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La huerta urbana ocupa balcones, terrazas y favelas en América Latina

Miércoles, 26 de diciembre de 2012 22:22
En Cuba la experiencia es un éxito. En 2011 la cosecha de hortalizas y hierbas aromáticas superó el millón de toneladas.
En Argentina hay muchos ejemplos de huertas exitosas: Mar del Plata, Rosario y municipios varios del conurbano bonaerense.

El agro también vive en la ciudad. Miles de latinoamericanos se dedican actualmente a la Agricultura Urbana en balcones, terrazas e hidropónicos, rompiendo el mito que para la producción de alimentos se necesita mucho espacio y dinero. La mayoría apuesta a lo orgánico pues no se usan agroquímicos para el control de plagas y enfermedades.

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En Cuba la experiencia es un éxito. En 2011 la cosecha de hortalizas y hierbas aromáticas superó el millón de toneladas.
En Argentina hay muchos ejemplos de huertas exitosas: Mar del Plata, Rosario y municipios varios del conurbano bonaerense.

El agro también vive en la ciudad. Miles de latinoamericanos se dedican actualmente a la Agricultura Urbana en balcones, terrazas e hidropónicos, rompiendo el mito que para la producción de alimentos se necesita mucho espacio y dinero. La mayoría apuesta a lo orgánico pues no se usan agroquímicos para el control de plagas y enfermedades.

Esta creciente tendencia está llegando a las favelas de Río de Janeiro. “La agricultura orgánica marca tendencia en las grandes ciudades. No solo por la búsqueda de una alimentación orgánica, sino porque se acortan las distancias y se generan ingresos”, señala Marina Grossi, del Consejo Empresarial Brasileño para el Desarrollo Sostenible.

En Cuba, la experiencia tiene más de dos décadas y un éxito rutilante. El año pasado su cosecha de hortalizas y hierbas aromáticas superó el millón de toneladas, mientras el total nacional de producción hortícola fue de 2,2 millones de toneladas.

En Venezuela juegan además otros factores. El Banco de Desarrollo de la Mujer de Venezuela (Banmujer) decidió financiar este tipo de esfuerzos para combatir la feminización de la pobreza y la pérdida de las raíces agrarias de las poblaciones pobres que se mudan del campo a pueblos o a ciudades.

Hay muchos ejemplos exitosos en Argentina: Mar del Plata, Rosario y varios municipios del conurbano bonaerense llevan adelante sus programas de huertas urbanas; mientras que Bahía Blanca, Venado Tuerto y Laprida siguen adelante con programas de manejo de desechos sólidos orgánicos para uso como abono. Pero es el caso de Rosario, tal vez, el más desarrollado hasta el momento.

El Programa de Agricultura Urbana (PAU) de Rosario surgió a partir de la crisis económica de diciembre de 2001 para responder a esta realidad con una propuesta productiva.

Ciudades ecológicas

La Agricultura Urbana y Periurbana (AUP) se presenta pues como una respuesta posible a la demanda de alimentos en un mundo con crecientes niveles de urbanización, pobreza y desempleo.

Según la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO), unos 800 millones de habitantes de todo el mundo participan en actividades relacionadas con la AUP. En Latinoamérica son más de 230 millones las personas pertenecientes a familias pobres y marginadas de las sociedades urbanizadas quienes la practican como una actividad sostenible y generadora de empleos. En particular, la producción pecuaria periurbana de carácter comercial es un sector en rápido crecimiento que representa el 34% de la producción total de carne y el 70% de la producción de huevos en todo el mundo.

El objetivo inmediato es promover y resguardar la seguridad alimentaria de las familias más pobres por medio del establecimiento de huertas urbanas, familiares y comunitarias donde se produzcan alimentos sanos para el autoconsumo. Por eso, además las huertas son orgánicas ya que lo común es que no se usen agroquímicos para el control de plagas y enfermedades.

La experiencia de las clínicas virtuales

 Ana Trotti desde Posadas, Misiones, muestra sus aromáticas y afirma sobre la clínica virtual: “Fue una muy buena experiencia, porque reafirmé conocimientos y aprendí más detalles sobre la preparación de la tierra”.

“Entendemos la demanda de capacitación en estas temáticas. Por eso, ofrecemos cursos a distancia en agricultura urbana y periurbana, producción orgánica, cultivo de aromáticas y producción de hongos comestibles”, comenta la ingeniera agrónoma Olga García Araya, coordinadora de cursos a distancia de Agroconsultora Plus (ACP), organización que capacita a través de internet.

“Durante 2012 hemos trabajado fuertemente y con éxito en una nueva iniciativa: los workshops. Son clínicas virtuales de seguimiento de proyectos productivos ya en marcha. Más de 30 estudiantes tienen una mano en el teclado y la otra en sus repollos y calabazas”, comenta entusiasmada la artífice de estos talleres.

Al respecto, señala que el sueño de “la huerta propia” puede peligrar en manos de diferentes plagas y enfermedades que súbitamente aparecen entre las plantas.

Pero, ¿por qué aparecen plagas y enfermedades en nuestra huerta?; ¿cómo prevenirlas y controlarlas?; ¿una vez controladas, pueden volver a aparecer?

“Durante los 10 días que está abierta la clínica virtual, intentamos contestar estas preguntas abordando los diferentes aspectos a tener en cuenta para un correcto control de los enemigos de la huerta urbana, para aprender a controlarlos y a distinguirlos de aquellos otros que actúan como aliados: los agentes benéficos”, explica la agrónoma.

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