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Por qué Marcos pasó del anonimato a representar el arquetipo del héroe

Para los especialistas se trata de una construcción entre medios y audiencias. Además, el joven encarna valores que no están en circulación como la solidaridad.
Jueves, 06 de abril de 2023 18:53

Según la consultora IngenioLab, el arquetipo del héroe identifica a marcas como Nike, Marines y Hummer a través del lema: "Donde hay voluntad, hay camino". Con estas cinco palabras el marketing se garantiza "cautivar a las personas creándoles la necesidad de relacionarse con los mejores y con los más fuertes por medio de un espíritu ganador para obtener la victoria".

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Según la consultora IngenioLab, el arquetipo del héroe identifica a marcas como Nike, Marines y Hummer a través del lema: "Donde hay voluntad, hay camino". Con estas cinco palabras el marketing se garantiza "cautivar a las personas creándoles la necesidad de relacionarse con los mejores y con los más fuertes por medio de un espíritu ganador para obtener la victoria".

En las fotos tomadas por Walter Echazú para este medio el martes 4 de este mes, se puede ver a Marcos Ginocchio, el salteño ganador de la última edición de Gran Hermano, en un recorrido frenético desde su llegada al aeropuerto Martín Miguel de Güemes, pasando por el centro de la ciudad con una parada en la catedral y llegando al shopping Alto NOA.

Sobre la autobomba, con la sirena prendida para anunciar su presencia, con una caravana de autos en torno de él, caminando entre cientos de celulares empinados y empeñados en robarle una foto, estrechando manos expectantes, correspondiendo sin perder la sonrisa serena ni los ojos de asombro a los gritos, los besos al aire, los carteles con su imagen agitados en todo momento. Podría ser un guerrero, un superhéroe, un socorrista, un deportista campeón, un cantante multipremiado, un soldado e incluso un cazador de dragones de regreso a su terruño. ¿Pero cómo se explica el fenómeno Marcos Ginocchio?

El Tribuno le acercó este interrogante a la psicóloga Carina Salas, directora del Centro de Psicoterapias de Salta, quien señaló que este tipo de expresión devino del formato del programa Gran Hermano, cuya particularidad es la de generar una audiencia masiva y otorgar una participación central a los televidentes, que tomaron la oportunidad para una acción activa en favor de sus "hermanitos" preferidos. "Destaco que lo que mostró este personaje, yo voy a decir 'este personaje', porque no conocemos a la persona que estuvo participando, es un modo de gestionar los conflictos interpersonales en el que primaron los valores en la resolución de las diferencias", expresó.

En este sentido, sin dudas, el 70,83% de los votos positivos del público mostró que aquellos que siempre están interpretando los actos y los pensamientos de otros y desde el parámetro de "seguro me va a lastimar, a mentir o traicionar" agotan. Incluso Marcos reconoció fuera de la casa que esta edición, la décima, les había dado la espalda a los estrategas como Agustín Guardis, quien había ingresado con el respaldo -creía él- de haber estudiado los perfiles y las jugadas de los participantes de las ediciones previas. Sin embargo, las personas no consagraron al que "estaba jugando", sino a uno que "no estaba haciendo nada".

"Las características que Marcos como personaje mostró frente a la sociedad, tales como ser conciliador, tranquilo, con apertura al diálogo, procurando una convivencia pacífica, con un modelo de chico o joven del interior, han dado cuenta de una inteligencia emocional en la que se apela a la empatía y con la que inclusive pudo integrar en algún momento a quienes habían sido excluidos de los diferentes grupos", analizó Salas.

En otra línea de sentido afirmó que no se debía perder de vista la falta de oportunidades que los jóvenes encuentran para su progreso y realización en el sistema social actual. "Así surge como una oportunidad de fama muy rápida y de una exposición inmediata frente a una sociedad en donde hay escasez de oportunidades para nuestros jóvenes, del dinero necesario para invertir en nuevos proyectos", dijo.

Un apretón de las manos de Marcos, el intercambio más buscado. Jan Touzeau

La directora del Instituto de Comunicación, Políticas y Sociedad (Incopos), Dra. Alejandra Cebrelli, mencionó a este medio que "estamos viviendo una crisis de representación política a nivel global y que en Argentina es muy evidente la crisis de representación, en la falta de creencia de la gente en los políticos que nos representan, más allá de su origen partidario".

