El juez federal Ariel Lijo, quien semanas atrás se hizo cargo de una causa muy sensible para el Gobierno nacional, en la que se investiga al vicepresidente Amado Boudou por enriquecimiento ilícito y la adjudicación de contratos a la empresa ex-
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El juez federal Ariel Lijo, quien semanas atrás se hizo cargo de una causa muy sensible para el Gobierno nacional, en la que se investiga al vicepresidente Amado Boudou por enriquecimiento ilícito y la adjudicación de contratos a la empresa ex-
Ciccone Calcográfica, fue designado al frente de la causa que inició el Gobierno por amenazas de muerte contra el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. El polémico funcionario había sido “escrachado” el pasado miércoles en su domicilio por un grupo de 30 personas que realizaron un “cacerolazo” para protestar contra el funcionario que ha sido denunciado por amenazas, abuso de autoridad y maltrato.
Desde el Ejecutivo, se consideró que Moreno fue víctima de “amenazas de muerte con tono mafioso” por parte de ese grupo de personas y el ministro de Justicia Julio Alak, presentó una denuncia ante la Justicia Federal. El sorteo de la causa recayó en el juez Norberto Oyarbide, quien de inmediato se excusó de intervenir, pues 48 horas antes también había sufrido un “cacerolazo” en su casa en Recoleta.
Anteayer, Alak realizó la denuncia argumentando que “Moreno es sometido desde hace varios días, a través de diferentes redes sociales, a amenazas de muerte, lo que se evidencia en la imagen aludida, que lo muestra muerto, con un disparo en la frente. Las intimidaciones son, además, fomentadas mediante una innumerable cantidad de mensajes que alientan a concretar el hecho”, informó el ministro de Justicia en declaraciones periodísticas.
Ahora, el juez Lijo debe resolver si acepta o no la excusación de Oyarbide y de no hacerlo será la Cámara Federal quien determine qué magistrado es competente para tramitarla.
Julio Alak: “Tienen un comportamiento fascista”
El ministro de Justicia, Julio Alak, aseguró ayer que “las redes sociales están empezando a ser utilizadas por sectores que tienen un comportamiento fascista”, al defender el planteo que realizó ante los tribunales para denunciar que el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, sufrió “amenazas de muerte”.
“Las redes sociales están empezando a ser utilizadas por sectores que tienen un comportamiento fascista. No se puede decir que porque yo discrepo con el otro lo voy a matar”, enfatizó Alak.
El funcionario dijo que la denuncia presentada por el Gobierno ante la Justicia “de ninguna manera es contra la gente” que realizó una protesta frente al domicilio de Moreno. “La línea del Gobierno no es criminalizar la protesta social”, enfatizó el ministro, quien apuntó de todos modos contra unos “30 blogueros” que, según dijo, difundieron la idea de “matar” a Moreno ya que convocaban “a tal dirección a matar a un ciudadano”. Alak criticó esos “conceptos horribles y tenebrosos” difundidos de esa forma y evaluó que “hay que reaccionar para darle vigencia a la ley penal”.
Anteayer, un día después del cacerolazo frente a la casa de Moreno, el Gobierno nacional denunció ante la Justicia que el secretario de Comercio Interior fue víctima de “amenazas de muerte con tono mafioso” por parte de un grupo de personas y sostuvo que a través de las redes sociales se difundió un afiche digital que incluye la figura de Moreno en un féretro, con una herida de bala en la frente. Los hechos denunciados configuran los delitos de “amenazas, incitación a la violencia e intimidación contra un funcionario público agravada”, tipificados en los artículos 149 bis, 212, 237 y 238 del Código Penal.