SAN PEDRO (Corresponsal). Con gran fervor la comunidad de la parroquia San Andrés Apóstol despidió la imagen peregrina de la Virgen de Río Blanco, que se encuentra en esta ciudad desde la primera semana de noviembre y continúa bendiciendo con su presencia a las distintas comunidades parroquiales. Durante esta semana la imagen permanecerá en la parroquia Santa Teresita y Beato Juan Bautista Sacalabrini, visitando la capilla San Antonio y los barrios del sector sur de la ciudad.
inicia sesión o regístrate.
SAN PEDRO (Corresponsal). Con gran fervor la comunidad de la parroquia San Andrés Apóstol despidió la imagen peregrina de la Virgen de Río Blanco, que se encuentra en esta ciudad desde la primera semana de noviembre y continúa bendiciendo con su presencia a las distintas comunidades parroquiales. Durante esta semana la imagen permanecerá en la parroquia Santa Teresita y Beato Juan Bautista Sacalabrini, visitando la capilla San Antonio y los barrios del sector sur de la ciudad.
Durante una semana, la imagen de la patrona de Jujuy, llevada por sus hijos, peregrinó por las capillas y grutas, recorrió las calles de los barrios que comprenden la jurisdicción parroquial de San Andrés, llegando incluso a hogares donde aguardaban ancianos y enfermos que no pudieron llegar hasta el santuario de Río Blanco. Momentos de reflexión, de oración y de un profundo agradecimiento fueron compartidos en un clima de gran emotividad, cada vez que la imagen arribaba a los diversos sectores.
Las comunidades de Fátima, de San Francisco, de la sede parroquial San Andrés en barrio Providencia, de Santa Ana, Ejército del Norte, Albornoz, Patricios, 9 de Julio, San Cayetano, Santa Ana, entre otras, pudieron saludar y recibir gracia de la madre de los jujeños. Cabe acotar que luego de recorrer los barrios en un humilde carrito, ornamentado para la ocasión, la imagen fue llevada a las capillas donde se celebró cada día la misa. El padre Leoncio Mamaní expresó que la presencia de María llenó de esperanza y de alegría los hogares que abrieron sus puertas para recibirla. Agradeció a la comunidad por el permanente acompañamiento y pidió que siempre se tenga presente a María, como la madre que cuida de sus hijos.