Una pobre imagen dejó
Gimnasia anoche en
Tandil. No sólo por la derrota en sí en manos de
Santamarina por dos a cero, sino porque no encontró el rumbo jamás.
Fue el peor primer tiempo del "lobo" en el torneo. Nunca pudo dar pases seguidos. No presionó. No tuvo ideas ni para defender y encima a los 9', Castro infló la red tras un pase perfecto de Sosa con la complicidad del fondo visitante. En realidad, la jugada había nacido en el propio campo del dueño de casa.
El gol fue un golpe duro de digerir. El equipo de Sciacqua fue una sombra, lejos de aquel que se hace respetar en cada cancha que se presenta.
La única chance que tuvo fue a través del juvenil Sufi, que había reemplazado al lesionado Vila, y en la primera pelota que tocó, se encontró solo frente a Olivero, pero definió al cuerpo. Increíble.
En el complemento, recién a los 15 minutos, Gimnasia pateó al arco. Garnier probó desde afuera sin mayores complicaciones.
Santamarina continuaba presionado a los volantes rivales, donde se destacó el ex"lobo", Silvio Iuvalé, y manejaba el trámite.
Entonces, no sorprendió cuando Sosa arrancó a pura velocidad, eludió a Capella y definió sobre el cuerpo de Cavallotti. Fue el fin.
Los "albicelestes" -siguen siendo los únicos escoltas- dejaron una muy pobre imagen en Buenos Aires, soñando con volver a ser el de antes el próximo lunes cuando reciban al puntero de la B Nacional, Talleres de Córdoba, en el estadio "23 de Agosto".
Una pobre imagen dejó
Gimnasia anoche en
Tandil. No sólo por la derrota en sí en manos de
Santamarina por dos a cero, sino porque no encontró el rumbo jamás.
Fue el peor primer tiempo del "lobo" en el torneo. Nunca pudo dar pases seguidos. No presionó. No tuvo ideas ni para defender y encima a los 9', Castro infló la red tras un pase perfecto de Sosa con la complicidad del fondo visitante. En realidad, la jugada había nacido en el propio campo del dueño de casa.
El gol fue un golpe duro de digerir. El equipo de Sciacqua fue una sombra, lejos de aquel que se hace respetar en cada cancha que se presenta.
La única chance que tuvo fue a través del juvenil Sufi, que había reemplazado al lesionado Vila, y en la primera pelota que tocó, se encontró solo frente a Olivero, pero definió al cuerpo. Increíble.
En el complemento, recién a los 15 minutos, Gimnasia pateó al arco. Garnier probó desde afuera sin mayores complicaciones.
Santamarina continuaba presionado a los volantes rivales, donde se destacó el ex"lobo", Silvio Iuvalé, y manejaba el trámite.
Entonces, no sorprendió cuando Sosa arrancó a pura velocidad, eludió a Capella y definió sobre el cuerpo de Cavallotti. Fue el fin.
Los "albicelestes" -siguen siendo los únicos escoltas- dejaron una muy pobre imagen en Buenos Aires, soñando con volver a ser el de antes el próximo lunes cuando reciban al puntero de la B Nacional, Talleres de Córdoba, en el estadio "23 de Agosto".