Víctor Hugo Escandell: La poesía es un compromiso con la vida | Nos visita
4 DE Junio 2015 - 00:00 El poeta y docente fue galardonado con el mérito artístico de las letras.

"Yo empezé a escribir en 1969 y publiqué mis primeros poemas de amor en las páginas literarias que dirigía el escritor José Juan Botelli en el diario El Tribuno. Mi primer poema se llamó "Mujer''. Después seguí publicando en otros diarios como Crónica, El Intransigente, Propuesta y en la revista La Gauchita, entre otros. Pero después me dediqué a la docencia", dijo Escandell.
Este poeta de alma y docente de corazón transcurrió sus primeros años en una escuela en Misión La Paz en el Chaco salteño, allí estuvo dos años. "Mi primer destino fue en realidad un gran proceso de aprendizaje. A mí me pareció que íbamos en una actitud invasiva, de enseñar a leer y escribir en castellano, sin tener en cuenta su cultura, sus leyendas, sus costumbres y, fundamentalmente, su lengua. Pero yo aprendí mucho, traté de aprender la lengua. Los chicos me enseñaron mucho, incluso íbamos al monte a cazar, a recolectar frutos, y tantas cosas que desconocía. A pesar de la pobreza, había dignidad, el monte les proveía lo que necesitaban. Yo aprendí mucho con ellos. Después, con el tiempo, cuando yo estuve en el Ministerio de Educación, se hicieron unas cartillas bilinges y se prepararon auxiliares que eran de las comunidades", agregó.
Desde allí, su próximo destino fue la escuelita de alta montaña de Caipe. "Allí trabajé tres años. En una cultura completamente diferente. Yo era el único maestro por lo que, además, estaba a cargo de la dirección. La escuelita estaba a 3.800 metros sobre el nivel del mar. Es muy dura la vida ahí, por la gran altura falta el aire. Mis alumnos eran hijos de mineros, de empleados del ferrocarril, a ellos les leía el "Viento blanco'' de Juan Carlos Dávalos. El mapa de Salta es grande y la diversidad cultural es muy amplia", afirma con gran experiencia Escandell.
Víctor nunca se quedó quieto. Cuando regresó a Salta comenzó a trabajar en escuelas de barrios periféricos e inició su carrera para avanzar en el sistema educativo, por eso continuó estudiando y se recibió de profesor en Educación Especial. Concursó los cargos de vicedirector y de director, con el cual se jubiló hace poco tiempo atrás. A pesar de haber dedicado casi toda su vida a la docencia, nunca abandonó la literatura. "Mi poesía tiene un gran compromiso social. A mí me duele mucho ver el tema del paco que le arruina la vida a los chicos, el alcoholismo, la trata de personas. Pero el paco es algo gravísimo porque degrada totalmente a la persona y lo más grave es que ataca a los chicos de los barrios más vulnerables. Me preocupa el futuro de los jóvenes", sostiene.
Por otro lado, el escritor le contó a El Tribuno que permanentemente está haciendo cursos y talleres de lectura.