Juan Guanuco es uno de los tantos salteños que estuvieron en el conflicto bélico por las islas Malvinas. Tiene un relato cíclico que va y viene de la risa al llanto, los recuerdos, los héroes, los caídos, los aprovechadores de las circunstancias, las maestras, el mar y su pueblo Campo Quijano.
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Juan Guanuco es uno de los tantos salteños que estuvieron en el conflicto bélico por las islas Malvinas. Tiene un relato cíclico que va y viene de la risa al llanto, los recuerdos, los héroes, los caídos, los aprovechadores de las circunstancias, las maestras, el mar y su pueblo Campo Quijano.
"Yo tengo mi raíz bien india, porque mi papá se llamaba Enrique Guanuco Quipildor y mi mamá Isabel Caqui Yonar. Soy de los cerros y del valle", dice el hombre que se crió en su casa del Portal de los Andes.
Su papá falleció cuando Juan tenía 14 años. Hijo único, a los 16 años se alisto en la Marina. Recuerda con orgullo y tristeza a su mamá, que quedó sola en Salta. Juan ingresó a la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) en 1977, en los cursos de electricidad. "En esos tiempos en la ESMA, se enseñaba todo lo referente a los buques. Éramos unos 2.500 estudiantes que estudiábamos en los cursos de maquinista, operación de armas, control de averías, mar y servicio, radaristas, etc.", dijo Guanuco.
En el 78, para su adiestramiento en mar, estuvo en el conflicto por el canal Beagle. "El 24 de diciembre de 1978 estábamos a 40 millas de Punta Arenas, cuando a las 23.30 se abortó la operación", recordó.
En 1979 vuelve a la ESMA a estudiar los cursos y en 1980 lo designan al buque insignia de la Armada, portaaviones 25 de Mayo. Cuando recuerda le brillan los ojos: "Se trata de un barco de 235 metros de eslora; son casi dos cuadras y media de largo. Con 1.400 tripulantes, de los cuales muchos eran salteños y muchos quijaneños. Yo creo que los salteños tenemos una buena predisposición para el trabajo en el mar, nos adaptamos muy bien a la vida marina", dijo.
En 1981 comenzó el curso de buzo salvamentista en la base de Mar del Plata, en abril del año siguiente estalló el conflicto. "El 28 de marzo estaba la flota de mar en Puerto Belgrano y las corbetas en Mar del Plata. Yo tenía 21 años y solo nos dijeron que había un operativo conjunto. Recién el 2 de abril de 1982, a las 7, escuchamos por difusores del barco que habíamos tomado Malvinas. Yo estaba justo en mi horario de descanso cuando nos despertaron a todos. En ese momento de alegría se me vinieron las imágenes de mis maestras de la Escuela Normal, mi mamá que había quedado sola pero que con eso me había dado un oficio, me vino la imagen de mi padre laburando de electromecánico ferroviario en los viajes a Socompa para que yo pudiera estudiar en el colegio Belgrano, todo había sido para ese momento. Por supuesto que sabía que se venía la respuesta del pirata inglés, que tienen una historia llena de conflictos bélicos", recordó emocionado el hombre.
Tras el hundimiento del crucero Belgrano, el 2 de mayo de 1982, todo lo que flotaba en el Atlántico Sur corría peligro. Perseguido por dos submarinos ingleses, el 25 de Mayo se instaló en Golfo Nuevo y ahí nos quedamos más seguros. "Mi trabajo en Malvinas fue de buzo rescatista en un helicóptero SH-3 Sea King, que además servía para misiones antisubmarinas", contó Guanuco. Para el 19 de mayo el portaaviones se fue a Puerto Belgrano. La guerra ya tenía destino final.