Desde hace varios años, la escuela Agrícola Martín Miguel de Güemes, es la joya de la corona de varios ataques vandálicos. Hace menos de 5 años, la institución perdió varios ejemplares vacunos de raza, que eran objeto de trabajo y estudio de los alumnos. Un tiempo después comenzaron los intentos de usurpación sobre el sector de la escuela que termina sobre la avenida Gato y Mancha. En las aulas, desaparecían mochilas y celulares.
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Desde hace varios años, la escuela Agrícola Martín Miguel de Güemes, es la joya de la corona de varios ataques vandálicos. Hace menos de 5 años, la institución perdió varios ejemplares vacunos de raza, que eran objeto de trabajo y estudio de los alumnos. Un tiempo después comenzaron los intentos de usurpación sobre el sector de la escuela que termina sobre la avenida Gato y Mancha. En las aulas, desaparecían mochilas y celulares.
El año pasado, desde la institución se reclamo la presencia de una destacamento de Caballería para controlar el predio y evitar el robo de animales y el ingreso de gente al predio, en forma ilegal.
Para resolver el tema de los robos en las aulas, la comisión de profesores de las escuela logró la compra una equipo de cámaras que está pronto a instalarse. La idea es revisar las imágenes cuando se produzca la denuncia de una sustracción.
Hace una semana, los estudiantes de la escuela comenzaron a ser víctimas de los asaltos en las calles de barrio Miguel Aráoz.
Al respecto, el director Marcelo Aranda detalló que los asaltos se produjeron en los horarios de salida de los chicos, en particular de los que no comen en las institución, sino que asisten a un comedor en el barrio Araóz. “Ocurrieron tres atracos y el último fue a 10 cuadras de la escuela. La víctima fue una alumna. La joven se resistió al asalto, y los malvivientes la hirieron con un arma blanca. Pudimos asistirla gracias a una vecina que nos llamó. Fuimos a verla y pedimos la presencia de la asistencia médica y se llamó a los padres. Lamentablemente, esto ocurrió cuando avanzábamos en la firma de una nota para solicitar más seguridad en la salida de la escuela y las zona aledañas”,explicó el ingeniero.
Los estudiantes de la escuela Agrícola tienen jornada completa, y según el curso es que algunos salen a las 14, a las 17 o a las 19. Algunos de los estudiantes almuerzan en la escuela, y otros almuerzan en los comedores de la zona y regresan a la institución.
En estas salidas es que se produjeron los hechos delictivos. Frente a esta situación, la dirección de la escuela estaba realizando una nota -que requería la firma de los profesores y los padres- para presentar a las comisarías de la zona reclamando su presencia en la zonas cercanas, y en el ingreso a la escuela, cuando ocurrió el último de los casos que terminó con una estudiante lesionada.
Luego de una reunión con los comisarios de los destacamentos de la zona, se logró que la escuela cuente con la asistencia policial en la salida de la escuela, y en los horarios de riesgo.
Otro de los reclamos que lleva adelante la escuela Agrícola es ante Saeta. "Los estudiantes advierten que -pese a no llevar pasajeros- los colectivos de las línea 8A, que sale de barrio Aráoz no para para que ellos tomen el servicio. Es por eso que reclamamos que cumplan con el servicio y de esta forma también colaboren con la seguridad de los chicos que quedan varados en las paradas", agregó el director.