La conclusión es que Gimnasia se acordó tarde de jugar. No hay vuelta que darle. En el choque pendiente ante Villa Dálmine había ganado con solvencia, más allá del "corto" 1 a 0 final, y ayer fue superior a Santamarina de Tandil, pero no pudo repetir y se debió conformar con un empate.
El equipo de Schürrer manejó el partido de entrada, anulando al rival. Nunca se notó la diferencia entre uno y otro. El visitante está prácticamente clasificado al Reducido para pelear el segundo ascenso; mientras que el dueño de casa hace rato que se despidió de la lucha. Y el agravante fue que Maki Salces se hizo expulsar al finalizar la primera etapa, pero los jugadores locales redoblaron esfuerzos y jamás se sintió el hombre de menos.
De entrada nomás, Osvaldo Miranda -la figura de la cancha- ganó en velocidad y su tiro fue devuelto por el palo. En el rebote no pudo el juvenil Agustín Sufi, totalmente asentado entre los titulares.
Un rato más tarde nuevamente el "Flaco" Miranda rompió la línea defensiva, pero Leandro Chetti definió apenas desviado.
Gimnasia dominaba el escenario. A pura presión no dejaba reaccionar a los tandilenses. Sólo un disparo de Juan Arraya sobre el travesaño fue lo único que propuso Santamarina.
También Gabriel Solís por derecha hizo surco y probó en dos ocasiones que bien pudieron terminar en festejo. Cuando Salces vio la tarjeta roja generó incertidumbre, aunque fue sólo por unos minutos.
Los pocos hinchas, agradecidos por el espectáculo, despidieron a los muchachos con aplausos en el entretiempo.
En el complemento, el conjunto "albiceleste" arrancó igual que en el primer tiempo y un tiro de Chetti cruzado volvió a llevar peligro. Después Sergio Ojeda infló la red en supuesta posición adelantada tras un córner.
El trámite estaba controlado, pero luego de un tiro de esquina, Marcelo Ojeda dudó en salir y en el área chica, Telechea cabeceó al gol. Increíble. Era la segunda aproximación de la visita. Por suerte, el empate llegó pronto. Azcárate derribó a García en el área y Leonardo Ferreyra cambió la pena máxima por festejo. Era má que merecido. El local, con uno menos, siguió inclinando la cancha. Y en el momento que el ingresado Milton Céliz eludió a Daniel Bertoya y Azcárate cerró sobre la línea, todos supieron en el "23 de Agosto" que el 1 a 1 no se movería. Y la otra coincidencia fue "Gimnasia se acordó tarde de jugar". Una verdadera lástima porque un "grande" debe pelear hasta final.
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La conclusión es que Gimnasia se acordó tarde de jugar. No hay vuelta que darle. En el choque pendiente ante Villa Dálmine había ganado con solvencia, más allá del "corto" 1 a 0 final, y ayer fue superior a Santamarina de Tandil, pero no pudo repetir y se debió conformar con un empate.
El equipo de Schürrer manejó el partido de entrada, anulando al rival. Nunca se notó la diferencia entre uno y otro. El visitante está prácticamente clasificado al Reducido para pelear el segundo ascenso; mientras que el dueño de casa hace rato que se despidió de la lucha. Y el agravante fue que Maki Salces se hizo expulsar al finalizar la primera etapa, pero los jugadores locales redoblaron esfuerzos y jamás se sintió el hombre de menos.
De entrada nomás, Osvaldo Miranda -la figura de la cancha- ganó en velocidad y su tiro fue devuelto por el palo. En el rebote no pudo el juvenil Agustín Sufi, totalmente asentado entre los titulares.
Un rato más tarde nuevamente el "Flaco" Miranda rompió la línea defensiva, pero Leandro Chetti definió apenas desviado.
Gimnasia dominaba el escenario. A pura presión no dejaba reaccionar a los tandilenses. Sólo un disparo de Juan Arraya sobre el travesaño fue lo único que propuso Santamarina.
También Gabriel Solís por derecha hizo surco y probó en dos ocasiones que bien pudieron terminar en festejo. Cuando Salces vio la tarjeta roja generó incertidumbre, aunque fue sólo por unos minutos.
Los pocos hinchas, agradecidos por el espectáculo, despidieron a los muchachos con aplausos en el entretiempo.
En el complemento, el conjunto "albiceleste" arrancó igual que en el primer tiempo y un tiro de Chetti cruzado volvió a llevar peligro. Después Sergio Ojeda infló la red en supuesta posición adelantada tras un córner.
El trámite estaba controlado, pero luego de un tiro de esquina, Marcelo Ojeda dudó en salir y en el área chica, Telechea cabeceó al gol. Increíble. Era la segunda aproximación de la visita. Por suerte, el empate llegó pronto. Azcárate derribó a García en el área y Leonardo Ferreyra cambió la pena máxima por festejo. Era má que merecido. El local, con uno menos, siguió inclinando la cancha. Y en el momento que el ingresado Milton Céliz eludió a Daniel Bertoya y Azcárate cerró sobre la línea, todos supieron en el "23 de Agosto" que el 1 a 1 no se movería. Y la otra coincidencia fue "Gimnasia se acordó tarde de jugar". Una verdadera lástima porque un "grande" debe pelear hasta final.