Las marcas que superaron los 35 y hasta 40 grados en más de la mitad del país confirmaron que los argentinos viven un inusual verano como cierre del invierno.
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Las marcas que superaron los 35 y hasta 40 grados en más de la mitad del país confirmaron que los argentinos viven un inusual verano como cierre del invierno.
La ciudad de Buenos Aires fue el dato llamativo. Los 34,9 grados registrados durante la siesta fueron un récord histórico por partida doble: para el invierno, ya que superó la marca más alta hasta ayer que eran los 34,5º registrados en agosto de 2009 en la Capital Federal, y también para septiembre, ya que el dato más elevado para el mes era de 34º y correspondía a 1944, es decir, hacía 69 años.
Para hoy el pronóstico indica que el calor intenso seguirá, aunque desde la Patagonia ingresa lentamente un frente frío. El Servicio Meteorológico Nacional informó que el ansiado alivio recién llegará mañana y abarcará prácticamente todo el mapa argentino, con una caída de la temperatura de unos 20 grados y con gran probabilidad de tormentas.
El calor pisó fuerte ayer en casi todo el país. En la ciudad de San Juan, por ejemplo, a las 16 hubo 41,2º, mientras que en San Miguel de Tucumán los termómetros marcaron 40,3º y en Santiago del Estero alcanzaron los 39,8º.
En otras localidades del país también hubo registros por sobre o cercanos a los 40 grados, como en la ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca, que a las 15 tuvo 40,9 grados y en la localidad santafesina de Ceres el termómetro llegó a los 40 grados.
En tanto, en la ciudad de Córdoba la temperatura trepó a 39,9º; en Santiago del Estero llegó a 39,6§; en Chilecito, La Rioja, trepó a 39 grados.
En Jujuy, según la zona de la provincia, las temperaturas máximas variaron entre los 35 y los 40 grados, este último se registró en la zona este conocida como El Ramal, mientras que el primero ocurrió en la zona de San Salvador de Jujuy.
Un Milagro templado
El meteorólogo Ignacio Nieva explicó que la inusual ola de calor comenzó a fines de agosto, exactamente el día 30 y se prolonga hasta ahora, con la excepción de los días 3 y 4 de septiembre, que hubo un descenso de la temperatura.
“Estamos viendo temperaturas altas con una humedad muy baja que, si queremos ser optimistas, hoy (por ayer) llegó al 22%, un poco más que el 10% registrado a comienzos del mes”, sostuvo.
Ambas condiciones -calor y sequía- “están ocasionando una fuerte circulación de viento norte en toda la provincia, lo que genera mucho polvo en suspensión”, añadió.
Estas condiciones, anticipó Nieva, van a terminar el jueves. “Sobre el Pacífico sur se está gestando un sistema de altas presiones que mañana extenderá un frente frío y húmedo sobre la Patagonia y que desde ahí va a ir subiendo hacia el norte; a nosotros en Salta nos va a llegar el viernes con lluvias, aunque desde el día anterior vamos a sentir un marcado descenso de la temperatura”.
En otras palabras, entre mañana y el viernes el calor cederá unos 15 grados y las máximas rondarán entre los 15º y 17º. El punto será la sensación: acostumbrados a estar con ropa más bien liviana durante casi diez días, el cambio se hará sentir en la piel.
Lo que todos esperan son, además del fresco, las lluvias. Y llegarán. Nieva indicó que para el viernes se espera alguna tormenta que tiene posibilidades de extenderse, aunque más débiles, hasta el sábado.
El domingo, cuando toda Salta salga a la calle a renovar su pacto de fe con el Señor y la Virgen del Milagro, se prevé que el día estará muy agradable, con nubes pero sin lluvia.
“Vamos a vivir un Milagro fresco, con buenas condiciones para ir a la procesión”, remarcó Nieva.