y un montón de cosas para que tome mientras la Justicia no hacía absolutamente nada. En el juzgado no había funcionario ni empleado que no supiera quien era esta mujer, la vida que tenía, sus vicios, la gente con la que se relacionaba, pero aún así ningún fiscal de Tartagal jamás la citó a declarar".

"Desde ahí comencé a denunciarlos a los fiscales por privar a una menor de justicia y de protección, pero jamás me escucharon. Dejé mi trabajo en Ushuaia cuando veía que nadie me iba a tender una mano. Pero mi hijita ya estaba en las redes de esta gente que la maltrataba, la drogaba y la prostituía", relata con un dolor inenarrable.

"Nunca me quedé quieto porque veía a mi hija hundírse en ese mundo espantoso de drogas, maltrato, prostitución en el que la metió esta mujer, y nosotros como papás no podíamos sacarla. Cuando alguien nos decía 'tu hija está allá', solo íbamos a buscarla".

Tejerina asegura que durante años imploró por justicia y que jamás fue escuchado "por la complicidad que había entre los funcionarios y esta mujer que manejaba los expedientes de las dos fiscalías que habían en ese entonces como ella quería. Nunca me quedé tranquilo porque veía cómo cada día mi hija se hundía más en ese mundo espantoso de drogas, maltrato, prostitución y nosotros como papás no podíamos sacarla. Cuando alguien nos decía tu hija está allá íbamos a buscarla, la traíamos a casa pero igual volvía a salir porque las adicciones son algo terrible que solo un padre con un hijo adicto sabe lo que se sufre. Una vez la fui a traer de Bolivia porque esta misma mujer que se mueve en ese mundo y que sometió a muchos niños y niñas, la había llevado a un burdel. Otra vez pedí trabajo en un hotel de mala muerte que está en la avenida 20 de Febrero y que aunque parezca una locura es propiedad del hermano de otro funcionario judicial que debe velar por las víctimas de estos delitos. Me dieron trabajo en ese hotel porque no me conocían; así veía el desfile de chicas como mi hija, todas menores con tipos que abusaban de ellas. Yo quería hacer algo por mi hija y sabía que tenía que investigar todo por mi cuenta para llevarle los datos a la Justicia, pero todos sabían lo que pasaba en Tartagal. Y todos seguían sin hacer absolutamente nada".

Tejerina asegura que "como nunca dejaba de denunciar a los funcionarios y a varios jefes policiales, le inventaron una causa a un hijo mío de 15 años; lo tuvieron preso, lo golpearon pero mi hijo salió sobreseído porque las víctimas del supuesto robo que decían que él había cometido, jamás lo reconocieron como el autor. En ese momento decidí que todos mis hijos se vayan al sur para protegerlos de esta gente y yo quedarme a seguir luchando por recuperar a mi hija y porque se haga justicia".

 "Mi hija es una víctima, espero que por fin se haga justicia"

No es la primera vez que Darío Tejerina se encadena en el portón del complejo judicial de Tartagal reclamando que se investiguen sus denuncias que tienen más de una década. Pero la última medida de fuerza que realizó la semana pasada le trajo un poco de alivio. "El procurador general de la Provincia, Pedro García Castiella, designó a la doctora Mariana Torres, fiscal N° 1 de Orán para que se investigue el caso de mi hija, de los abusos que sufrió por años, del infierno que estos fiscales nos han hecho pasar. Era tanta la impunidad de esta mujer que jamás la indagaron. Hace un tiempo me enteré que la habían desafectado del Ministerio Público donde trabajaba; un fiscal llegó a decirme que no la podían detener porque ella era sustento de su mamá como si eso le quitara su condición de pedófila. Vergonzosamente se tiraban la causa como una pelota. Para que todos sepan, mi hijita que ahora tiene 27 años está viviendo en un asentamiento precario en la zona norte de Tartagal. Solo le pido a la policía que por favor no la golpeen, no la maltraten más. Ella tiene terror de ir a la Justicia por tantos años de padecimiento y de saber que yo denunciaba y jamás me escucharon. A mí no me bajan de loco, de denunciador serial, pero yo quisiera ver a un padre en mi lugar después de 14 años sin protección ni justicia. Mis hijos quisieron llevársela con ellos al sur, pero la adicción y su vulnerabilidad no le permiten salir del infierno; ella es una víctima. Ojalá la fiscal Mariana Torres lo entienda", expresó.

CORRESPONSALÍA TARTAGAL

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