El platense Tomás Etcheverry sigue haciendo historia y agigantando su mejor año tenístico de su carrera al dar el golpe del día en Roland Garros. Por primera vez cosechó el pasaje a tercera ronda del Grand Slam francés al imponerse en el Court 14 - la cuarta cancha en importancia en el Bosque de Bolonia- al australiano Álex de Minaur (número 19 del planeta), por 6-3, 7-6 (el tie-break fue 7-2 para el argentino) y 6-3.
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El platense Tomás Etcheverry sigue haciendo historia y agigantando su mejor año tenístico de su carrera al dar el golpe del día en Roland Garros. Por primera vez cosechó el pasaje a tercera ronda del Grand Slam francés al imponerse en el Court 14 - la cuarta cancha en importancia en el Bosque de Bolonia- al australiano Álex de Minaur (número 19 del planeta), por 6-3, 7-6 (el tie-break fue 7-2 para el argentino) y 6-3.
El tenista argentino, actual 49 del mundo, atraviesa un gran presente. Antes de arribar a la capital francesa solamente había ganado un partido en un torneo Grand Slam (en el Abierto de Australia, en enero pasado) y ahora sumó su segunda alegría consecutiva (en primera ronda del certamen en polvo de ladrillo avanzó tras el abandono del británico Jack Draper (había ganado el primer set por 6-4). Además, vale destacar que pisó sus dos primeras finales en el ATP Tour en 2023 sobre arcilla (Santiago, Houston).
El próximo rival del jugador entrenado por Walter Grinovero será el croata Borna Coric (15ª preclasificado), que viene de dejar en el camino al cordobés Pedro Cachín por 6-3, 4-6, 4-6, 6-3 y 6-4.
“Me costó arrancar, pero luego agarré ritmo y por suerte no me quebró el primer game. Fue un gran partido más allá del comienzo”, analizó el joven de 23 años durante una entrevista con ESPN una vez finalizado el partido.
Al ser consultado por cómo se sentía tras dar uno de los golpes de su carrera, manifestó: “Es una sensación increíble, es algo que quería, que vine a buscar, que me preparé para esto. Un partido impecalbe. El segundo set costó un poquito cerrarlo, pero por suerte lo pude sacar adelante. Eso es un envión de confianza y motivación muy grande, porque después el partido se hace muy largo y un 2-0 me cambió. Son increíbles las sensaciones que siento”. El platense Tomás Etcheverry luego anticipó que “será otra batalla la del sábado”.