El director del Polivalente de Artes, Juan Carlos Basilio Wizny, no pudo destrabar el conflicto con sus estudiantes, que ayer se trasladó a la calle. Los chicos cuestionan la decisión de Wizny de cerrar los talleres de los sábados y lo acusan de “abuso de autoridad”. Y advirtieron que mantendrán la protesta por tiempo indeterminado.
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El director del Polivalente de Artes, Juan Carlos Basilio Wizny, no pudo destrabar el conflicto con sus estudiantes, que ayer se trasladó a la calle. Los chicos cuestionan la decisión de Wizny de cerrar los talleres de los sábados y lo acusan de “abuso de autoridad”. Y advirtieron que mantendrán la protesta por tiempo indeterminado.
Los estudiantes se instalaron en la esquina de Urquiza y Buenos Aires y cortaron el tránsito un buen rato, lo que provocó dificultades al tránsito en horario pico. La medida había sido anunciada la segunda quincena de agosto cuando el directivo le puso candado a los talleres abiertos de los sábados. Los adolescentes se quedaron sin las actividades libres de música, danzas, actividades físicas, teatro, historietas y química.
Aseguran que esa decisión de Wizny fue la chispa que detonó la reacción en cadena y develó los malestares de esa institución. Las decisiones unilaterales de sacar las puertas de baños, pedir certificado de buena conducta expedido por la Policía de la Provincia y la intensión manifiesta y firmada de reducir la cantidad de alumnos, ingresantes y docentes, estalló ayer en la esquina de Urquiza y Buenos Aires.
Hay otra serie de denuncias que hicieron los docentes del establecimiento educativo, ubicado sobre calle Urquiza, entre Buenos Aires y Córdoba, pero fueron más puntuales y personalistas. La amenaza de hacer correr las faltas en la gira de los egresados planteó una encrucijada que los más grandes no piensan tomar, según señalaron ayer durante la protesta.
Sin disturbios
De manera pacífica, unos 50 chicos tomaron la calle pasada las 8. Caminaron hasta la intersección y dejaron el tránsito libre sobre Buenos Aires.
Los automovilistas que circulaban por Urquiza no tuvieron otra opción que doblar rumbo a la plaza 9 de Julio porque el grupo de estudiantes -armados con pancartas y afiches- no los dejaba pasar.
Unos cuantos padres ingresaron al Polivalente a dialogar con el director; luego llegaron las supervisoras, pero el encuentro fue hermético.
Antes del mediodía salió el director Wizny, pero no quiso dialogar con la prensa. Lo que sí hizo fue pedir a los chicos a que abandonen la calle con la promesa de una reunión para el próximo miércoles 17, a las 17, con sus padres.
Como su propuesta no tuvo consenso, Wizny se dio vuelta e ingresó nuevamente al colegio.
Adentro lo esperaban los chicos que no habían acatado la medida de fuerza y que tenían prohibido salir.
A pesar de todas las acusaciones, el director no quiso explicar su postura, su visión de la “compleja realidad pedagógica por la que atraviesa el Polivalente” los medios locales que cubrieron el conflicto denunciado por alumnos secundarios.
Los chicos indicaron que como el directivo no mostró una postura flexible, continuarán la sentada por tiempo indefinido hasta que alguien les de una solución o una respuesta a los pedidos.
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