A más de dos meses del crimen de Angeles Rawson, ayer finalmente se concretó la declaración del padrastro de la chica. Sergio Opatowski manifestó, ante una inmensa cantidad de periodistas que lo esperaban en la puerta de los tribunales, que no creía en la inocencia del portero Jorge Mangeri, único detenido por el homicidio, consideró que el acusado “se volvió loco” y, finalmente, pidió que “se haga justicia”.
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A más de dos meses del crimen de Angeles Rawson, ayer finalmente se concretó la declaración del padrastro de la chica. Sergio Opatowski manifestó, ante una inmensa cantidad de periodistas que lo esperaban en la puerta de los tribunales, que no creía en la inocencia del portero Jorge Mangeri, único detenido por el homicidio, consideró que el acusado “se volvió loco” y, finalmente, pidió que “se haga justicia”.
Al ingresar ayer al edificio judicial, donde el juez de Instrucción Javier Ríos le tomó declaración testimonial, Opatowski pidió que Mangeri “cumpla lo que tenga que pagar: si es perpetua, perpetua; si son 40 años, 40 años, pero que cumpla”.
“Yo no lo creo inocente”, sostuvo el hombre ante los periodistas, quien consideró que “Mangeri se volvió loco”, aunque dijo que no sabe “por qué la atacó” a Angeles, de 16 años, que desapareció el 10 de junio y al día siguiente apareció muerta en la basura en el predio de la Ceamse de la localidad bonaerense de José León Suárez.
Opatowski reconoció que existieron sospechas en su contra sobre la autoría del crimen: “Yo era el padrastro, sobre quien por ahí podían tener dudas. Espero que esas dudas se aclaren definitivamente, voy a dar testimonio ante el juez. Tengo tres cámaras más para mostrar de ese día, creo que son pruebas suficientes”, señaló.
Cuando se le pidieron precisiones sobre las nuevas y hasta ahora desconocidas filmaciones de cámaras de seguridad que lo mostrarían en lugares distantes de la secuencia de la desaparición y crimen de Angeles, el padrastro indicó que está captado en las cámaras de un local Rapipago y en un supermercado chino.
A ambos lugares dijo haber concurrido y realizado tareas para su madre: “Las cámaras están, si las quieren ir a buscar, ahí están”.
Opatowski también se mostró sorprendido por el hecho de que Diana Saettone, la esposa de Mangeri, siguiera viviendo en el departamento del octavo piso del edificio de Ravignani 2360.
“No la volví a ver, pero me llamó la atención que ella siguiera viviendo ahí, un lugar en el que se estaban haciendo muchas investigaciones. ¿Qué hacía viviendo allí, en un lugar que está sospechado y sobre el que todo apuntaba a que podía ser el lugar del hecho? Me parece que es un error de la Justicia”, evaluó.
En ese contexto, anunció que la familia no volverá a vivir en el departamento de la planta baja de ese mismo edificio: “Creo que no vamos a volver, el dolor es muy grande para volver a esa casa”.
Crisis familiar
Opatowski reconoció además que la familia ensamblada de Angeles está hoy “muy separada” y que no está viviendo junto con su esposa, Jimena Aduris, la madre de la víctima.
“Mi familia está por un lado y yo estoy por el otro, me hace el aguante un amigo mío, vivo en la casa de él. Hay que dejar pasar este gran ruido y hacer el duelo con el tiempo y en paz, y después veremos qué hacemos con la familia”, reflexionó.