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23 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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"El Oliviazo", una crisis política que nació en el Senado y conmovió a la provincia

Comenzó el 29 de abril y fue superada gracia a la templanza del vicegobernador Olivio Ríos.
Domingo, 12 de mayo de 2024 01:55
El vicegobernador Olivio Ríos.

A dos días que el gobernador Miguel Ragone reasumiera la gobernación luego de una licencia de dos semanas, el 24 de abril volvió a delegar el mando gubernativo al vicegobernador Olivio Ríos. Esta vez, de viaje a Buenos Aires por una reunión con el ministro José Ber Gelbart para tratar el Plan Trienal en Salta.

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A dos días que el gobernador Miguel Ragone reasumiera la gobernación luego de una licencia de dos semanas, el 24 de abril volvió a delegar el mando gubernativo al vicegobernador Olivio Ríos. Esta vez, de viaje a Buenos Aires por una reunión con el ministro José Ber Gelbart para tratar el Plan Trienal en Salta.

Pero la estadía del gobernador Ragone en Buenos Aires se prolongó más allá de lo habitual y a poco, quedó al descubierto una riesgosa maniobra que pudo haber acarreado serias consecuencias para la provincia de no haber mediado la sensatez y la templanza del vicegobernador Olivio Ríos.

Por esos días, correspondía constitucionalmente que las dos cámaras legislativas de la provincia convocaran a sesiones preparatorias para el 29 de abril con el fin de elegir nuevas autoridades. En el Senado, el justicialismo estaba dividido entre los bloques "Lealtad" (Ragonista) y "Verticalistas", contando este último con un senador más, razón por la cual solían imponer su número en el recinto, siempre y cuando el vicegobernador Olivio Ríos presidiera las sesiones. Como en esta oportunidad el vicegobernador estaba a cargo de la gobernación por ausencia de Ragone, la puja entre las dos bancadas justicialistas reinaba el empate. Una paridad que no variaba ni un ápice, si se sumaban los aliados que cada uno había logrado conseguir en un año legislativo. Ante el riesgo de perder posiciones, los "verticalistas" optaron por no asistir a la sesión y dejar sin quórum al cuerpo. En tanto los "leales" acataron la convocatoria y subieron al recinto esperando que algún "milagro" les diera la posibilidad de alzarse con la vicepresidencia primera y demás cargos. Por su parte, la mayoría de los Verticalistas se atrincheraron en el "Bar Los Tribunales" para desde allí pispiar la Legislatura.

Así las cosas hasta que a media mañana arribó velozmente a la Legislatura un patrullero policial con el Jefe de Policía, Cnel. René Sánchez, quien a las zancadas ingresó al edificio. Ya en el interior, tomó razón de lo que ocurría en la planta alta donde el Senado no lograba quórum para sesionar. Subió rápidamente la escalera e ingresó al recinto donde conversó detenidamente con los integrantes del bloque "Lealtad".

Y así fue que ya empapado de las novedades, el jefe de Policía y un agente iniciaron una recorrida por los pasillos de la planta alta buscando algo que ayudara a los que en sus bancas, esperaban el "milagro" del quórum. En su ronda, no dejó puerta sin abrir, rincón sin husmear, cortina o lienzo sin descorrer, pero nada. Eso sí, tenían un dato certero: un senador rebelde estaba en el edificio, según le habían dicho, y por supuesto, en algún lugar debía estar, quizá en el baño. Entonces, como buen aspirante a sabueso, resolvió ponerse al acecho y esperar. Al respecto, cuenta la crónica periodística: "En esa oportunidad, dicen testigos presenciales, Sánchez encontró al senador justicialista (verticalista) Pablo Ríos, con quien cambió saludos y alguna conversación. Sánchez lo tomó del brazo y dialogando con él, caminó por la galería hasta proximidades de la puerta del recinto, donde por la fuerza lo hizo comparecer. Ríos se negó a entrar pero fue conducido por un agente y luego, el Jefe de Policía lo invitó a firmar el libro de asistencia, a lo que Ríos se negó en forma categórica". (Diarios Norte y El Tribuno).

De inmediato, y mientras Ríos permanecía en una banca con custodia policial y sin pronunciar palabra, el senador más viejo del cuerpo asumió la presidencia interina y anunció que al ya tener quorum, se iniciaba la sesión para elegir las nuevas autoridades. Y así fue que de inmediato y con el jefe de Policía en el recinto, los doce senadores presentes más el vigilado (en total 13) procedieron a elegir como Vicepresidente 1° a Osfaldo F. Bravo y Vice 2° a Jorge Justo Caro.

El conflicto día a día

Este escandaloso proceder nunca antes visto, desencadenó un serio conflicto institucional y político en la provincia. El coronel Sánchez fue acusado de "abuso de autoridad" por haber actuado sin ordenes de sus superiores, sin permiso del Vicepresidente 1° del Senado, Jorge Royo y además, prescindiendo de la autoridad del Comisario de la Cámara.

El senador cafayateño Pablo Ríos quien días antes había sido víctima de un atentado -su coche recibió seis balazos de un arma de guerra- denunció la tropelía, ante las máximas autoridades nacionales, el ministerio del Interior y las del PJ local y nacional.

Al día siguiente, -30 de abril- el gobernador interino Olivio Ríos tomó conocimiento oficial de lo acontecido, en tanto desde Buenos Aires, el gobernador Ragone solicitaba se postergue hasta el 25 de mayo la lectura de su mensaje ante la Asamblea Legislativa, petición que le fue aceptada.

