Anoche era todo tensión en el hemiciclo de la Cámara de Diputados, pero también en los balcones y oficinas. El Gobierno quiere evitar otro fracaso con la ley Bases como le sucedió en enero y desplegó a dos miembros de peso para seguir el debate y tratar de que ningún voto se fugue o caiga, sobre todo en la votación en particular.
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Anoche era todo tensión en el hemiciclo de la Cámara de Diputados, pero también en los balcones y oficinas. El Gobierno quiere evitar otro fracaso con la ley Bases como le sucedió en enero y desplegó a dos miembros de peso para seguir el debate y tratar de que ningún voto se fugue o caiga, sobre todo en la votación en particular.
El ministro del Interior, Guillermo Francos y la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, llegaron ayer a la Cámara para seguir personalmente las deliberaciones. El ministro fue el principal negociador con los legisladores y los gobernadores de la ley Bases y el paquete fiscal. La hermana del presidente Javier Milei llegó poco después, pero desde temprano tenía los ojos de su fiel ladero Eduardo "Lule" Menem, quien la mantuvo informada minuto a minuto.
Si bien la aprobación en general el oficialismo tenía certezas de lograrla (anoche sumaba unos 140 votos), las discrepancias sobre algunos temas, -como el de delegaciones de facultades o el Impuesto a las Ganancias- hacían prever que la votación en particular se termine cerrando por diferencias mínimas.
En contra de la ley en general anoche se descontaban que votaran Unión por la Patria, la Izquierda, los socialistas santafesinos Mónica Fein y Esteban Paulón, los santacruceños que responden a Claudio Vidal, y la cordobesa Natalia De La Sota. De todas maneras, no les alcanzan esas voluntades para impedir la aprobación en general de la ley ni del paquete fiscal.
La incertidumbre es por el voto en particular, que el oficialismo impuso que se haga por título o capítulo y no por artículo. Hasta el cierre de esta edición persistían las diferencias sobre todo en torno a cuatro temas: las facultades delegadas, la reversión del impuesto a las Ganancias, el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones y el impuesto interno al tabaco.
El artículo 3 de la ley Bases faculta al Ejecutivo a disolver, fusionar o modificar organismos públicos. A pedido de la UCR se incorporó un listado para dejar por escrito las instituciones que el Gobierno no "podrá tocar". Entre ellas, por ejemplo, el Conicet; el Laboratorio Malbrán y el Incaa. Quedó fuera del listado el Banco de Datos Genéticos, que los radicales quieren incluir.
A la UCR se sumará el diputado Maximiliano Ferraro de la Coalición Cívica, quien adelantó que pedirá votar sí o sí en particular ese artículo.
La reversión del Impuesto a las Ganancias, que es rechazada por los gobernadores patagónicos, no tenía todos los apoyos asegurados. Por ejemplo, el radical Martín Tetaz anticipó su voto en contra.
El Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones es objetado por los gobernadores, quienes advierten que hay un artículo que afecta la "autonomía tributaria de las provincias", y pedirán objetarlo a través de sus diputados.
Parte del radicalismo también insistirá, cuando se debata la reforma laboral, en que se incorpore la eliminación de la cuota sindical obligatoria.