Así, en su perspectiva, a la necesidad de tener héroes del público, los medios masivos de comunicación responden ofreciéndoles ciertos héroes que les posibiliten anclar en ellos sus perspectivas y tomarlos como paradigmas de vida. Luego, haciendo la salvedad de que como investigadora se despoja de la crítica para interpretar cuestiones simbólicas, señaló que es necesario analizar los sistemas de representación vigentes actualmente en Argentina y en Salta.

"La rubiedad (de Marcos) no es una cuestión menor. Somos un país extremadamente racista. En Salta además se agrega la creencia en la Virgen, la marca del catolicismo. Él representa todo lo deseable 

en un chico de 22 años: estudioso, humilde, hermoso, cuida su cuerpo -un cuerpo absolutamente hegemónico-, amable y solidario. Y su solidaridad se traduce en la dádiva al modo católico, porque va a donar los millones que ganó a los comedores comunitarios e impactar en los niños necesitados, que son muchísimos en Salta. Y no me parece mal, no es una crítica, sino que lo que estoy diciendo es que representa lo que la gente necesita escuchar y creer: personas solidarias, personas amables, discursos que no sean del odio contra aquel que no piensa como yo", se explayó y sus dichos remiten a la "unción" del influencer mundialmente famoso, Santi Maratea, quien ahora está abocado a la creación de su propia ONG, la D&D, y por ello había deslizado el 22 de febrero pasado que podría legarle su función de emprender colectas solidarias por Instagram a Marcos.

Para Cebrelli la TV y la audiencia son autoras de una construcción colectiva a partir de los votos a los participantes del programa, de "una heroicidad necesaria", que "sacando las cuestiones de la belleza, la rubiedad, la clase media alta y el que es católico y además está cursando su último año de abogacía y tiene una familia tipo, hetero y tradicional -todo lo cual representa el estatus quo salteño-, me parece que se transforma a estas personas como a Marcos, en mitos vivientes, porque la gente necesita volver a creer en valores que no están representados hoy por hoy en nuestra sociedad y menos en los programas, que son supuestamente periodísticos, pero que en realidad se han transformado en operaciones políticas, donde solo aquel que paga pauta o aquel que representa los intereses del medio es bueno y heroico".

Sin embargo, también reconoció que el experimento social a pequeña escala que ofreció la casa de GH permitió demostrar cuánto valoró el afuera que Marcos trajera sobre la superficie "valores que no están circulando". "El buen trato, el evitar los discursos de odio, el no crear conflictos gratuitamente, simplemente porque aquel con el que estoy no es igual a mí lo transformo en un enemigo, en un adversario, lo dejo fuera de la ciudadanía y lo tengo que exterminar. Me transformo en su odiador. Y esto es lo que nos está destruyendo como sociedad y Marcos está representando desde sus valores humanos lo que el pueblo argentino está necesitando con urgencia: la solidaridad, el pensar en el otro, el pensar en el bien común", destacó. Y concluyó que lo malo no es la crítica y menos aún la defensa de derechos, sino la agresión al otro, "porque no se parece a mí o a mi grupo pequeño que funciona como gueto y por eso lo transformo en una especie de monstruo, lo coloco en la alteridad absoluta que es necesario destruir, porque ahí es donde aparecen el odio y la violencia".

Como si interactuara inconscientemente con Cebrelli una fan de Marcos -hacia el encuentro de su ídolo- portaba un cartel confeccionado a mano. Sobre pedazos de cartulinas multicolores tres fotos de Marcos y dos leyendas. Una, en una esquina y de cuño de Ginocchio: "Siempre el amor que das, vuelve". La otra, sobre un cuadrado blanco en el centro, rezaba: "Pa´los gustos, los colores". Así, con la grafía que le imprimió el cantante puertorriqueño de música urbana Javiielo al adagio latino "de gustibus non est disputandum" ("sobre gustos no se discute"), se puede zanjar, provisoriamente esta y otras grietas, subrayando la subjetividad e inutilidad de dirimir sobre las preferencias de cada uno.

El sentir sobre Marcos, en un cartel. Jan Touzeau

 

 

 

 

 

 

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