A tan solo dos días del paro general convocado por la CGT, organizaciones sociales marchan esta mañana en las inmediaciones de la Quinta de Olivos para protestar contra las políticas económicas del gobierno de Javier Milei. La protesta generó demoras en el tránsito debido a los cortes, y la presencia policial fue reforzada para evitar que las columnas llegaran a la residencia presidencial.
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A tan solo dos días del paro general convocado por la CGT, organizaciones sociales marchan esta mañana en las inmediaciones de la Quinta de Olivos para protestar contra las políticas económicas del gobierno de Javier Milei. La protesta generó demoras en el tránsito debido a los cortes, y la presencia policial fue reforzada para evitar que las columnas llegaran a la residencia presidencial.
El origen de la protesta
La marcha se organizó en rechazo a "los recortes, la eliminación de programas sociales y el cierre de comedores" debido a la falta de alimentos, según indicaron los organizadores. Los manifestantes, en su mayoría pertenecientes a organizaciones piqueteras, se congregaron inicialmente en Puente Saavedra y luego avanzaron hacia la Quinta de Olivos, donde se enfrentaron con un cordón de la Policía Federal y efectivos de Gendarmería que reforzaron el operativo para contener a los manifestantes.
Presencia policial y tensión
La situación se tornó tensa cuando los manifestantes, ubicados en tan solo tres cuadras de la residencia presidencial comenzaron a quemar neumáticos en la avenida Maipú. La Policía Federal, en coordinación con Gendarmería, estableció un fuerte operativo para evitar que las columnas llegaran a la Quinta de Olivos, lo que generó un clima de tensión entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad.
Expectativa por el paro general
Esta protesta se da en un contexto de alta expectativa de cara al paro general convocado para el próximo 9 de mayo, al que se ha sumado el transporte, lo que asegura una adhesión total y una Ciudad de Buenos Aires prácticamente vacía. La medida de fuerza ha generado preocupación en el gobierno de Milei, que enfrenta crecientes críticas por su gestión económica.