La amenaza contra Messi y su familia en Rosario, el jueves pasado, puso todo el foco de atención, mediático y gubernamental, en el descontrol del narcotráfico y la violencia que conlleva en la ciudad santafesina, pero la problemática abarca otros territorios entre los que Salta tiene un papel preponderante. Al punto de que la frontera norte de la provincia es la principal vía de entrada de cocaína al país. Según dan cuenta diversas estimaciones que hicieron investigadores judiciales, alrededor del 90% de esa droga que ingresa a la Argentina desde Bolivia pasa por estas latitudes y luego es distribuida, entre otros destinos, a los puertos rosarinos para su exportación. Todo está interconectado.
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La amenaza contra Messi y su familia en Rosario, el jueves pasado, puso todo el foco de atención, mediático y gubernamental, en el descontrol del narcotráfico y la violencia que conlleva en la ciudad santafesina, pero la problemática abarca otros territorios entre los que Salta tiene un papel preponderante. Al punto de que la frontera norte de la provincia es la principal vía de entrada de cocaína al país. Según dan cuenta diversas estimaciones que hicieron investigadores judiciales, alrededor del 90% de esa droga que ingresa a la Argentina desde Bolivia pasa por estas latitudes y luego es distribuida, entre otros destinos, a los puertos rosarinos para su exportación. Todo está interconectado.
En un breve repaso de las crónicas policiales de Salvador Mazza, Aguas Blancas, Tartagal y Orán de los últimos tiempos se puede advertir que no hay mucha distancia con lo que ocurre en Rosario, donde es moneda común los asesinatos, ajustes de cuentas, amenazas y corrupción de las distintas fuerzas policiales y funcionarios judiciales.
La dimensión del tráfico de cocaína es estimativa ya que lo que sale a la luz a través de los procedimientos antidrogas y secuestros en controles viales en Salta es apenas una muy pequeña muestra de lo que ocurre en la realidad. La falta de recursos en el Poder Judicial Federal, tanto de personal como tecnológico, va en contramano al floreciente negocio narco. Aún así, se hace un trabajo ingente en el Ministerio Público Fiscal Federal de esta provincia para combatir, con lo que se tiene, al contrabando, que va más allá de la cocaína.
Esta semana se presentó un informe en el Congreso nacional sobre la actuación de las distintas fiscalías federales del país durante el año pasado. Allí se destaca que en el Distrito Salta, que también abarca la dependencia judicial de Jujuy, en 2022 fueron secuestrados e incinerados 5.843 kilos de cocaína y 1.801 de marihuana.
En el documento, el fiscal Eduardo Villalba detalla que el año pasado la Unidad Fiscal de la capital salteña quemó 2.079 kg de cocaína y 822 kg de marihuana. La sede descentralizada de San Ramón de la Nueva Orán destruyó 1.836 kg de cocaína y 248 kg de marihuana. La sede de Tartagal hizo lo propio con 1.022 kg de cocaína y 384 kg de marihuana. Y la Unidad Fiscal de Jujuy informó que durante 2022 quemaron un total de 905 kg de cocaína y 347 kg de marihuana.
Por su parte, la fiscal federal de Salta Josefina Martínez Vázquez, a cargo del Área de Flagrancia, advirtió que en lo que respecta a los controles fronterizos es "imperiosa la necesidad de instalar radares, scanners, cámaras, sensores térmicos de última generación -con la última tecnología- en la frontera norte y a lo largo de la ruta nacional 9/34, con un sistema de aviso a la Justicia rápido y eficiente, estableciendo organismos de control a las rutas de tráfico".
Consignó, asimismo, la urgencia de "establecer centros de vigilancia y monitoreo".
Granos y cubiertas
El informe anual del Ministerio Público Fiscal resaltó, en lo que corresponde a Salta, el crecimiento del contrabando de granos hacia Bolivia como así también la importación ilegal de cubiertas para ruedas de vehículos desde ese país.
"El fenómeno criminal de contrabando de granos que se presenta en la jurisdicción, fue advertido en primer lugar por funcionarios de AFIP y Aduanas que pusieron en conocimiento de la Fiscalía de Distrito la existencia de un importante aumento de emisión de cartas de porte con destino a Salvador Mazza que luego eran anuladas, ya que se utilizaba este documento como un pase libre para llegar hasta la zona de frontera, donde finalmente el transporte ilegal de granos se completaba a través de pasos no habilitados hacia Bolivia", explicó el modus operandi el fiscal Villalba. Mencionó, además, que se descubrieron a gendarmes en esa operatoria.
En cuanto a las cubiertas, la fiscal Martínez Vázquez indicó que fue "notable" la cantidad de secuestros de estos repuestos en los controles ruteros durante el año pasado.