Desde hace unos años, la ayuda a los animales abandonados o vagabundos en La Quiaca se empezó a organizar, con la participación de voluntarios y madrinas, para promover los beneficios de su adopción.
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Desde hace unos años, la ayuda a los animales abandonados o vagabundos en La Quiaca se empezó a organizar, con la participación de voluntarios y madrinas, para promover los beneficios de su adopción.
Angelitos callejeros es una organización sin fines de lucro que trabaja arduamente en esta ciudad en defensa de los animales.
Para ellos "la adopción de un animal es un compromiso por el cual se ejerce la responsabilidad de brindar cobijo y asistencia física y social al animal a lo largo de los años" señalan.
Siempre a pulmón trabajan en campañas continuas de tenencia responsable y buen trato hacia las mascotas, además de brindar protección a perros o gatos víctimas del maltrato humano.
Como en toda noble acción la sensibilidad excede los recursos posibles y esto genera mucha presión a quienes trabajan en la causa, sucede que la problemática de la fauna de la calle es gigantesca e histórica, y sólo el municipio podría generar un cambio sustancial.
Para colaborar con la organización pueden buscar en la red social Facebook como “Angelitos Callejeros La Qca” tal cual está escrito, o a los teléfonos celulares 3885405166-3885407661.
A pesar de la difícil situación económica no bajan los brazos y se las ingenian para que el colectivo social quiaqueño colabore y poder encarar diferentes acciones en bien de los animales desprotegidos.
Construyeron casas para los perros abandonados en diferentes lugares del ejido urbano, a diario por las redes sociales recalcan el tema de la adopción con mascotas castradas que solo esperan recibir amor en algún hogar.
La organización en su mayoría son mujeres, ellas son parte del desafío de poder controlar el indiscriminado crecimiento de perros y gatos sin lugar para que no vivan condenados así al desamparo y el sufrimiento.
En una ciudad que abandonó la política sanitaria con respecto a los animales desmantelando el centro de Zoonosis más importante del norte jujeño, donde ya no hay atención y las castraciones son esporádicas. Aclaran que el mayor problema es el de los perros en situación "semi domiciliaria". Es decir un perro que tiene una familia, pero vive un poco adentro y otro poco afuera.