El argentino Faustino Oro, de solo 10 años, continúa rompiendo hitos en la historia del ajedrez: ya es el jugador más joven de la historia en convertirse en maestro FIDE, invitado habitual en los principales torneos del mundo, y ahora metió un batacazo al vencer al cinco veces campeón mundial y número uno del ranking, el noruego Magnus Carlsen.
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El argentino Faustino Oro, de solo 10 años, continúa rompiendo hitos en la historia del ajedrez: ya es el jugador más joven de la historia en convertirse en maestro FIDE, invitado habitual en los principales torneos del mundo, y ahora metió un batacazo al vencer al cinco veces campeón mundial y número uno del ranking, el noruego Magnus Carlsen.
El pequeño Oro, al que también llaman "El Messi del ajedrez", reside desde hace meses en Barcelona, adonde se mudó con sus padres con intenciones de dedicarse plenamente a su disciplina y llegar a ser Gran Maestro. Por lo pronto, ya lidera el escalafón en menores de 10 años con 2.955 puntos en el ranking ELO.
Oro y Carlsen (2.246 unidades) se midieron a ritmo bullet (ultra rápido) a un minuto a finish por jugador; en cuanto el nórdico se rindió tras 48 jugadas en las que el nene aprovechó sus errores, el argentino desató una gran celebración en la transmisión de streaming.
Este no es el primer logro destacado del prodigio argentino en el mundo del ajedrez. En el Mundial de partidas rápidas de 2023, Oro impresionó a muchos al ganar tres partidas, incluyendo una contra un gran maestro, y empatar dos, demostrando su habilidad excepcional incluso frente a oponentes más experimentados.
Aunque Oro todavía es joven, su potencial es evidente. Su habilidad a una edad temprana es comparable e incluso superior a la de otros grandes maestros en el mismo punto de sus carreras. Con un título de maestro FIDE y un lugar en el ranking mundial de su edad, el chico argentino demuestra ser un competidor formidable.
Su historia en el tablero
Faustino comenzó a jugar al ajedrez en la pandemia de COVID-19. Mientras los medios informaban novedades mundiales sobre el avance del coronavirus, los Oro se reunieron en el living de la casa. Alejandro, el papá, sacó a la luz su viejo juego de ajedrez y se dispuso a enseñarle los movimientos a su esposa Romina y a su hijo.
"Él es muy activo y con el confinamiento estaba mal, sufría la pérdida del contacto con la familia, con sus primas y abuelos. Un día mi marido puso el tablero físico y las piezas sobre la mesa y Fausti y yo aprendimos a mover las piezas. Faustino se enganchó y empezó a jugar; todo lo que siguió se parece a una película. Ya no me quedan carpetas para guardar todo lo que se ha escrito sobre él, de sus logros, sus récords", aseguró Romina, la orgullosa mamá.
En diciembre de 2023, la familia Oro dejó la Argentina y se instaló en Barcelona, donde esperan poder apoyar el crecimiento de su hijo.
Sus padres contaron a diferentes medios españoles que es todo un desafío equilibrar la pasión de Faustino por el ajedrez con otras actividades y cuestiones relacionadas a su edad, como el colegio y los amigos, ya que tiene "12 horas de clases semanales con profesores especializados" y pasa horas y horas viendo videos de partidas, analizando estrategias y entrenando.
Por encima de varias leyendas
El joven Oro es el único ajedrecista en los más de quince siglos de historia documentada de esta actividad que a tan temprana edad alcanzó un ELO de 2.316 puntos, como se denomina el puntaje del ranking del ajedrez.
Su récord en precocidad lo sitúa por encima de legendarias figuras como Bobby Fischer, Anatoly Karpov y Gary Kasparov.
Con sus hazañas frente al tablero batió las marcas en edad y de fuerza de juego con las que alcanzó los títulos de maestro candidato y maestro FIDE. Por todo esto fue reconocido como el mejor jugador sub-8 y sub-10 del mundo.
La victoria de este fanático de Vélez Sarsfield se produjo en una partida donde cada jugador tiene un minuto para mover correspondiente al circuito Bullet Brawl, que semanalmente se lleva a cabo por el sitio Chess.com.