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Esperando las disculpas..

Viernes, 19 de abril de 2024 01:04

CARLOS FERRARO

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CARLOS FERRARO

Con gran ingenuidad, esperé durante la semana que termina que el Presidente de la Nación Javier Gerardo Milei pidiera disculpas. Que él, o alguien de su entorno, hubiese encontrado el justificativo criterioso o la salida elegante para pedirle disculpas al periodismo. O al menos, la manera de precisar a quienes se refería cuando dijo, entre otras cosas, que el periodismo argentino es: sucio, corrupto, prostituido y extorsivo. Y que: "La peor cloaca del universo está en los medios argentinos". Y no hubiera sido imprescindible dar nombres y apellidos, sino simplemente aceptar que hay diferencias. Que no todos son iguales.

Después de más de cuarenta años en esta maravillosa profesión/oficio de ser periodista, no puedo sentir menos que rechazo y dolor frente a tanta descalificación de parte de un Presidente, aun aceptando que las razones de Milei: denunció que hay quienes se metieron en su vida privada, con su hermana, con sus padres, hasta con sus perros, y que lo han injuriado y calumniado. Especialmente aquellos que por estar encaramados los espacios de líneas editoriales opositoras aprovechan para dar rienda suelta a intereses particulares, prejuicios personales y hasta manifiestos resentimientos. Así burlan la legalidad evadiendo el límite de la libertad de expresión. Puedo entender la reacción de Milei desde el pesar y la furia, lo que no debe impedirle como Presidente, ser capaz de recapacitar, desandar sus ataques, y al menos reconocer que no son todos los periodistas ni todos los medios, los que abusan del estilo que lo agravia.

Claro, siempre hubo medios que forman parte o responden a intereses de corporaciones políticas y económicas, lo que es lícito si no deriva en posiciones de presión que llegan a lo delictivo. Y claro, hay periodistas, me corrijo, hay "arrimados al periodismo", que por diferentes razones se autoperciben periodistas y creen que el teclado de una computadora, una cámara de televisión, un micrófono o espacios en redes sociales se pueden usar como un arma de fuego. Me asalta el recuerdo los geniales Minguito y El Preso (Juan Carlos Altavista y su amigo Vicente La Russa, periodista y fotógrafo de "La Voz del Rioba") cuando amenazaban a sus entrevistados diciéndoles: "Nosotro' somo' el cuarto poder y te podemo' hace' una estatua o un buraco y levantarte una lápida". Dejando la simpática comparación con el sketch de TV, vuelvo a Javier Milei, a explicarle que los periodistas no son ni soberbios ni altaneros y que los medios serios aún en la oposición, no tienen comportamientos mafiosos. Y que la famosa "pauta" que tanto mezquina, bien administrada es la correcta presencia de los gobiernos en los medios, a través de los que tiene la obligación constitucional de dar a conocer su gestión.

A casi 150 días de gobierno es hora, señor Presidente, que abandone la confrontación que hasta aquí le dio resultado. Porque cuando al rugido del león lo apague la disfonía, cuando la motosierra se quede sin nafta y su gesto amenazante deje de dar miedo, primero perderá la credibilidad de la que aún disfruta, después comenzará a causar risa. Y luego pena. Recién comprenderá entonces que sembrar odio no sirve, como no le sirvió al gobierno anterior. Ojalá que no le pase.

Señor Presidente: con todo respeto, también pedimos respeto. Evite generalizar cuando dispara al bulto. Los medios y los periodistas, no son todos corruptos, prostituidos y extorsionadores. O acaso, ¿los políticos también son todos corruptos, prostituidos y extorsionadores?

 

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