Empleados precarizados que se encuentran manifestando en una carpa montada en el ingreso del hospital Joaquìn Castellanos de la ciudad de Güemes, protesta que acompañan con cortes de ruta, denunciaron amenazas e intento de homicidio al encontrar signos relacionados con ritos macabros frente a la carpa, y el incendio intencional del material plástico con el que está construido el refugio.
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Empleados precarizados que se encuentran manifestando en una carpa montada en el ingreso del hospital Joaquìn Castellanos de la ciudad de Güemes, protesta que acompañan con cortes de ruta, denunciaron amenazas e intento de homicidio al encontrar signos relacionados con ritos macabros frente a la carpa, y el incendio intencional del material plástico con el que está construido el refugio.
"El pasado jueves, al regresar de un corte que realizamos sobre la ruta nacional 34, encontramos frente a la carpa dos cruces invertidas hechas de sal y otro producto que podría ser harina, pero no le prestamos atención. Nos pareció una intimidación con algo de brujería y simplemente la barrimos", comentó con preocupación Valeria González.
Pero la situación fue más allá cuando el viernes por la tarde, mientras las empleadas se encontraban finalizando otra jornada de corte, una compañera que se dirigía hacia la carpa vio cómo desde el interior de la carpa salían llamas. En forma inmediata comenzó a gritar por ayuda, mientras intentaba apagar el fuego. Cerca de la carpa hay carritos de venta de comida rápida, además de personas que ingresan y egresan al nosocomio, por lo que la ayuda llegó rápido y lograron apagar el fuego antes de que consumiera todo el material plástico.
"No sabemos quién o quiénes lo hicieron, estamos seguras que no vino desde el hospital porque nos conocen, son compañeros y nadie haría una cosa así, ni siquiera la Gerencia. Pero sí creo que desde el Ministerio de Salud pudieron mandar a alguien, porque les jode muchísimo nuestra protesta", enfatizó Celia Tolay.
En las últimas manifestaciones sobre la ruta 34 solo se pueden ver a 7 mujeres realizando el corte, esto causa indignación entre los conductores de vehículos, quienes expresan su malestar con insultos y bocinazos. "Somos solo 7, cuando deberíamos ser 37, debido a que las otras 30 tienen la promesa de que van a pasar a planta de transitorios y con eso se conforman. Pero hasta ahora no les cumplieron y ya pasó mucho tiempo. Tienen miedo de quedarse sin nada y por eso no están aquí", dijo.
Las manifestantes exigen pasar a planta permanente o transitoria del hospital. Son las únicas consideradas casos especiales a estudiar, sin el compromiso de ser incorporadas porque no cuentan con la antigüedad necesaria.
Cabe recordar que la lucha comenzó tres meses atrás, con unos 70 trabajadores que tenían un contrato gerencial de $30.000 y solicitaban el pase a planta de transitorios. Muchos de ellos son profesionales y tenían más de 9 años en esas condiciones.
La medida de fuerza logró el pase a planta de 27 empleados, quedando pendiente el resto, con la promesa de incorporarlos en los meses sucesivos. De la promesa solo se cumplió con la selección de otros 30 trabajadores en un listado, cuyos nombramientos supuestamente esperan la firma del gobernador.
Del total quedarían 7 empleados precarizados que no cuentan con los requisitos para poder pasar a planta de transitorios. "Para trabajar en pandemia, para exponer nuestras vidas sí estábamos aptos, pero no para ser reconocidos por el Ministerio. Nos denigraron, nos rebajaron cómo personas y ya estamos hartos de trabajar casi gratis, exigimos el pase a planta como el resto, solo somos 7 mujeres, pero podemos generar un gran caos si no nos escuchan", finalizó González.