El primer día hábil de mayo, un grupo de senadores presentaron un recurso ante a la Corte de Justicia pidiendo la nulidad de la cuestionada sesión "por ser inconstitucional". En la denuncia, expusieron los hechos ya descriptos, mientras numerosas entidades políticas, gremiales y profesionales hacían público su repudio al ilegal proceder del jefe de Policía como también a los senadores que habían permitido ese accionar.

El 4 de mayo, la crisis se agravó cuando el gobernador interino Olivio Ríos resolvió separar de su cargo al jefe de Policía y al ministro de Gobierno Oscar Mondada. A este último, por negarse a refrendar el decreto de cesantía del Cnel. Sánchez, hecho que por cortesía, Olivio Ríos informó al gobernador Ragone que desde Buenos Aires monitoreaba los acontecimientos.

Un párrafo de los fundamentos del decreto de destitución de Sánchez dice: "Que su accionar estuvo al margen de las normas legales vigentes; que violentó el principio de división de los poderes públicos, y que omitió toda consulta sobre los procedimientos efectuados, al vicegobernador en ejercicio del Poder Ejecutivo…". En tanto, la respuesta política del gobernador Ragone fue convocar a Buenos Aires a los expulsos y así fue que al día siguiente, Sánchez y Mondada volaron hacia la Capital Federal.

Y para concluir aquel día, el gobernador interino tomó la decisión de designar como jefe de Policía, al suboficial mayor de Ejército Rodolfo Frumento. El nuevo funcionario recibió de inmediato el apoyo de los efectivos de la repartición, quienes dieron a conocer un comunicado diciendo que "el personal de oficiales, suboficiales y agentes aceptaban las medidas adoptadas por el gobernador interino Ríos".

Mensaje de Olivio Ríos

El 5 de mayo, el gobernador interino hizo conocer a los salteños las razones por las que había resuelto destituir a Sánchez y Mondada. Reveló que las intromisiones del Jefe de Policía en la Legislatura no habían comenzado el 29 de abril como se creía, sino días antes cuando "se permitió examinar y juzgar las razones políticas y jurídicas que sostenían la convocatoria dispuesta por el suscripto como presidente del H. Senado. Decidiendo por sí, que esa convocatoria a sesión preparatoria carecía de validez".

Más adelante Ríos agrega que en el día de la sesión, Sánchez "concurrió al Palacio Legislativo con personal bajo su mando expresando a viva voz que el presidente del Senado estaba "equivocado" poniendo la fuerza pública al servicio de quienes no estaban legalmente habilitados y conduciendo a legisladores por la fuerza al recinto y allí permanecer hasta ver cumplidos sus deseos políticos…".

En otro párrafo, agrega: "Debo informar al pueblo de la provincia -dice Ríos- que el orden está asegurado por decisión del P.E. y por la serenidad, la disciplina y el sentido patriótico del deber, puesto de manifiesto por el personal policial. Por lo que exhorto a todos a mantenerse en calma, desarrollando con normalidad sus actividades, seguros de que nuestro sentido de la prudencia llevará a feliz término el desarrollo de estos acontecimientos…"

Finalmente Olivio Ríos concluye: "Por último quiero pedir a todo el pueblo y especialmente a los compañeros peronistas, la máxima solidaridad y comprensión durante estos reiterados interinatos a mi cargo. Solidaridad y comprensión ante las dificultades para conducir el gobierno interinamente, lo que retarda la concreción de mis deseos de satisfacer las legítimas aspiraciones de nuestro pueblo, deber que me convoca mi doble condición de trabajador y peronista".

Estas últimas palabras de Olivio Ríos deseaban transmitir tranquilidad a todos los salteños ya que por esos días de crisis no habían faltado algunos exaltados que tras el conflicto del Senado, pretendían que en Salta se replicara la experiencia cordobesa de febrero, cuando el "Navarrazo". Recordemos que ante ello, Ríos hizo primar la cordura haciendo oídos sordos a los querían que, como había sucedido en Córdoba, el Dr. Miguel Ragone fuese detenido a su arribo de Buenos Aires, cosa que no ocurrió. El 6 de mayo, el gobernador interino completó el gabinete designando como ministro de Gobierno a una respetada figura del peronismo lugareño, Jorge Aranda Huerta, quien hasta 1955 había ocupado idéntica cartera.

La vuelta de Ragone y una decisión polémica

Finalmente y tal como se había anunciado, el 8 de mayo el gobernador Miguel Ragone regresó de Buenos Aires. Lo acompañaban el senador nacional Juan Carlos Cornejo Linares, el diputado nacional Humberto Cabezas y entre otros, los expulsos René Sánchez y Oscar Mondada. En el aeropuerto Ragone fue recibido por una nutrida y entusiasta cantidad de simpatizantes, dirigentes y legisladores.

  Miguel Ragone.

Luego de la cálida recepción en el aeropuerto El Aybal, Ragone partió rumbo a la Casa de Gobierno encabezando una caravana conformada por numerosos colectivos de COTAS, cooperativa que el gobierno provincial había intervenido.

Ya en Mitre 23 y luego de reasumir como gobernador, el primer acto del doctor Ragone, fue reponer en sus cargos a Oscar Mondada en el Ministerio de Gobierno, y al Cnel. René Sánchez en la jefatura de policía. De esta forma, la crisis política causada por el escándalo protagonizado por Sánchez en el Senado, quedó superado de momento.

Lo lamentable fue que con esas reposiciones, el Dr. Ragone, dejó en claro que no supo o más bien no quiso reparar la lesión que dos de sus colaboradores le habían causado a la Constitución y a un principio republicano fundamental: la división de los poderes.

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