En la reunión mensual de artesanos de la Quebrada del Toro, que se hizo ayer en El Alfarcito, se recordó el cumpleaños del padre Chifri, que sería hoy, pero el cielo lo llamó en noviembre de 2011 a formar parte del ejército de ángeles que protegen a los solitarios habitantes de los cerros de Rosario de Lerma, a quienes Chifri, en vida, rescató de la indiferencia y se propuso darles nuevos propósitos y esperanzas. Nunca los dejó solos. Trabajó con amor fecundo para crear en El Alfarcito un centro de desarrollo equidistante a las 18 comunidades de la Quebrada. Allí fundó el colegio secundario de montaña y el centro de artesanos. Todo por evitar el desarraigo, por no perpetuar el olvido, para mostrar el arte de esta gente y sus muchas habilidades.
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En la reunión mensual de artesanos de la Quebrada del Toro, que se hizo ayer en El Alfarcito, se recordó el cumpleaños del padre Chifri, que sería hoy, pero el cielo lo llamó en noviembre de 2011 a formar parte del ejército de ángeles que protegen a los solitarios habitantes de los cerros de Rosario de Lerma, a quienes Chifri, en vida, rescató de la indiferencia y se propuso darles nuevos propósitos y esperanzas. Nunca los dejó solos. Trabajó con amor fecundo para crear en El Alfarcito un centro de desarrollo equidistante a las 18 comunidades de la Quebrada. Allí fundó el colegio secundario de montaña y el centro de artesanos. Todo por evitar el desarraigo, por no perpetuar el olvido, para mostrar el arte de esta gente y sus muchas habilidades.
Es por eso que nadie lo olvida. Chifri es un idioma común entre los vecinos del Toro, que van transmitiendo a sus hijos y a sus nietos ese nombre santo de un cura que los rescató de la indiferencia.
Ayer por la mañana temprano los artesanos entregaron sus trabajos en el Centro de Alfarcito. Luego tuvieron su momento de oración en la capilla, donde se lo recordó a Chifri con gran alegría, como a él le gustaba hacer cuando llegaba con su guitarra y los títeres, a llenar el silencio quebradeño de agradable música y de la palabra de Dios.
Los artesanos compartieron un almuerzo y el broche de oro del encuentro fue que la artesana Mariela Cachambe repartió una torta deliciosa que decía "Feliz Cumpleaños Chifri".
Fue una reunión difrente, llena de melancolía por ese extraordinario hombre que creó prosperidad donde antes de su llegada todo era un desierto.