En julio del año pasado, Amalia y Mario, una pareja de jubilados residentes en la zona de Los Álamos cercana a la ruta 24 en Cerrillos, recibieron una factura de luz por un monto de 190 mil pesos, lo que les pareció excesivo. Tras hacer un reclamo, personal de Edesa descubrió meses atrás, que tenían una conexión ilegal, lo que los ponía en riesgo de electrocución. Además, se encontró que en su vivienda funcionaba una despensa. Por lo tanto, se labró el acta correspondiente por la conexión clandestina y se procedió a la normalización de la situación.
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En julio del año pasado, Amalia y Mario, una pareja de jubilados residentes en la zona de Los Álamos cercana a la ruta 24 en Cerrillos, recibieron una factura de luz por un monto de 190 mil pesos, lo que les pareció excesivo. Tras hacer un reclamo, personal de Edesa descubrió meses atrás, que tenían una conexión ilegal, lo que los ponía en riesgo de electrocución. Además, se encontró que en su vivienda funcionaba una despensa. Por lo tanto, se labró el acta correspondiente por la conexión clandestina y se procedió a la normalización de la situación.
Posteriormente, se aplicó un recupero de energía no facturada y se estableció un plan de pago para que el titular del suministro pudiera saldar su deuda. Sin embargo, la situación de la pareja empeoró con el tiempo, ya que recientemente recibieron una nueva factura de luz que incluía un monto de alrededor de 390 mil pesos con intereses y otros costos, lo que les resulta imposible de pagar. Los jubilados no reconocen tal deuda.
Amalia trabajó como ordenanza de escuelas durante más de 35 años, pero su jubilación es insuficiente para cubrir sus necesidades básicas. Su marido y ella tienen un pequeño quiosco que les genera ingresos adicionales, pero no les alcanza para llegar a fin de mes. Además, su hijo tiene un trabajo precario y uno de sus nietos requiere medicación regularmente debido a una discapacidad.
Hechas las averiguaciones por parte del Ente Regulador de Servicios Públicos, se solicitó a los jubilados cierta documentación para verificar todo lo denunciado públicamente. Por otro lado, Edesa argumentó "el usuario mencionado, en el 2021 contaba con una conexión ilegal, lo que se traduce en una situación de riesgo de electrocución. En este marco, se labró el acta correspondiente por la conexión clandestina y se procedió a la normalización de la situación. Acorde al procedimiento, se aplicó un recupero de energía no facturada, por lo cual el titular del suministro accedió a un plan de pago, el cual está abonando".
Los jubilados deben presentar una serie de papeles solicitados por los organismos de contralor para llegar al fondo de esta cuestión ya que aparenta ser que alguien de su entorno se aprovechó de los abuelos para sacar beneficio de este tipo de irregularidades. La pareja de jubilados está siendo asistida por el Ente Regulador para resolver su situación. Mientras tanto, siguen viviendo en Los Álamos.